Capítulo 210
Dafne estaba en el jardín, aburrida, arrancando las hojas marchitas de una planta. -Ha habido un problema en casa, en estos días no puedo salir.
Inés, pensando que era un asunto privado, no le preguntó más. -Está bien, iré yo sola a recogerla. ¿Quieres que le diga algo a Yolanda de tu parte?
Dafne le respondió suavemente: -Deséale una pronta recuperación, y que sea muy feliz. Cómprale un regalo de mi parte, luego te transfiero algo de dinero.
Inés se apresuró a rechazar su dinero: -No, no es necesario, todavía me queda bastante de lo que me transferiste la vez pasada.
-Está bien.
Por la noche.
Dafne recibió una llamada de su padre.
-Dafi, pasado mañana es el cumpleaños de Jana. Justo es sábado, hemos reservado un salón en un hotel para celebrarlo. Recuerda sacar un tiempo para venir a cenar.
Dafne dudó.
Le había prometido a Agustín que no saldría de casa esos días.
Quería asistir al cumpleaños de su hermana, pero no podía.
Ese loco de Tristán podría hacer algo terrible en cualquier momento.
No podía arriesgar su vida.
-No puedo, papá, tengo un viaje de trabajo el sábado.
Baltasar no esperaba que Dafne lo rechazara, y quedó sorprendido por un momento.
-¿Qué cosa es tan importante? ¿No puedes posponerlo? O tal vez un compañero de trabajo podría cubrirte. Sabes que Jana te adora, si en su cumpleaños no vienes, se pondrá a llorar.
Baltasar suspiró profundamente. -Desde que secuestraron a Jana, ha estado muy inestable emocionalmente. Le he llevado a terapia y apenas ha mejorado un poco. El médico dice que Jana necesita mucho amor y atención familiar. Aunque su mamá está con ella todos los días, siempre está preguntando por ti. ¿Realmente no puedes venir a verla?
Dafne sintió una punzada de tristeza.
Jana era su hermana. Desde el secuestro, Dafne había tenido pesadillas durante días, sin pode comer ni dormir bien.
-Yo… -Dafne dudó.
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Capitulo 210
Jana no estaba completamente recuperada de ese trauma. Si ella iba a verla, definitivamente ayudaría a su recuperación.
Pero al pensar en el loco de Tristán, Dafne decidió rechazar de nuevo su propuesta.
-Lo siento, papá. El sábado realmente no puedo.
-Bueno, está bien.
Baltasar colgó la llamada.
Dafne se quedó mirando por la ventana, con una expresión de melancolía y preocupación.
¿Por qué Tristán tenía que ir tras ella?
No había razón para hacerlo.
¿Era cierto lo que decía Agus, que era porque ella era su único punto débil?
No sabía cuánto tiempo más tendría que estar atrapada en esa villa.
El sábado.
Dafne fue despertada por el sonido de su teléfono.
El móvil sonaba en la mesita de noche. Su teléfono sonó durante mucho tiempo, se detuvo y
volvió a sonar.
Dafne, sin abrir los ojos, extendió la mano, tanteando en la mesita de noche hasta encontrar su teléfono, y contestó medio dormida.
-¿Hola, quién es?
-¡Dafi, le pasó algo malo a tu papá! -era la voz de la empleada de la familia Rosales.
-Jimena, ¿qué pasó?
Un BMW blanco se detuvo apresuradamente en el estacionamiento del hospital.
Dafne salió del coche y corrió hacia el hospital.
La empleada le había dicho que en la fiesta de cumpleaños de Jana, Baltasar se había caído accidentalmente por las escaleras y ahora estaba en el hospital en estado crítico.
Al escuchar la notícia, Dafne sintió que el mundo se le venía encima y casi se desmayó,
Su preocupación superó a su juicio.
Después de todo, era su padre. Ya no podía preocuparse por Tristán, agarró las llaves del coche y salió corriendo.
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