Capítulo 286
Después de escuchar, Paula frunció el ceño y le dijo: -Es demasiado arriesgado, eres el único heredero de la familia y no puedo permitir que te pongas en peligro.
-Sí, hermano, no puedes ir. Creo que deberíamos llamar a la policía y que ellos rescaten a Dafne. Si vas, Tristán no te dejará en paz.
Agustín puso una cara seria, su mirada era como un cuchillo lleno de advertencias: -Ya les dije que no llamen a la policía.
-Es solo que me preocupo por ti, hermano… -Fátima, con lágrimas en los ojos, fue interrumpida por una mirada severa de Agustín.
Aunque un poco forzado, no todo era fingido. Realmente temía que Agustín no regresara.
Agustín dejó de prestarle atención a Fátima y miró a sus padres y a Paula: -Papá, mamá, abuela, este es el mejor plan por ahora. Necesito que colaboren conmigo.
Paula negó con la cabeza: -No estoy de acuerdo, no puedes ir.
Agustin, con expresión fría y con la mandíbula apretada, le respondió: -Abuela, ya tomé una decisión.
Les dejó claro que no importa que se opongan.
-Oye… -Paula temblaba de ira-, ¿en serio arriesgarías tu vida por una mujer? Bien, bien, ya estoy muy vieja para poder controlarte. ¡Le diré a tu abuelo para que él lo haga!
Carlos, al ver a su madre tan alterada, se puso nervioso y rápidamente le dio palmaditas en la espalda para calmarla: -Mamá, cálmate, o te volverá a dar un ataque al corazón.
Carlos estaba realmente preocupado. Su madre había tenido un ataque al corazón recientemente y casi no la salvan. Temía que mientras intentaban rescatar a Dafne, ella sufriera otro ataque.
-Hermano, no puedes hacer esto, la abuela tiene problemas del corazón y no puede soportar el estrés. Si algo te pasa, ella…
Fátima, viendo que Agustín no la escuchaba, intentó usar a Paula como una forma de presión
emocional.
Después de recibir la llamada de Tristán, Agustín rápidamente ideó un plan de rescate.
Su plan era, de hecho, el mejor que tenían en ese momento.
Agustín podría haber ido directamente a Nublario sin volver a la casa. Sin embargo, Tristán había amenazado con matar a Dafne si llamaban a la policía, por lo que Agustín temía que su familia y la familia Rosales se precipitaran y arruinaran su plan. Por eso decidió volver y contarles su estrategia.
Mientras todos estaban tensos, Baltasar y Clara llegaron apresurados.
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-¿Qué pasó? ¿Hay noticias de Dafi? -les preguntó Baltasar con ansiedad.
Agustín les explicó la situación.
-¿Qué? ¿Estás diciendo que Tristán secuestró a Dafi?
Baltasar, desesperado, se abalanzó sobre ellos, pero el guardaespaldas lo detuvo rápidamente.
-Baltasar, cálmate -instó Carlos.
-¿Calmarme? ¿Cómo quieres que me calme? -los ojos de Baltasar estaban inyectados en sangre, su pecho latía violentamente-. Me dijeron que después de romper el compromiso, Tristán nos dejaría en paz. Pero ahora, después de tanto tiempo, ¿por qué sigue atacando a Dafi? ¡Hoy tienen que darme una explicación!
A diferencia de Baltasar, Agustín mantenía la calma. Con un tono de voz paciente y una mirada de disculpa, le dijo a Baltasar: -Señor, la vida de Dafi está en peligro. No es momento de exigir explicaciones. Necesito que colaboren para rescatarla. Después de sacar a Dafi de peligro, les daré una respuesta.
Agustín compartió su plan con Baltasar.
Al escuchar que Agustín estaba dispuesto a arriesgar su vida por Dafne, la expresión de Baltasar se suavizó un poco y comenzó a calmarse.
-Hagámoslo como dijiste.
