Capítulo 404
Baltasar reaccionó con indiferencia, simplemente soltó un “mm” y no dijo mucho más.
Clara no entendía el significado del “mm” de Baltasar.
¿Será que no estaba satisfecho con Lucas?
¿O tal vez ya lo aprobaba en su corazón?
Esta vez, Lucas visitó a la familia Rosales, y tanto Clara como Baltasar estaban en casa, algo poco común.
Lucas había recibido una buena educación y nunca llegaba a la familia Rosales con las manos
vacías.
En sus visitas anteriores siempre había traído regalos.
Sin embargo, en esas ocasiones, Baltasar y Clara no estaban en casa al mismo tiempo.
Lucas saludó a Baltasar y le entregó el regalo que había preparado.
Dos botellas de un buen vino de los años noventa y una selección de las mejores hojas de té.
Había investigado de antemano que Baltasar no fumaba, le gustaba disfrutar de un buen té y ocasionalmente de un poco de vino.
La empleada de la casa recibió los regalos, y Baltasar les echó un vistazo, mostrando un leve gesto de aprobación en sus ojos.
Pero solo un poco.
No permitiría que unos regalos lo convencieran de aceptar que alguien cortejara a su adorada hija.
-Has sido muy atento -dijo Baltasar con cortesía.
Clara fue un poco más cálida, sonriendo mientras decía-: Lucas, no tenías que traer regalos, es muy amable de tu parte.
Lucas sonrió amablemente-: Es lo mínimo que puedo hacer.
Jana vio a Natalia y corrió entusiasmada a tomar su mano-: Natalia, vamos a jugar a mi
cuarto.
Natalia sonrió respondiendo-: Claro, Jana.
Las dos pequeñas subieron al piso de arriba mientras Dafne y Lucas se sentaron en el sofá de la sala de estar.
La empleada trajo té caliente y frutas cortadas-: Sr. Lemus, por favor, tome un poco de té.
-Gracias.
1/2
15.27
Capitulo 404
Dafne preguntó-: Dijiste que tenías un caso del que querías hablar, podemos hacerlo aquí
mismo.
Lucas asintió-: Claro.
Ambos se concentraron en discutir el caso.
Baltasar no los interrumpió, solo les echó un vistazo antes de levantarse para ir a la sala de té.
Clara también se retiró discretamente.
Antes de irse, volvió a mirarlos, pensando que Lucas y Dafi parecían una buena pareja, y que seria genial si Dafi pudiera olvidar a Agustín y estar con Lucas.
Cuando Dafne regresó a la firma de abogados y se sumergió en el trabajo, sintió que volvía a estar completa.
Después de más de un mes de recuperación en el hospital, durante el cual varios casos fueron llevados a juicio, tuvo que delegar en otros abogados.
Aunque quería revisar los casos, sus amigos no querían ir a la oficina a buscarle los expedientes, insistiendo en que debía descansar y no preocuparse por el trabajo.
Lucas, durante una visita al hospital, bromeó diciendo-: No te preocupes, Dafne. En el mes que estuviste fuera, la firma está bien, todos tienen casos y nadie se muere de hambre. La firma no
va a quebrar.
Finalmente, al ser dada de alta, Dafne sintió que renacía.
Sentada de nuevo en su familiar oficina, cerró los ojos y exhaló profundamente, sintiéndose
tranquila y contenta.
Inés entró sonriendo y dejó un montón de carpetas de casos sobre el escritorio de Dafne-: ¡Bienvenida de vuelta, Srta. Rosales!
Olivia la siguió-: ¡Bienvenida de regreso!
Inés señaló las carpetas: ¿Lo ves? Te dijimos que descansaras en el hospital sin preocuparte por el trabajo. Ahora que volviste, tendrás mucho que hacer.
Dafne sonrió-: Está bien.
Luego se volvió hacia Olivia-: ¿Cómo fueron los juicios que delegué?
Olivia le explicó brevemente cómo habían ido los juicios y concluyó-: Ganamos todos.
-Excelente -dijo Dafne con mirada aprobatoria-. Olivia, has mejorado mucho.
Olivia sonrió con orgullo-: Todo gracias a tener una buena mentora como tú.
2/2