Capítulo 165
Era la Inés que la llamaba.
Respondió la llamada.
-Srta. Rosales, ¿podría venir por aquí un momento? Tengo algo que quisiera pedirle.
Dafne ajustó su tono de voz, -¿Qué sucede?
Inés fue al grano, explicándole brevemente la situación.
Dafne frunció el ceño con preocupación -Espérame, voy para allá.
Colgó el teléfono y tomó su bolso para irse -Tengo que irme, me surgió un imprevisto. Nos vemos la próxima vez.
Iris hizo una mueca -¿De verdad tienes que hacer algo? No será que pusiste una alarma para escapar de nuestras preguntas, ¿verdad?
Dafne se llevó la mano a la frente con resignación y le mostró el registro de llamadas a Iris -No te miento, realmente es algo importante.
Iris cruzó los brazos -Está bien, para la próxima te haré confesarlo todo.
-De acuerdo.
Después de despedirse, Dafne se apresuró a salir.
Iris se movió un poco más cerca de Penélope -Penélope, ¿cómo crees que se siente eso…?
El rostro de Penélope se puso rojo como un tomate y tartamudeó -Yo… yo no sé… nunca he tenido novio…
-Es verdad. -le dijo Iris, dándole una palmada en el hombro a Penélope con un tono de voz serio -Eres una chica buena, no deberías salir con cualquiera, esos chicos no son dignos de ti. Al decir esto, recordó su propio primer amor, al que preferiría olvidar.
Iris tuvo un novio durante su primer año de universidad.
Él era un estudiante un año mayor que ella, bastante atractivo, con muchas admiradoras.
A pesar de que Iris era guapa y su familia acomodada, con varios pretendientes, se había fijado precisamente en ese chico.
Él fue quien tomó la iniciativa de cortejarla.
Al principio, estaban tan unidos que cada día llenaban a Penélope y Dafne con muestras de afecto.
Como dice el dicho, “el amor ostentoso no dura mucho“, y eso fue bastante cierto.
10.08
Capitulo 165
Iris lo comprobó en primera persona.
Apenas llevaban dos meses cuando otra chica se apareció, revelando que era la verdadera novia del chico.
Ella se unió a la otra chica para desenmascararlo, exponiendo su infidelidad, hasta que todo el campus de la Universidad de Silvania lo despreciara.
Jaime incluso fue a la escuela y le dio una paliza al chico.
Finalmente, Jaime usó sus influencias para obligarlo a abandonar la universidad.
Desde entonces, Iris desarrolló una fobia a las relaciones amorosas y no había vuelto a tener novio.
Lo más íntimo que hizo con ese chico fue besarse, nunca llegó a pensar en ir más allá.
-Ay… -suspiró Iris -Siento que nunca tendré la oportunidad de experimentarlo…
Cuando Dafne llegó en su coche, Inés estaba consolando a una joven que lloraba desconsoladamente.
-¡Srta. Rosales, por fin llegó! -le dijo Inés, con sus ojos brillando de alivio -Ayude a Yolanda, por favor, ella realmente necesita ayuda.
Dafne le preguntó -Inés, cuéntame en detalle qué ocurrió.
-Verás, esta joven se llama Yolanda Alcázar, es mi vecina de alquiler.
Inés suspiró profundamente y sus ojos se llenaron de compasión -Yolanda perdió a sus padres y ahora vive con su hermano. Él trabaja arduamente para que ella pueda estudiar, pero…
Inés mostró un gesto de tristeza, y sus ojos se humedecieron -Pero a Yolanda le diagnosticaron leucemia hace poco y tuvo que dejar la escuela para recibir su tratamiento. Su hermano Marcelo trabajaba jornadas interminables en la fábrica para costear sus gastos médicos…
Al escuchar esto, Yolanda, que había sido consolada por Inés, rompió a llorar de nuevo -Mi hermano estaba tan agotado, que un día, mientras operaba una máquina, perdió la concentración y su mano derecha quedó atrapada… la perdió completamente…
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