Capítulo 361
Dentro de la sala, otras personas también comenzaron a levantar sus paletas para ofertar.
-Quinientos treinta mil.
-Quinientos cuarenta mil.
-Quinientos cincuenta mil.
Pronto, el precio del brazalete alcanzó los seiscientos mil.
Dafne estaba sintiendo que estar llamando constantemente era agotador; pensó en esperar a que nadie más ofertara para luego ella hacerlo.
Justo en ese momento, Lucas de repente ofertó:
-Setecientos mil.
Lucas había notado que a Dafne le gustaba ese brazalete, y como Agustín le había arrebatado esos pendientes, decidió regalarle el brazalete de jade a Dafne.
Apenas Lucas terminó de hablar, la voz fría de Agustín resonó:
-Ochocientos mil.
Incluso el subastador se sorprendió, jalguien había aumentado un millón de una vez!
El subastador no pudo evitar sonreír ampliamente mientras decía:
-Ahora el precio es de ochocientos mil, ¿alguien ofrece más?
Lucas entrecerró los ojos y dijo:
-Novecientos mil.
Agustín, sin dudarlo, replicó:
-Un millón.
La gente comenzó a voltear a mirar, pero Agustín mantenía la compostura, con su habitual expresión serena.
Lucas, también imperturbable, dijo:
-Un millón cien mil.
Agustín esbozó una sonrisa sarcástica:
-Un millón quinientos mil.
Dafne ya estaba empezando a molestarse.
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Capitulo 361
¿Estaban ellos dos volviéndose locos?
¿Por qué cada vez que le gustaba algo ellos dos comenzaban a subir el precio?
Aunque no les faltaba el dinero, no deberían despilfarrario así,
Lucas continuaba la competencia con Agustin:
-Un millón seiscientos mil.
Agustin levantó su paleta con calma:
-Dos millones.
Lucas pensó: “Bueno, admite que eres un tonto con mucho dinero, te dejo el brazalete, ese colo parece antiguo, no le queda a Dafne,”
Finalmente, el brazalete de jade fue adquirido por Agustín por dos millones.
Dafne estaba al borde de estallar.
No le interesaban mucho las siguientes tres piezas en subasta,
Hasta que la cadena que más le gustaba comenzó a ser subastada,
Dafne sacó su teléfono y llamó a Agustín.
Cuando Agustín vio la llamada, sintió una oleada de emoción, hacía tiempo que Dafne no lo llamaba por iniciativa propia.
El hombre sonrió, su expresión reflejaba alegría,
Sin embargo, tan pronto como contestó la llamada, recibió una avalancha de reproches.
La sonrisa en su rostro se congeló al instante.
Todo salió mal, pensó. Había comprado esas cosas para hacer feliz a Dafne, pero en cambio, la había molestado.
Agustín sintió un poco de frustración.
Con voz suave, trató de calmarla:
-Lo siento, cariño, no volveré a ofertar sin sentido.
-Cállate–replicó Dafne molesta-. ¿Quién es tu cariño?
-Tú.
Apenas Agustín terminó de hablar, Dafne colgó el teléfono abruptamente.
Esta vez, Agustín obedeció y no volvió a ofertar.
Lucas notó el comportamiento inusual de Agustín y se volvió a mirar a Dafne.
Estaba sentado cerca de ella y podía ver claramente su expresión.
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Capitulo 261
Parecia realmente enojada,
¿Era por el desorden que habían causado en la subasta?
Las ofertas de Agustín ciertamente no tenían sentido,
Pensando en esto, Lucas bajó su paleta de manera discreta y dejó de ofertar.
Finalmente, Dafne consiguió la cadena que quería,
Terminada la subasta, Dafne se levantó y salió directamente del recinto.
Agustín la siguió apresuradamente,
-Dafi, espera,
Dafne no detuvo su paso y caminó hacia el estacionamiento al aire libre.
Cuando Lucas llegó, Dafne ya estaba discutiendo con Agustín.
-Agustín, ¿cuándo te volviste tan inmaduro? -La ira era visible en los ojos de Dafne-. ¿Tienes que competir con Lucas? ¡El ya dejó claro que no está interesado en mí!
Lucas escuchó esto y se detuvo a cierta distancia de ellos.
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