Capítulo 320
Baltasar y Clara llegaron rápidamente a la base.
Clara abrazó a Jana mientras lloraba desconsoladamente.
-Mi bebé… sollozaba, Mamá pensó que nunca te volvería a ver… Te he extrañado todos los dias, y todas las noches he soñado contigo. Mi bebé, mamá estaba tan preocupada por ti…
Dafne, de pie a un lado, observaba en silencio mientras las lágrimas calan por su rostro.
En los últimos dias, cada vez que cerraba los ojos, veia al loco de Tristán torturando a su hermana. Siempre tenia pesadillas en las que Tristán le rociaba gasolina a su hermana, con la intención de quemarla viva, o en las que le decía que debía intercambiar su vida por la de su
hermana.
Viendo esta escena, incluso Baltasar, un hombre fuerte, tenía los ojos enrojecidos.
Tenía muchas cosas que quería decir, pero al final solo pudo susurrar-: Jana, papá también te extrañó mucho.
Después de que los cuatro lloraran, Clara, siempre atenta, notó que el estado mental de Jana
no era bueno.
Con los ojos enrojecidos, le dijo: Jana ya tenía un trauma psicológico de la vez anterior que fue secuestrada, ahora ha sido llevada a Aquilinia y casi pierde la vida. Me preocupa que…
Se le quebró la voz y no pudo continuar.
Jana tenía menos de nueve años, pero ya había pasado por dos secuestros.
Una niña tan pequeña no podía soportar este tipo de traumas tan seguido.
Definitivamente tendría problemas psicológicos.
Baltasar tenía ojeras profundas.
Durante los días en que su hija pequeña estuvo secuestrada, no había dormido bien.
En ese momento, Baltasar, con el rostro cansado y demacrado, miraba a su niña con una mezcla de culpa y preocupación-. Contactaré al mejor psicólogo infantil de inmediato -dijo con determinación.
Dafne añadió-: Yo también hablaré con algunos amigos para encontrar al especialista más reconocido en psicología infantil. Jana estará bien.
Clara suspiró profundamente-: Eso espero.
Mientras tanto, Agustín y Leopoldo estaban afuera discutiendo algunos asuntos.
Cuando la familia Rosales salió, se encontraron con ellos.
La mirada de Agustín se posó en Dafne, sus ojos se encontraron, y los de Dafne estaban
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enrojecidos de tanto llorar.
Agustin sintió un dolor sutil en su corazón al verla.
Dafne apretó los labios y desvió la mirada, sin decir nada.
Clara queria agradecerle a Agustin, pero al recordar que si no hubiera sido por él, su querida hija no habría sido secuestrada, las palabras de agradecimiento se atoraron en su garganta.
Baltasar miró a Agustin con frialdad.
Agustin, manteniendo su compostura, lo saludó educadamente-: Sr. Baltasar
-Espero que ni te imagines que voy a agradecerte esto–le respondió Baltasar con un tono de voz sarcastico.
Agustin no se molestó y asintió ligeramente con la cabeza-: ¿Cómo está Jana?
Esa pregunta solo enfureció más a Baltasar
Bufo-: Gracias a ti, casi no lo logra.
Agustin bajó la mirada, visiblemente arrepentido-: Lo siento mucho,
Leopoldo, al lado, quería decir algo, pero sin el permiso de Agustín, no se atrevió a intervenir.
A pesar de la disculpa de Agustín, Baltasar no estaba dispuesto a perdonarlo.
Con el rostro sombrío y la voz helada, le dijo: ¿De qué sirve disculparse? ¿Acaso una disculpa cura el daño que han sufrido Dafne y Jana por tu culpa?
Agustín permaneció en silencio.
Baltasar bufó nuevamente y, abrazando a Jana, se alejó furioso.
Clara lo siguió, sin decir una palabra.
Dafne también fue detrás de ellos.
Al pasar junto a Agustín, él la detuvo sujetando su muñeca-: Dafne…
Dafne se detuvo y lo miró-: ¿Qué quieres ahora?
Los ojos de Agustín eran profundos, llenos de dolor, y su postura era humilde-: ¿Podemos reconciliarnos?
Dafne se quedó perpleja.
Sus ojos reflejaban incredulidad.
Le tomó un momento reaccionar, y frunciendo el ceño le preguntó-: ¿De qué estás hablando?
¿Reconciliarnos?
A estas alturas, ¿cómo podrían reconciliarse?
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Capitulo 320
Para empezar, Paula no la soportaba y se oponía firmemente a que estuvieran juntos. Incluso si, por alguna razón, Paula aceptara su relación, una reconciliación seguiría siendo imposible. Entre ellos se interponía el secuestro de Jana y de ella misma, un evento que casi les costó la vida a ambas. Baltasar sentía un odio profundo hacia la familia Junco, y aunque en el fondo ella aún tuviera algún sentimiento por él, una reconciliación era inimaginable.
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