Capítulo 284
Elsa fruncía el ceño -Agustín y Maya están en el centro de los rumores, nadie sabe realmente quién es Maya, y mucho menos Tristán. La familia Rosales ha estado tranquila por un tiempo, entonces, ¿por qué Tristán secuestró a Dafi de
repente?
Elsa soltó todo de un tirón, y Carlos sentía que su cabeza estaba a punto de explotar.
Se frotó las sienes -¿Me preguntas a mí? No tengo ni idea. Agustín me dijo que volverá pronto, así que esperemos a hablar con él para decidir qué hacer. Ah, y llamaré a Baltasar para que venga y nos ayude a pensar en un plan.
Elsa estaba realmente preocupada por la seguridad de Dafne. Al saber que Tristán había sido quien secuestró a Dafne, se giró hacia Carlos, murmurando -¡Tristán, Tristán! ¿Otra vez él? ¡Carlos, mira lo que has hecho! ¡Si no hubiera sido por ti en aquel entonces…!
Carlos, al escuchar que Elsa volvía a sacar el tema, se sintió cada vez más irritado, perdiendo la paciencia.
Con la cabeza caliente, Carlos le gritó -¡Basta, basta ya! ¿Para qué sigues sacándome lo que hice en el pasado? ¿De qué sirve discutir de eso ahora? ¡Mejor cálmate y esperemos a que Agustín regrese para planear cómo rescatar a Dafi!
Elsa, al ver que Carlos se enojaba con ella, se enfureció aún más, elevando la voz.
-¿Que yo saco el pasado? ¿Cómo te atreves, Carlos? Pregúntate, con sinceridad, ¿en qué te he fallado yo? ¡Desde que me casé contigo, he hecho todo por…!
-¡Ya basta! -le interrumpió Carlos severamente-. ¡Este no es momento para discutir!
Dicho esto, se levantó furioso y subió las escaleras solo, dejando a Elsa en el salón de abajo, con los ojos enrojecidos de
rabia.
Carlos siempre le decía que dejara de hablar del pasado, pero el asunto nunca se había resuelto realmente. Esa era una espina clavada en el corazón de Elsa, un trauma insuperable para ella.
Después de la ira, la tristeza la invadió, y Elsa, con lágrimas en los ojos, se sentó sola en el sofá del salón, llorando en
silencio.
La intensa discusión en el salón llegó a oídos de una empleada doméstica que estaba trabajando.
Esta empleada era alguien cercana a Paula, ya que había trabajado para ella durante más de veinte años. Siempre se encargaba de informar a Paula de cualquier novedad en la casa.
Así que, justo después de la discusión entre Carlos y Elsa, Paula ya estaba al tanto.
La empleada le contó a Paula todo lo que había oído, sin omitir ningún detalle.
Paula se sorprendió al escucharla, incrédula -¿Dices que Tristán secuestró a Dafne?
La empleada asintió ligeramente con la cabeza -Sí, señora.
El rostro de Paula se ensombreció, sus ojos reflejaban una ira contenida -¡Esto es inaceptable!
Aunque Paula odiaba a Dafne, no podía tolerar un secuestro, ni ningún acto ilegal y peligroso.
Además, aunque Tristán no había sido oficialmente reconocido en la familia, seguía siendo su nieto, llevando la
los Junco.
No podía tolerar que su nieto cometiera un crimen.
De inmediato, Paula llamó a Agustín, exigiéndole que volviera a casa.
Agustín le contestó y le aseguró que llegaría pronto.
Después de colgar, Paula le preguntó a la empleada -¿Y Fati? ¿Dónde está?
sangre
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