Capítulo 156
Dafne sonrió con dulzura y le dijo: -Gracias, señor, ha hecho un gran esfuerzo, guarde ese dinero para comprarse esa cámara que siempre quiso.
-Soy yo quien debe agradecerles a ustedes, son muy bondadosos, gracias, muchas gracias -el hombre inclinaba la cabeza repetidamente en señal de gratitud-. ¡Les deseo que su amor dure eternamente!
-Gracias.
Al salir de la posada, fueron al mercado cercano a dar un paseo. Dafne compró muchos artículos artesanales locales, planeando llevarlos de regreso como regalo para Iris, Penélope e Inés.
Era una noche silenciosa y nevada.
Frente a la ventana.
Los besos ardientes de Agustín caían sobre ella, como una suave lluvia.
Dafne se sentía mareada por sus besos.
Dentro de la habitación, la calefacción creaba una fina capa de vaho sobre el cristal de la ventana, donde las manos de Dafne dejaban su huella.
Después de un rato.
Dafne se sentía agotada, sin fuerzas.
-Gracias, Agus.
Agustín la levantó en sus brazos y se dirigió al baño -¿Gracias por qué?
Dafne mordió suavemente su labio -Gracias por estar siempre a mi lado, por darme un amor único y especial y por darme la oportunidad de disfrutar esta hermosa relación.
Frente a Fátima y Paula, él siempre la escogía a ella, sin dudarlo.
Dafne expresó sus sentimientos, algo emocionada -Agus, ¿sabes? Eres muy diferente a Bruno. Agustín no se molestó al escuchar ese nombre, simplemente le preguntó con calma -¿En qué somos diferentes?
Mientras hablaba, Agustín ya había llegado al baño con Dafne en sus brazos.
La calefacción también estaba encendida en el baño, y la bañera de cerámica no estaba fría
incluso en invierno.
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10:07
Con movimientos delicados, colocó a Dafne en la bañera y comenzó a llenarla con agua caliente.
Dafne se reclinó cómodamente contra el borde de la bañera -Para ser exacta, en mi corazón tú y Bruno son muy diferentes. Aunque antes estuve con Bruno, no sentía celos por él, ni me gustaba estar cerca de él. Pero contigo es distinto, Agus. Siento un fuerte deseo de poseerte, de tenerte solo para mí.
Agustín terminó de llenar la bañera y se unió a ella.
Tomó una toalla, la humedeció y comenzó a lavar suavemente el cuerpo de Dafne.
Al escucharla, Agustín se sintió complacido y sonrió ligeramente, con sus ojos brillando -¿Qué tan fuerte es ese deseo de poseerme?
Dafne murmuró -Ya te lo dije… Quiero esconderte solo para mí.
-Mmm. -Agustín bajó la mirada, ocultando sus emociones, pero la leve curva de sus labios lo delataba.
-Dafi -Agustín la llamó con ternura.
-¿Sí? ¿Qué pasa?
-¿Me quieres?
Dafne le respondió sin dudar -Sí, mucho.
Agustín le preguntó de nuevo -¿Cuánto es mucho?
Dafne inclinó la cabeza, pensativa.
Después de un rato, levantó la mirada para encontrarse con los ojos de Agustín, y con seriedad le dijo -Mucho, más que a nada. Nadie puede reemplazar el lugar que ocupas en mi corazón.
Los ojos profundos de Agustín se llenaron de emoción.
Movido por el momento, el hombre se inclinó para besar los labios de Dafne.
Y no pudieron detenerse.
Dafne mordió sus labios, cerró los ojos y se dejó llevar.
El agua se agitaba, creando ondas que tardaron en calmarse.
…
Pasó un buen rato antes de que salieran del baño.
Dafne tenía algunas marcas rojas en el cuerpo, visibles incluso cuando se puso su bata de baño.
Ella infló las mejillas con frustración -¿Por qué me llenas de marcas de besos? ¿Cómo voy a salir así mañana?
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30.07
Capitulo 156
Agustín sonrió -Es invierno, puedes usar un suéter de cuello alto o una bufanda, no te
preocupes.
-Mmm.
Agustín la llevaba en brazos fuera del baño.
Justo al salir, el timbre sonó.
Sonaba una y otra vez, mostrando la urgencia de quien estaba afuera.
-¿Quién será a estas horas? -Dafne se preguntaba con curiosidad.
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