Capítulo 223
Esa frase resonaba en su mente como un eco.
Dafne se sentía desolada, toda la ternura y el cariño que Agustín había cultivado en ella se desvanecían poco a poco.
La nieve caía más fuerte afuera, el viento del norte soplaba ferozmente, haciendo que las ramas de los árboles se agitaran.
Dafne miraba la nieve caer, perdida en sus pensamientos.
El silencio duró solo un momento hasta que su teléfono comenzara a sonar de nuevo,
insistentemente.
Con las lágrimas aún en su rostro, Dafne se sintió de repente muy irritada por el timbre del teléfono.
Era Baltasar quien llamaba.
-Dafi, Agustín vino hoy con su familia para cancelar el compromiso.
Con el corazón tan dolorido que estaba entumecido, Dafne apenas murmuró en respuesta.
Baltasar permaneció en silencio un instante, como si no quisiera decirle todo -¿Viste lo de Agustín con la actriz?
Dafne se mantuvo en silencio, sin responderle.
Baltasar continuó -Mañana haré que alguien organice una conferencia de prensa para anunciar públicamente la ruptura de tu compromiso con Agustín. Esta vez la responsabilidad es completamente de ellos. Dafi, no te sientas mal, nada de esto es tu culpa. Te encontraré un buen partido, alguien que realmente merezca a una chica tan hermosa y talentosa como tú.
Dafne seguía en silencio.
No sabía cómo responderle.
No esperaba que todo pasara tan rápido. Agustín había roto con ella la noche anterior y hoy ya estaban cancelando el compromiso.
¿Era tan urgente para él?
Al recordar la voz dulce y seductora de Maya, Dafne sintió un dolor en el pecho. ¿Agustín tenía tanta prisa por romper con ella solo para estar con Maya?
-Dafi, descansa bien. Mañana, después de la conferencia, mandaré un coche para traerte a
casa.
16:15
Capitulo 223
Después de la conferencia, la familia Rosales no tendría más relación con la familia Junco, y Tristán probablemente dejaría de molestarlos.
Baltasar pensó esto mientras le recordaba a Dafne que no se dejara llevar por la tristeza y cuidara de su salud.
Dafne asintió, con una voz apagada.
En el oscuro salón privado del club.
Bruno estaba sentado en el sofá, con el rostro oculto en la penumbra, su expresión era
indescifrable.
Mientras otros bebían, charlaban y buscaban pareja, Bruno estaba ausente, ajeno al bullicio, deseando solo estar solo en un rincón.
En los últimos días, Dafne había desaparecido.
Solo después de ser dado de alta supo que Dafne se había mudado, el apartamento contiguo ya estaba vacío.
No tenía idea de dónde se había mudado, y no podía comunicarse con ella.
Parecía que de repente Dafne había desaparecido de su mundo.
Se dejó llevar por la desesperación, usando el alcohol para adormecer sus sentimientos.
Una noche, borracho, le pareció ver a Dafne regresar.
Llevaba el vestido que él le había comprado cuando estaban juntos, y le sonrió suavemente
-Bruno.
Lloró de felicidad, abrazando a Dafne mientras reía y lloraba.
Dafne le acarició suavemente el rostro, con una mirada llena de ternura -No bebas tanto, eso te hace daño. Vamos a descansar.
Él cubrió con su mano la de Dafne, buscando el calor de su mano, y las lágrimas corrían por su rostro -Dafi, realmente sé que me equivoqué. ¿Puedes volver?
Dafne sonrió con ternura, y su voz era suave -Ya volví, ¿no lo ves?
Bruno, con los ojos enrojecidos, le preguntó -Te juro que solo te amaré a ti, solo seré bueno contigo. ¿Podemos empezar de nuevo?
Los ojos de Dafne eran cálidos y amorosos -Sí, no me iré nunca más.
-Qué bien -murmuró él-. Pensé que… había perdido mi oportunidad…
Luego ya no pudo contener su llanto y sollozó, lleno de emoción por haber recuperado lo perdido y arrepentido por los errores que cometió en el pasado.
Qué bien.
Su Dafne había regresado.
16:15
Dafne, con la suavidad de la marea, le secó las lágrimas con ternura y se inclinó para besar sus labios.
El deseo se encendió, y la atmósfera se volvió cada vez más apasionada.
Aquella noche, él la poseyó muchas veces.
Se perdieron en la pasión, sintiendo que tocaban el cielo y el infierno al mismo tiempo.