Capítulo 178
Inés no pudo evitar llorar. Sus ojos estaban rojos mientras miraba a Dafne. -Srta. Rosales… si Yolanda…
Antes de que pudiera terminar de hablar, Dafne la interrumpió de inmediato. -¡No lo hará! ¡Yolanda estará bien!
Inés sollozó, apretó los labios y contuvo sus lágrimas.
Durante toda la tarde, Dafne estuvo un poco distraída.
Sacó un tiempo para hacer una llamada.
-¿Todavía no han encontrado una médula ósea compatible?
La persona que ella llamó le respondió: -Srta. Rosales, estamos buscando por todos lados. En cuanto tengamos noticias, se lo haremos saber de inmediato.
Por la noche, Agustín llegó a recoger a Dafne del trabajo, y ambos fueron a cenar.
En un elegante restaurante.
La música del piano era suave y relajante.
El vino y el filete eran de la mejor calidad, y las rosas y las velas creaban una atmósfera
romántica.
Sin embargo, Dafne estaba distraída, y el filete frente a ella se había enfriado antes de siquiera haberlo probado.
Agustín la miró con preocupación. -Dafi, ¿tienes algo en mente?
Dafne volvió en sí, levantó la mirada y le respondió suavemente: -Hace unos días tomé un caso. El cliente es un chico que acaba de cumplir diecinueve años, sus padres fallecieron y vive solo con su hermana.
Suspiró, con una mirada llena de tristeza. -Él dejó la escuela temprano para trabajar y así pagar los estudios de su hermana. Pero el destino le jugó una mala pasada, ya que a su hermana le diagnosticaron leucemia. La niña solo tiene once años, y el médico dice que, si no encuentran una médula ósea compatible con ella, podría no superar este invierno.
Agustín le sugirió: -¿Han ofrecido una recompensa alta? En situaciones así, una recompensa alta puede ayudar a encontrar rápidamente una médula compatible.
Dafne apretó la mano sobre la mesa, negando con la cabeza y frunciendo el ceño. -Lo pensé antes, pero temo que pueda ser un poco arriesgado. Si ofrecemos una recompensa alta, podría atraer la atención de algún criminal. Ya sabes, aquellos en el mercado negro están dispuestos a hacer cualquier cosa por dinero.
19:10 D
Capitulo 178
Agustín tomó su mano con suavidad, tranquilizándola con su voz. -Déjamelo a mí. Te prometo que encontraremos una médula ósea compatible sin dañar al donante.
Los ojos de Dafne brillaron con esperanza. -¿En serio?
-Sí. -Agustín acarició suavemente la mano de Dafne. -Confía en mí, Dafi. Ahora, ¿podrías comer un poco?
El calor de su mano le dio a Dafne una sensación de tranquilidad.
-Está bien. -Dafne dejó a un lado su preocupación y sonrió con complicidad.
Agustín realmente podría ayudarla con esto.
No le faltaba dinero, pero no todo se puede resolver con eso.
A veces también se necesitaba poder.
Después de cenar, Agustín llevó a Dafne de regreso a la Villa Serena.
Pasó un rato con Dafne en el apartamento antes de regresar a la mansión a las diez de la
noche.
Después de estacionar el coche y entrar al vestíbulo de la mansión, recibió una llamada de
Samuel.
-Señor, encontramos algo. Estoy afuera ahora. ¿Puedo entrar a informarle?
-Adelante.
Samuel, envuelto en el frío de la noche, abrió la puerta y entró.
Agustín le sirvió una taza de café, sosteniéndolo mientras se sentaba en el sofá, con sus ojos adoptando su característica frialdad. -Habla.
Samuel, con la cabeza baja, levantó la vista con cautela para mirar a Agustín. -Las personas que secuestraron a Tania están relacionadas con Tristán Farías.
Al escuchar ese nombre, los ojos de Agustín se agudizaron. -¿Tristán?
Samuel le respondió con un temeroso “sí“.
10.10