Capítulo 38
-¿De verdad? -le preguntó Macarena con entusiasmo-. Quiero ir primero a la Patagonia, en esta temporada el paisaje de Ushuaia es precioso.
Ushuaia, pensó Bruno. Ese nombre le sonaba familiar.
Ah, ya lo recordaba, Dafne lo había mencionado antes.
Ella había dicho que quería ir de vacaciones a Ushuaia.
¿Y qué le había dicho él en ese momento?
Le dijo que durante las vacaciones había demasiada gente, y que así no tenía nada de
divertido.
Ahora estaban en esas mismas vacaciones, y Bruno, aunque quería negarse, recordó a Dafne y cambió de opinión.
-Está bien, vayamos a la Patagonia.
Después de acompañar un rato a Macarena viendo televisión, Bruno seguía sintiéndose inquieto.
-Acabas de salir del hospital, descansa bien en casa. Tengo que salir un momento.
Macarena, comprensiva, no le preguntó a dónde iba.
Dafne acababa de romper con él, no era fácil acostumbrarse de inmediato, y Macarena no quería presionarlo.
Sonrió con dulzura y comprensión. Está bien, ve. Yo te espero en casa.
Una vez fuera, Bruno llamó a Ginés.
-Ginés, salgamos a tomar algo. Llama también a Romeo y a los demás.
Era un club exclusivo que Bruno solía frecuentar.
Al entrar por la puerta del reservado, sus amigos ya estaban allí.
Al verlo entrar, Romeo le sonrió-. Bruno, ¿por qué vienes solo? ¿Macarena no está contigo?
Bruno lo miró con extrañeza-. ¿Por qué estaría ella conmigo?
-Eh… -Romeo se quedó sin palabras ante esa pregunta inesperada.
Antes de que pudiera responderle, Bruno lo sorprendió aún más.
-Mi novia es Dafne, ¿por qué no me preguntas por ella?
Romeo quedó atónito.
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-¿En serio, Bruno? Desde que Macarena regresó al país, siempre sales con ella. ¿Por qué de repente mencionas a Dafne? ¿No nos decías que era aburrida y que no sabía divertirse?
El rostro de Bruno se tornó complicado.
No podía refutar eso.
Ginés intervino rápidamente para cambiar de tema.
-Bruno, no te hemos visto salir últimamente, ¿en qué andas tan ocupado?
Bruno se dejó caer en el sofá y encendió un cigarrillo-. Macarena estuvo en el hospital unos días, así que la estuve acompañando.
Ginés lo miró con una expresión extraña—. Bruno, ¿no acabas de decir que Dafne es tu novia? ¿Y estuviste en el hospital con Macarena? ¿Dafne no te armó un escándalo?
El rostro de Bruno se oscureció.
¡Dafne no solo hizo un escándalo, sino que también quería romper con él!
Pensando en eso, Bruno inhaló profundamente el humo del cigarrillo-. Sí, peleamos y quiere terminar conmigo.
Los demás se miraron entre sí, pareciendo haber tocado sin querer un tema delicado. Romeo se burló-. ¿Dafne se atrevería a dejarte? Eres el mejor hombre que podría tener. Apuesto a que en menos de diez días volverá a buscarte.
-Sí, sí, Dafne te ama mucho. Hemos visto eso estos tres años, y te aseguramos que ella no puede vivir sin ti. Yo apuesto ocho días.
-No te dejaría. Solo está haciendo un berrinche. Apunto a que en menos de dos semanas estará rogando por volver contigo.
Al escuchar esto, Bruno finalmente se relajó un poco.
Tomó un sorbo de su bebida, mostrando desdén-. ¿Quiere que vaya tras ella? Eso no va a
pasar.
Fue entonces cuando Ginés, con voz suave, le preguntó:
-¿Y si no vuelve?
Eso dejó a Bruno perplejo.
¿Qué haría si Dafne no regresaba?
No había considerado esa opción.
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