Capítulo 265
Dafne había estado muy ocupada últimamente.
Estaba ocupada buscando locales y contratando el personal para su bufete.
Después de buscar y buscar, finalmente alquiló un piso completo en un edificio de oficinas en la zona más concurrida del centro de Silvania para establecer allí su bufete de abogados.
Dafne llamó a su bufete el Bufete Sabiduría.
Según la ley, los socios del bufete deben ser abogados con al menos tres años de experiencia. Dafne ya había trabajado en Aguamar durante tres años y, al regresar a Silvania, había ejercido de abogada durante seis meses en el Bufete Justicia. Sin embargo, encontrar otros socios no era tarea fácil.
Su primo Domingo le había presentado a muchos abogados de renombre en Silvania. No obstante, la mayoría de ellos ya se habían independizado y tenían sus propios bufetes. La ley estipula que un abogado no puede trabajar en dos bufetes al mismo tiempo, ni ser socio de más de uno.
Por lo tanto, encontrar socios para su bufete se había convertido en su mayor desafío.
Ese día, Dafne y sus dos amigas estaban conversando en un café.
Al enterarse de que Dafne estaba planeando abrir su propio bufete, Penélope le preguntó.
-¿Te suena Lucas Lemus?-le dijo Penélope-. Estaba en nuestra misma promoción, en la universidad de derecho al lado.
Dafne, Iris y Penélope estudiaron en la Universidad de Silvania, una de las principales universidades del país.
La universidad de derecho de Silvania, al lado, es una institución de alto nivel, y está clasificada como la segunda mejor en derecho en el país, solo detrás de la Universidad de Derecho
Clarosol.
Dafne le dijo: -¿Lucas Lemus? Me suena su nombre, pero no lo recuerdo bien.
Iris dio una palmada en la mesa: -¿No sabes quién es Lucas? Era el galán de la universidad al lado. Los estudiantes de ambas universidades lo comparaban siempre con Agustín, ¿cómo que
no te acuerdas de él?
Dafne intentó recordar, y después de un momento, se encogió de hombros: -No lo recuerdo bien. Sabes que no me interesaban esas cosas y no me gustaba conocer mucha gente. ¿Qué me importa si era el galán de la universidad?
-Es cierto -le dijo Iris sacudiendo la cabeza con resignación-. Parecías una empollona, siempre estabas estudiando. Mientras los demás salían los fines de semana, tú te ibas a la biblioteca. Rechazaste a todos los chicos que se interesaron en ti y ni siquiera tuviste un
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Capitulo 265
romance en los cuatro años de universidad. ¿Para qué tanto esfuerzo? No vas a gastar la fortuna de tu familia en varias vidas.
Penélope sonrió: -Dafi tiene sus propias metas. No le interesa nada de eso, ella lo que quiere es ser una gran abogada.
-Pero hablando de eso, Lucas realmente era guapo. Yo también estuve secretamente enamorada de él por un tiempo, pero él no tenía ningún interés en mí -suspiró Iris-. Después de que me rechazó, la pasé deprimida por unos días.
Dafne sonrió y la miró de reojo: -¿Ah sí? ¿Cuándo pasó eso? No me enteré.
-Fue muy vergonzoso -murmuró Iris-. Obviamente no podía contarles que me rechazaron, pero con la cantidad de chicas que se le declaraban, podrían haber hecho una fila desde la puerta de la universidad hasta su casa. Pensándolo bien, ser rechazada por él realmente no
era tan vergonzoso.
Dafne se rio y bromeó con ella: -¿Cómo es que cambias de opinión tan rápido? Primero dices que es vergonzoso y ahora dices que no lo es.
-¡Ay, qué pesada eres! -Iris le dio una palmadita a Dafne-. No seas tan quisquillosa.
-Les mostraré una foto de él. ¡Es realmente guapo! No me culpen por haberme enamorado de él. No por gusto lo comparaban con Agustín. En todos estos años, de todas las personas que he conocido, solo el atractivo de Lucas se puede comparar con el de Agustín.
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