Capítulo 221
Las palabras de Iris cayeron sobre ella como un balde de agua fría, y de inmediato se despertó completamente.
Abrió Twitter y vio que la noticia más popular era “el romance entre el presidente del Grupo Junco y Maya Guzmán“.
Dafne vio los titulares, pero no abrió la publicación.
Maya era una de las actrices más populares en la industria del entretenimiento, y Dafne había visto algunos de sus dramas antes.
¿Por qué Agustín estaría envuelto en un escándalo con ella? Nunca había mencionado que conociera a Maya.
-¿Hola? ¿Dafi, estás escuchando? -Iris seguía hablando con ella por teléfono, con enojo en su voz-. ¡No puedo creer que Agustín sea ese tipo de persona! Ayer me dijiste que solo estaban teniendo una pelea, y hoy lo capturan entrando a un hotel con una estrella de cine. ¡Qué desgraciado!
¿Entrando a un hotel juntos?
El corazón de Dafne se contrajo, y de repente sintió un frío que le recorrió todo el cuerpo.
Finalmente, abrió la noticia.
“Recientemente, la estrella Maya Guzmán fue vista entrando a un hotel con un hombre misterioso, ambos con una actitud cariñosa, se sospecha que están en una relación. Según fuentes, el hombre misterioso es el presidente del Grupo Junco, el heredero de su familia, Agustín Junco. Por ahora, el estudio de Maya no ha emitido un comunicado al respecto.”
Debajo del texto había una foto tomada a escondidas de Maya y un hombre. Maya miraba hacia atrás, mostrando su rostro completo, mientras que el hombre misterioso solo mostraba su rostro de perfil.
Al ver la foto, Dafne sintió como si su sangre se congelara.
Así, quizás otros no podrían identificarlo, pero ella reconoció de inmediato que era Agustín. En la foto, Agustín llevaba un abrigo negro, caminando al lado de Maya. La imagen de los dos
que lucían juntos parecía haberse sacado de una revista, y los comentarios destacaban lo bien juntos.
Otro tweet decía: “¿Maya se unirá a la élite? Según fuentes internas, el misterioso hombre con quien Maya entró al hotel es el presidente del Grupo Junco. Actualmente están en una relación, y Maya podría casarse con alguien de la alta sociedad.”
Las fotos eran similares a las del tweet anterior.
16:15
Capítulo 221
Conforme Dafne seguía leyendo, la ira la hacía temblar y su corazón le dolía con cada latido, haciéndole difícil respirar.
Las lágrimas caían sobre la pantalla de su teléfono, difuminando las imágenes.
Colgó la llamada con Iris y llamó a Agustín.
El teléfono sonó durante mucho tiempo, pero no contestaron su llamada.
Cuando la llamada se cortó automáticamente, volvió a llamarlo inmediatamente.
Tampoco le respondieron.
El corazón de Dafne se iba enfriando cada vez más.
En el quinto intento, finalmente le contestaron.
Con la voz quebrada y temblorosa, Dafne le preguntó:
-Todo lo que está en internet es falso, ¿verdad? La persona en la foto no eres tú, ¿verdad? Agus, solo respóndeme y te creeré.
Hubo un breve silencio, seguido por una voz de mujer:
-¿Eh…? ¿Quién eres? Soy Maya, Agustín está en la ducha y no puede atender el teléfono ahora. ¿Hay algo que quieras que le diga?
El corazón de Dafne se encogió de dolor, y su respiración se detuvo.
Al no recibir respuesta, Maya añadió:
-¿Hola? ¿Me escuchas?
…
-Dafne colgó–Maya se encogió de hombros y miró a Agustín-. No es por nada, pero esto es muy cruel. Si yo fuera Dafne, te odiaría de por vida.
La mujer le devolvió el teléfono a Agustín-. A mí no me importa servirte de coartada, pero piénsalo bien, porque cuando una chica se siente tan herida, puede que nunca la recuperes.
Maya, además de ser una estrella, era de la familia Guzmán de Alicante, una verdadera socialité.
La abuela de Agustín, Estefanía Guzmán, también provenía de la familia Guzmán.
El abuelo de Maya y la abuela de Agustín, Estefanía, eran primos, por lo que Maya y Agustín eran lejanos.
Maya, siendo una estrella de cine muy popular, tenía su agenda completamente llena todos los días. Entre rodajes y programas de televisión, apenas tenía tiempo para descansar. Durante el tiempo en que Dafne regresó a Silvania, Maya no pudo encontrar un momento para reunirse formalmente con ella.
