Capítulo 13
Dafne se sentó en el sofá individual al lado de Gabriela.
No mostró ningún atisbo de inseguridad, su mirada hacia Gabriela era tranquila, sin una pizca de emoción -No tengo intención de casarme con nadie de su familia.
Como se esperaba, Gabriela no le creyó.
La examinó de pies a cabeza.
Esta era la chica con la que su hijo había estado saliendo durante tres años.
Aunque provenia de una familia común, su apariencia era atractiva y su porte no era nada despreciable. No mostraba ese aire de inseguridad y timidez que a menudo acompaña a las chicas de su origen.
Momentos antes, en la puerta, Gabriela le había dicho ciertas palabras con la intención de incomodarla, pero Dafne no mostró ninguna emoción, y al encontrarse con Gabriela, no se mostró ni servil ni arrogante, hablándole con seguridad.
Pero, ¿qué más daba?
Ella como sea es solo una cazafortunas soñando con casarse con un hombre rico, así que por mucho que disimulara, nunca estaría a la altura de su hijo.
Gabriela le habló con un tono de voz claramente autoritario -No necesitas fingir conmigo. También soy mujer y sé claramente lo que piensas. Sé que mi hijo atrae a las chicas. No es fácil encontrar a alguien como él, un hijo de familia adinerada. Seguro que ha gastado bastante dinero en ti, ¿verdad?
Dafne le respondió -No me importa su dinero.
Gabriela sonrió con desdén, con sus ojos reflejando frialdad -¿Sigues fingiendo? He visto muchas chicas como tú, dicen que no les importa, pero si realmente no te importara, ¿habrías buscado a Bruno?
Dafne se rio.
-Sra. García, ¿me está diciendo que su hijo no tiene nada atractivo salvo su dinero? ¿Cree que su hijo solo sirve para ser un pagafantas?
-¡Oye…! -Gabriela estaba realmente molesta, respiraba más rápido, y le lanzó una mirada amenazante a Dafne-. ¡Tienes una lengua afilada! Bruno siempre dice que eres dócil y comprensiva, ¡pero parece que se ha equivocado!
Dafne, sin prisa, tomó su taza de café y bebió un sorbo para aclarar su garganta.
-Eres una maleducada. -Gabriela le lanzó una mirada reprobatoria-. Estoy aquí sentada, y ni siquiera me ofreces un café.
Dafne esbozó una sonrisa falsa -Lo siento, Sra. García, no hay más tazas aquí. Seguro que no
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Capitulo 13
querrá usar una taza que yo haya usado, así que decidí no hacerlo. De todas formas, usted no está acostumbrada a tomarse un café tan barato, ¿verdad?
Gabriela estaba furiosa.
¿Dónde había encontrado Bruno a una chica tan maleducada?
Ella respiró profundamente para calmarse y continuó -Hoy vine a decirte que no puedo permitir que cualquiera se infiltre en mi familia. Si piensas casarte con Bruno, entonces mejor deja de soñar.
Dafne asintió Ajá, la entiendo.
Gabriela prosiguió -Macarena es la nuera que siempre he querido. Su familia tiene muy buenas relaciones con la mía desde siempre, y además, fue el primer amor de Bruno. Te recomiendo que te rindas, recojas tus cosas y te hagas a un lado espacio para ella.
Dafne sonrió ligeramente al recordar que había oído a Bruno mencionar que el Grupo García tenía problemas financieros, muchos proyectos estaban paralizados y sufrían pérdidas
millonarias.
En ese momento, había considerado ayudar al Grupo García con una inversión.
Aunque Bruno creía que su familia no era de buena posición y no tenía intenciones de casarse con ella, después de tres años de relación, sentía algo de afecto por él, y no le importaba
echarle una mano.
Aquella noche que fue a recoger a Bruno de una reunión, su intención era hablar sobre la inversión en el Grupo García.
Había tenido un desacuerdo con su familia, y Baltasar seguramente no invertiría en ellos.
Pero su primo Domingo Salazar, quien dirigía la familia Salazar, había llevado al Grupo Salazar a estar entre las diez principales empresas del país el año pasado. Domingo siempre la había cuidado bien, y si ella lo pedía, invertir en el Grupo García no sería un problema tan grande.
Sin embargo, esa misma noche, escuchó a Bruno decir que ella solo era un reemplazo de
Macarena.
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