Capítulo 215
En la sala de estar del primer piso, la pantalla de la televisión estaba transmitiendo noticias de actualidad.
-Esta tarde ocurrió un grave accidente de tráfico en el condado de Celestia de nuestra ciudad. Ahora conectamos con el reportero en el lugar para obtener más información.
-Buenas tardes, amigos televidentes. Ahora son las cuatro y quince de la tarde. Me encuentro en la carretera provincial del condado de Celestia de nuestra ciudad. A las tres y cuarenta de la tarde, un ciudadano informó que se produjo un grave accidente de tráfico en este tramo. Como pueden ver, un automóvil chocó contra la barrera de protección del lado derecho de la carretera. El automóvil sufrió graves daños y el conductor está gravemente herido y en coma. Actualmente ha sido trasladado al hospital para recibir tratamiento.
-Además, pueden ver que la barrera de protección del lado izquierdo, más atrás en la carretera, también fue dañada por un vehículo. Por las marcas, se puede deducir que un vehículo salió de la carretera y cayó por el acantilado. El equipo de rescate está realizando una operación de emergencia…
Miguel fruncía el ceño, sin apartar la mirada de la pantalla del televisor.
-Abuelo, ¿cuándo fue que regresaste? -le preguntó Agustín al entrar, dejando
descuidadamente las llaves del coche sobre la mesa.
Miguel giró la cabeza con una mirada penetrante-. Ese accidente de tráfico está relacionado contigo, ¿verdad? ¿Fue Tristán?
Agustín, con un aire cansado, se frotó las sienes y se sentó al borde del sofá. Sí.
Miguel le volvió a preguntar-: ¿Escuché que Baltasar se cayó accidentalmente desde un edificio?
Agustín asintió con la cabeza.
Miguel fruncía el ceño profundamente, mirando las noticias en la televisión, perdido en sus pensamientos, creando una atmósfera un tanto tensa.
Un sirviente trajo una taza de café, Agustín la tomó y sorbió un poco.
-Agustín, debes terminar con Dafne -le dijo Miguel con firmeza.
Agustín dejó suavemente la taza, sus ojos oscuros se nublaron con una sombra.
Permaneció en silencio, sin responderle.
Miguel suspiró profundamente y le dijo con seriedad-: Tu conflicto con Tristán no debería involucrar a la familia Rosales. Si no puede hacerte daño directamente, entonces atacará a Dafne.
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Capítulo 215
-Sí–le respondió Agustín distraídamente.
Miguel continuó con seriedad-: Solo tienes un compromiso verbal con la ella.
Afortunadamente, aún no se han comprometido formalmente. Tu relación con ella no es tan difícil de romper. Termina con ella para marcar una línea clara, ofrécele una compensación adecuada a la familia Rosales y luego ve personalmente a disculparte. Estoy seguro de que lo entenderán.
¿No es tan difícil de romper?
Agustín sonrió de repente, pero sin alegría en los ojos. Su voz era suave, llena de un dolor palpable-: No puedo dejarla así tan fácil.
El anciano se quedó momentáneamente sorprendido por sus palabras, luego lo miró con una mirada inquisitiva-. ¿De verdad sientes algo por Dafne?
Miguel no conocía los verdaderos sentimientos de Agustín hacia Dafne, asumía que era un matrimonio de conveniencia.
Agustín sentía el pecho apretado, y mantuvo la mirada baja sin decir nada.
El anciano captó sus sentimientos, suspirando profundamente-. Eres un romántico, no eres como tu padre, pero te pareces un poco a mí cuando era joven.
El anciano cambió de tono-. Pero… que no puedas dejarla no significa que no debas hacerlo. Sabes cómo es Tristán. En Aquilinia, ha construido su imperio con el respaldo de Luminosa, la organización criminal más poderosa del país. Tiene armas y una fuerza paramilitar a su disposición, y es capaz de cualquier cosa cuando fija un objetivo. Si Dafne sigue contigo, para hablar claro, podría costarle la vida, y no quieres que eso suceda, ¿verdad?
-Esta vez Baltasar tuvo suerte y pudieron salvar su vida. Pero si no hubiera despertado, ¿crees que Dafne te podría perdonar? El accidente de tráfico de esta tarde fue como un saludo de Tristán para ti. Agustín, si la amas, debes protegerla. No puedes permitir que ella corra peligro por tu culpa.
Los ojos de Agustín se enrojecieron, sintiendo amargura en su corazón.
Él abrió la boca para replicarle, pero al recordar el momento aterrador de aquella tarde en la calle, cuando una bala pasó rozando la cabeza de Dafne, casi siendo asesinada frente a sus ojos, las palabras que tenía en la punta de la lengua se quedaron atascadas.
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