Capítulo 240
El gerente tenía la frente llena de sudor, mientras le respondía con cautela: -Estos son solo chicos para acompañar en las bebidas, todo legal, solo acompañan, no están vendiendo su
cuerpo.
Jaime insistía: ¿Ah, sí? ¿Entonces por qué cuando mi hermana se emborracho y se recostó sobre él, él no se apartó? Parecía que lo estaba disfrutando.
-No, no, no, nuestro acompañante solo vio que la señorita estaba ebria y, por amabilidad, la sostuvo. Señor Quiroga, esto es solo un malentendido.
Iris no quería que la situación se saliera de control, así que apoyó al gerente: -Solo bebí de más y casi me caigo. Este chico me ayudó a mantenerme en pie. Jaime, no hagas un escándalo por gusto.
Jaime estaba furioso, su expresión era de incredulidad. -¿Yo haciendo un escándalo?
Iris masajeó sus sienes. -Está bien, me iré contigo. No te comportes como un niño rico mimado causando problemas por todas partes.
Jaime estaba tan enojado que su rostro se puso rojo. -¡Bien, bien! Soy yo el que hace escándalos, soy como un niño mimado, siempre estoy buscándome problemas por todas partes. ¡Iris, tienes toda la razón!
Después de decir esto, Jaime soltó la mano de Iris y se fue furioso.
Iris sonrió, disculpándose con el gerente. -Lo siento, mi hermano a veces es así de irracional. Déjame pagar la cuenta.
Un hombre con camisa y chaleco vino con el recibo de la cuenta. -Su consumo total esta noche es de seis mil quinientos dólares.
Iris le transfirió siete mil. -Los quinientos extra son para compensar al chico por cualquier inconveniente.
El gerente sonrió complaciente. -Es usted muy amable.
En realidad, Iris tenía una gran resistencia al alcohol, no estaba ebria en absoluto. Había fingido estarlo solo para coquetear con el modelo.
Pero nunca imaginó que justo cuando empezaba a ponerse la cosa interesante, Jaime aparecería de la nada, arruinando su plan y haciéndola quedar en ridículo frente a todos. Estaba tan avergonzada que deseaba que la tierra se la tragara.
Miró hacia Dafne, que tenía el rostro sonrojado, los ojos nublados y seguía abrazada a una botella de licor.
Iris le arrebató la botella. -Cariño, ya no bebas más. Estás borracha, llamaré a alguien para que te lleve a casa.
Dafne estaba realmente ebria, con lágrimas surcando sus mejillas sonrojadas.
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Capitulo 240
-Te odio, Agustín. Eres un imbécil… -lloraba Dafne, sin poder contenerse.
El llanto de Dafne, mezclado con la música alta, llegaba hasta los oídos de Agustín, que no estaba lejos. Su corazón tembló y estuvo a punto de acercarse. Dio unos pasos, pero luego se detuvo.
No debía actuar impulsivamente.
Eso se repetía a sí mismo.
Dafne levantó la mirada y sus ojos se cruzaron con los de él por un instante.
Agustín apartó rápidamente la vista y regresó a su asiento.
-Está bien, Dafi, no llores le dijo Penélope, que estaba de espaldas a Agustín, abrazando a Dafne con ternura.
Penélope rara vez bebía y no le gustaban los bares. Había venido esa noche solo para acompañar a Dafne.
-Iris, parece que tu hermano está muy molesto. Mejor vete con él a casa. Yo me quedo con Dafi y llamo al chofer para que nos recoja.
Había bebido un poco, así que no podía conducir.
-Está bien, me voy. Penélope, cuida de ella.
Dafne, sumida en su embriaguez, creyó ver a alguien conocido.
-¿Agus? -murmuró Dafne.
Penélope la abrazó, tratando de calmarla como a una niña. -Dafi, tranquila, te llevaré a casa.
-Penélope, lo vi. Vi a Agus le dijo Dafne, tambaleándose hacia adelante.
Penélope la detuvo. -Dafi, estás borracha.
-De verdad lo vi. Él está aquí.
Dafne tenía los ojos llenos de lágrimas, con una expresión de tristeza. -Agustín, ¿estás aquí, cierto? ¡Sal de donde estás!
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Capitulo 241
El ceño de Tristán se oscureció con furia- ¡Son una banda de inútiles! ¿Cómo se atreven a volver con las manos vacías?
Mauro guardó silencio.
-¿Cuál es la situación del proyecto en Aquilinia con el Grupo Estrella?
Mauro tragó saliva, nervioso, antes de responderle- Después de que se canceló el proyecto, tanto nosotros como el Grupo Estrella sufrimos grandes pérdidas. El Grupo Junco aprovechó para adquirir al Grupo Estrella, y ya están haciendo los trámites.
Con un estruendo, Tristán volcó la mesa de una patada.
-Agustín, algún día te haré pagar todo esto.
Mauro se mantuvo alerta, esperando a que Tristán se calmara antes de atreverse a hablar de
nuevo- Tristán, tenemos noticias recientes de Dafne.
Tristán suavizó su expresión- ¿Qué pasó con ella?
Mauro mostró el video en su teléfono y se lo entregó- Nuestros hombres siguieron a Dafne a un bar y grabaron esta escena, parece que realmente ha terminado con Agustín.
Tristán le echó un vistazo al video, con desprecio en sus ojos.
El hombre soltó una risa sarcástica- Jaja, esa chica tonta aún cree en el amor.
-¿Y qué hacemos con ella?
-No hace falta vigilarla más, no es más que un juguete que Agustín desechó, ahora necesito a mi gente concentrada en otras cosas, no tengo tiempo para preocuparme por ella.
-De acuerdo, Tristán.
-Por cierto, Tristán, Bruno García llamó, quiere verte.
-¿Quién?
Mauro le respondió- El exnovio de Dafne.
Tristán esbozó una sonrisa despectiva y le respondió- No lo conozco.
Mauro le explicó: -Antes, Fátima intercambió la información sobre el paradero de Agustín y los datos internos de la familia Junco por nuestra inversión. Esa inversión luego se destinó al Grupo García, que ahora se ha desarrollado muy bien y es una gran empresa reconocida en el país. El Grupo García aún tiene valor para nosotros.
Tristán mostró un destello de desprecio en sus ojos: -Esa idiota de Fátima, nada más se rodea con estúpidos.
-¿Entonces, Tristán, quiere verlo?
-Lo trataré como un perro que viene corriendo a lamerme los zapatos, así que cuando esté de buen humor, puedo sacarlo a pasear.
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