16:32
Capítulo 144
Los empleados se quedaron sin palabras.
Agustín soltó una carcajada.
-Dafi, hay alguien aquí que no nos da la bienvenida. Vámonos. -Agustín se levantó de golpe, y el ruido de la silla al raspar el suelo fue ensordecedor.
Dafne, desconcertada, sintió cómo Agustín ya le tomaba de la mano y decía suavemente-: Te llevaré a comer fuera.
El corazón de Dafne se llenó de gratitud.
Agustín, por ella, se había enfrentado directamente a su abuela.
Por un lado, se sentía conmovida, pero por otro, estaba preocupada.
No quería que Agustín tuviera problemas con su familia por su causa.
Al ver que Agustín se iba, Paula gritó con fuerza-: ¡Agustín!
-Abuela, disfrute su comida, nosotros no comeremos aquí. -Agustín, sosteniendo a Dafne de la mano, declaró-: No quiero que mi Dafi pase malos momentos.
-Agustín… -dijo Dafne, titubeante.
-¿Agustín, es esa forma de hablarle a tu abuela? -preguntó Carlos con voz grave.
Con un semblante serio, Agustín respondió-: Hoy lo dejaré claro, Dafi es mi tesoro, no permitiré que sufra ni un poco. Si la comida no nos hace felices, no la comeremos. Si en esta casa alguien no la acepta…
Agustín hizo una pausa-: Si en esta casa alguien no la acepta, entonces yo tampoco regresaré.
Terminando sus palabras, Agustín se dio la vuelta y se marchó con Dafne, ignorando los llamados de la familia Junco.
En el auto.
Dafne, sentada en el asiento del copiloto, expresó su preocupación-: Agustín, te peleaste con tu familia por mí, tengo miedo…
-No temas, Dafi. -Agustín apretó suavemente la mano de Dafne-: Estoy aquí contigo.
-¿Crees que tu abuela me odiará aún más?
-Ella te puso a prueba a propósito, tenía que dejar clara mi posición, de lo contrario, la próxima vez será peor.
Dafne bajó la mirada, sus pestañas temblaban ligeramente-: Parece que a tu familia no le agrado.
1/2
16:32
Capitulo 144
-No es así. -Agustín la consoló-: No pienses en eso. A mis padres les gustas mucho, y a mi abuelo también. En cuanto a mi abuela, tiene un malentendido contigo. Hablaré con ella para aclararlo.
Dafne asintió distraídamente.
Agustín le dio un suave pellizco en la mejilla-: ¿Qué quieres comer, Dafi? Te llevaré a disfrutar algo delicioso.
Después de todo lo ocurrido, Dafne no tenía mucho apetito.
-Lo que sea.
Agustín la llevó a un exclusivo restaurante donde servían sus platos favoritos.
Después de que Agustín se fue, el ambiente en el comedor de la familia Junco se volvió tenso.
Carlos suspiró, masajeándose las sienes-: Mamá, ¿por qué tiene que enfrentarse a una joven como Dafne? ¿Qué hizo para desagradarla?
Elsa permanecía en silencio, presionando sus labios.
Cuando ella se casó con la familia Junco, la abuela también la había puesto a prueba.
La abuela había atormentado a la nuera, y ahora usaba las mismas tácticas con la nieta política. ¿Por qué no podía simplemente disfrutar de la armonía?
No lo entendía. La chica de la familia Rosales tenía una educación impecable, era de buen linaje, se complementaba perfectamente con Agustín, era hermosa, amable y educada. ¿Por qué la abuela no estaba satisfecha y criticaba incluso su vestimenta?
Paula soltó una risa sarcástica-: ¿Viste cómo me trató Agustín hace un momento? Después de tantos años, nunca me había desafiado. Hoy lo hizo por una mujer. Definitivamente, esa Dafne lo ha incitado.
Elsa se burló internamente. Claro, tú eres quien busca problemas, y mi hijo está protegiendo a su esposa, como debe ser.
Carlos añadió-: Mamá, no tenga prejuicios contra la chica de la familia Rosales. No es como usted cree. Esa chica es buena. Por favor, no la ponga en aprietos.
-¿Yo la pongo en aprietos? ¡Ustedes no saben lo que le hizo a Fati hace unos días!
16:32