Capítulo 238
A las once de la noche, la vida nocturna apenas comenzaba. El bar estaba lleno, las luces parpadeaban y la música retumbaba. En la pista de baile central, hombres y mujeres se movían al compás de la música, perdiéndose en la búsqueda de placer.
Este lugar era un verdadero nido de insinuaciones y libertinaje.
Dafne entró al bar y el ruido ensordecedor de las voces y la música la hizo fruncir el ceño.
No le gustaban mucho estos lugares.
-¡Dafi, aquí! -Iris le hizo unas señas, con Penélope a su lado.
Dafne se acercó, e Iris, con la confianza de quien ya conoce el lugar, la llevó al bar y la hizo sentarse en un taburete alto-. Leo, tráenos tres mojitos.
El barman sonrió y empezó a preparar las bebidas con destreza.
Iris se inclinó hacia Dafne y le susurró al oído-: Este barman, Leo, tiene veintiséis años y es la estrella de este bar. ¿Qué te parece? ¿Guapo, verdad?
Dafne alzó la vista para evaluar al hombre frente a ella. No era muy alto, tal vez un metro setenta y cinco, pero sus rasgos eran finos y su apariencia atractiva, con un peinado ligeramente ondulado que le daba un aire de galán de telenovela.
Dafne apartó la mirada con disimulo y le respondió-: Me parece bien.
Iris se rio-: ¿Te gusta este tipo? Te dije que era todo un encanto, muchas chicas vienen aquí solo por él.
Justo en ese momento, una chica se acercó a coquetear con Leo, dejando un fajo grueso de
billetes.
Dafne negó con la cabeza-: Hay demasiadas chicas alrededor, no es adecuado.
-¿Y qué? Es solo para divertirse, no para casarse -Iris levantó una ceja-. ¿Por qué solo los hombres pueden divertirse? Nosotras también podemos. ¿Vas a seguir siéndole fiel a Agustín mientras él anda con otra mujer? ¡Diviértete! ¡Libérate!
Dafne frunció el ceño-: Yo… no quiero hacer esto…
-Es que no has descubierto lo divertido que puede ser.
El barman colocó tres mojitos frente a ellas.
Iris sonrió-: Gracias, guapo.
El barman le devolvió la mirada, sonriendo seductoramente-: No hay de qué, preciosa.
Sus miradas se conectaron, y el encanto entre ellos surgió sin que nadie lo notara.
Dafne y Penélope se miraron, ambas sorprendidas, con sus ojos grandes llenos de asombro.
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Capitulo 238
¿Así de fácil conectaron?
Después de terminar su bebida, Dafne se sintió más desanimada que antes. Como dicen, ahogar las penas en alcohol solo aumenta la tristeza. Parece que esa frase tenía toda la razón. Bajo el efecto del alcohol, parecía que extrañaba aún más a Agustín.
Iris intentó consolarla-: No te preocupes, amiga. Si no te gusta este, te presentaré a otros. ¿Recuerdas que te mencioné algo sobre unos modelos? En este bar hay muchos hombres apuestos. Espera, llamaré al gerente. Dime qué tipo te gusta y te lo consigo.
Dafne ya se había tomado tres copas y se sentía mareada, murmurando de manera ininteligible-: No quiero…
Iris, también un poco ebria y con el ruido del bar, no la escuchó bien-: ¿Qué? ¿Quieres uno?
Dafne negó con la cabeza-: No me gusta hacer esas cosas raras…
Iris-: ¿Qué? ¿Solo te gustan los abdominales marcados?
¿Qué tenía que ver eso con lo que le dijo?
Dafne, con las mejillas sonrojadas por el alcohol, tenía la mirada perdida.
Diez minutos después, cinco modelos, cada uno con más de un metro ochenta, se alinearon frente a Dafne, diciéndole al unísono-: ¡Hola!
Dafne, completamente borracha, le sonrió tontamente-: Hola, chicos.
La verdad es que eran bastante atractivos.
Mientras tanto, en un rincón oscuro del bar, Agustín miraba su teléfono con el ceño fruncido, viendo la notificación de un pago echo desde su cuenta de banco-: ¿Ella usó mi tarjeta de banco para contratar modelos para Dafi?
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