Capítulo 159
Al día siguiente, muy temprano, Dafne fue despertada por una llamada telefónica.
Medio dormida, la contestó con una voz llena de sueño -¿Aló? ¿Quién es?
-Dafne, ven rápido al hospital a ver a Bruno -la voz de Romeo sonaba urgente y preocupada-. ¿Sabías que Bruno casi se muere de hipotermia?
Al escuchar el nombre de Bruno, Dafne sintió una profunda irritación. La noche anterior había sido agotadora, y no había dormido lo suficiente. Pensó que la llamada sería por algo importante, pero resultó ser sobre Bruno.
Molesta, Dafne le respondió de mal humor -Si se muere, avísame para el funeral. Por lo que significó para mí en el pasado, puedo considerar darle un buen regalo a su madre.
Sin esperar la reacción de Romeo, colgó el teléfono y puso el celular en silencio.
El ruido despertó a Agustín, quien estaba en la cama con Dafne. Con una voz grave y seductora, le susurró -Duerme un poco más conmigo.
Dafne se acurrucó más en el pecho de Agustín, como una gatita mimosa.
Ambos se acurrucaron en la misma cálida cama, durmiendo abrazados.
El mundo parecía haberse reducido a solo ellos dos.
No importaba cuán fuerte fuera la tormenta de nieve afuera, no les afectaba en absoluto.
Cuando Romeo la llamó, Bruno ya estaba despierto.
La llamada fue idea de Romeo, quien sabía lo que Bruno estaba pensando.
Bruno tenía una esperanza irrealista en su corazón, deseando saber si Dafne se preocuparía por él al saber que casi había muerto. ¿Pudiera venir a verlo?
Por eso, le pidió a Romeo que pusiera el altavoz.
Sin embargo, Dafne, al escuchar que casi muere, no expresó ninguna preocupación. En cambio, le dijo esas palabras frías y desalmadas.
Bruno apretó los puños con fuerza, las venas sobresalían en sus manos, y su rostro estaba pálido como el papel, sin color en los labios.
Romeo guardó el teléfono, tragando saliva, pensando que Bruno estallaría de ira, pero no se
atrevió a decir nada.
Sin embargo, Bruno no reaccionó como de costumbre, ni se enfureció.
Después de un largo silencio, simplemente le dijo en voz baja -Déjame solo, por favor.
Cuando Romeo salió de la habitación del hospital, se encontró con Macarena. Sorprendido, se
30.07
dio cuenta de que Macarena había venido a Valenciora.
Con preocupación, Macarena preguntó -¿Cómo está Bruno?
Romeo suspiró y negó con la cabeza, resignado -No está nada bien.
-¿Qué le pasó? ¿Cómo es que terminó en el hospital cuando solo estaba de viaje?
Romeo le explicó -Anoche hacía tanto frío, estaba nevando y la temperatura era de cinco o seis grados bajo cero. Él estaba caminando solo por la calle sin abrigarse bien, y se desmayó en la nieve. Fue un transeunte quien lo llevó al hospital.
Macarena frunció el ceño —¿Por qué haría algo así?
Romeo dudó en responderle.
Aunque Bruno no le había dicho nada, Romeo podía adivinar que era por Dafne.
El lugar donde se desmayó estaba cerca de la Villa de los Ecos, donde también estaban Dafne y su novio.
Era complicado de explicar.
Cuando Macarena regresó al país, Bruno y Dafne aún no se habían separado.
Bruno solía salir con Macarena, sin importarle los sentimientos de Dafne, y ahora el destino le estaba pasando factura.
Dicen que los hombres son actores natos, y Romeo pensaba que esa frase era muy adecuada.
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