Capítulo 202
Dafne colgó el teléfono, y con cortesía, le dijo a la nuera de Isabella: -Señora, por favor, pase adelante.
Mientras charlaban, Dafne se enteró de que la sirvienta se llamaba Elena, tenía cuarenta y siete años, y que en casa tenía una hija dos años menor que Dafne, quien trabajaba como maestra en una escuela primaria.
-Srta. Rosales, escuché del Sr. Junco los platos que a usted le gusta, así que compré un poco de todo. Dígame, ¿qué le gustaría cenar esta noche? -le dijo Elena, entrando en la casa con dos grandes bolsas llenas de verduras frescas y carne compradas en un supermercado de membresía.
Dafne sonrió y le respondió: -Si te lo dijo Agus, seguro me gustarán. Estoy bien con lo que sea, haz lo que más te convenga.
-¡Perfecto! El Sr. Junco me pidió especialmente que fuera al gran supermercado en el oeste de la ciudad. Es la primera vez que voy a un supermercado así, ¡hasta necesitas tener una membresía para entrar! Aunque las cosas allí son caras, todas las etiquetas indican que son importadas, las verduras son orgánicas, así que deben ser de la mejor calidad.
Elena era cálida y amistosa, y a Dafne le gustaba su personalidad abierta.
-Srta. Rosales, ya está hecha una adulta, no sé si me recuerdas, pero te cargué cuando eras pequeña.
Dafne se quedó un momento sorprendida.
Con lo que dijo Elena, le vino un recuerdo a la mente.
Dafne sonrió: -No necesitas ser tan formal, puedes llamarme Dafi.
Elena le preguntó: -Está bien, de ahora en adelante te llamaré Dafi. ¿Dónde está la cocina, Dafi?
Dafne señaló con el dedo dónde estaba la cocina: -Por ahí.
-Entonces me pondré a cocinar. El Sr. Junco me dijo que cenará aquí, ¿qué tal si preparo tres platillos distintos?
Dafne asintió: -Está bien.
Agustín terminó su trabajo y le pidió al chofer que lo llevara a Villa de la Paz.
La villa que había comprado para Dafne estaba allí.
Para evitar la incomodidad de no tener ropa para cambiarse durante su estancia, esta vez Agustín se aseguró de que trajeran nuevos artículos de higiene, batas de baño, ropa de casa y ropa diaria, llenando varios maletines.
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Capitulo 202
Al llegar a la puerta, Agustín tocó el timbre.
Dafne abrió la puerta y se sorprendió: -¿Por qué traes tantas cosas?
Agustín levantó ligeramente una ceja, con una sonrisa en los labios: -No quiero quedarme sin ropa la próxima vez que me quede.
Dafne pensó para sí misma: No hace falta traer tantas cosas, ¿no? Esto se parece mucho a vivir juntos.
Aunque, pensándolo bien, si Agustín le propusiera vivir juntos, no le importaría.
Viendo que él tocaba el timbre al llegar, Dafne le preguntó con curiosidad: -¿No tienes llave? ¿Por qué tocas el timbre?
-Esta casa es para ti. Eres la única dueña aquí, así que necesito tu permiso para tener la llave.
Dafne le sonrió divertida: -Está bien, te daré una llave de repuesto después.
Agustín siguió a Dafne hacia adentro, mientras los guardaespaldas llevaban los maletines detrás.
-No lo dejes para después, mejor hazlo hoy. Temo que se te olvide.
Dafne se rio: -No soy tan olvidadiza.
Últimamente, Macarena estaba muy enfadada con Bruno.
Bruno intentó suicidarse por Dafne, y al despertar, lo primero que preguntó fue dónde estaba Dafne, y esto le rompió el corazón a Macarena.
En un bar ruidoso y lleno de luces, todos bailaban frenéticamente.
Macarena y su amiga Yasmín estaban en un reservado bebiendo.
Yasmín agitaba su copa: -Quién iba a pensar que Dafne era la heredera de la familia Rosales
de Silvania. Nunca me lo hubiera imaginado.
-Jaja -se rio Macarena con amargura-. Yasmín, ¿piensas que soy una broma?
Yasmin sonrió incómoda.
Para ser honesta, sí que le parecía una broma.
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