Capítulo 326
Olivia había aprobado su entrevista en el Bufete Sabiduría y hoy comenzaba oficialmente como abogada asalariada alli.
Justo Inés también dejó el Bufete Justicia para unirse a la firma de Dafne, así que Dafne decidió que Inés fuera la asistente de Olivia.
Ambas chicas eran de carácter alegre y extrovertido, y se llevaban muy bien.
En el caso de la Empresa EN, Dafne organizó las pruebas según la sugerencia de Lucas y redactó la demanda.
Ese día, cerca de la hora de salida, Dafne recibió una llamada de un detective privado.
-Srta. Rosales, tengo avances sobre lo que me pidió investigar de Bruno y Fátima. ¿Tiene tiempo hoy para vernos? Tengo algo que entregarle.
Dafne le respondió: -Por supuesto, estoy a punto de salir del trabajo. Puedes venir a la cafetería cerca de aquí.
-De acuerdo.
Dafne le dio una dirección y le dijo: -A las seis y media, nos vemos en la cafetería.
-Bien, Srta. Rosales.
Después de colgar, Lucas tocó la puerta y entró. -Srta. Rosales, sobre lo que mi tía le dijo ayer, pensé que debería ofrecerle una disculpa.
Dafne levantó las cejas y le dijo -No te preocupes, sé que estaba bromeando, así que no le di importancia.
-¿Qué tal si…? -Lucas ajustó sus gafas-. Te invito a cenar, como disculpa en nombre de mi tía.
Dafne sonrió -No hace falta, no seas tan formal.
Lucas miró a Dafne, hizo una pausa, se pasó la mano por la cabeza y le dijo: -Está bien.
-Ah, por cierto. -Dafne sacó dos pesadas carpetas llenas de documentos-. Hoy llegaron nuevos casos, estos dos son para ti, son de tu especialidad.
Lucas tomó los sobres y sonrió: -Tan pronto nuevos casos, definitivamente trabajar contigo no me dejará con los bolsillos vacíos.
-¿Lo único que te preocupa es no quedarte sin dinero? -Dafne se rio-. Ábrelos y mira.
Lucas abrió los sobres.
Eran casos de disputas de los derechos de una marca registrada.
Lucas revisó rápidamente los materiales y una sonrisa se dibujó en sus labios. -El dinero del
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vino de anoche ya lo estoy recuperado.
Dafne también sonrió -Te dije que no saldrías perdiendo.
-Gracias. -Lucas guardó los documentos del caso.
Después del trabajo, Dafne ordenó su escritorio y se dirigió a la cafetería cerca del edificio para su reunión con su detective.
Dafne empujó la puerta de cristal y entró en la cafetería. En un rincón discreto, vio al detective privado vestido de negro, con una gorra.
Dafne se acercó y se sentó frente al hombre. -Hola, Sr. Juárez.
El detective privado se llamaba Salvador Juárez.
-Hola, Srta. Rosales.
Después de los saludos, Salvador buscó en su mochila algo.
-Señorita, estas son las fotos que tomé de Bruno y Fátima conversando en los últimos días. -El detective privado colocó en la mesa un sobre con las fotos.
Dafne abrió el sobre y empezó a revisar las fotos.
Al ver las fotos de Fátima y Bruno juntos, Dafne sonrió con frialdad. -Tal como lo sospechaba.
-Además, aquí está la grabación de audio de su encuentro de anoche. -El detective privado abrió su teléfono-. Se la enviaré.
Al recibir el audio, Dafne se puso los auriculares y reprodujo la grabación.
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