Capítulo 419
Dafne levantó el sobre de documentos en su mano y dijo: -Chiquilla, vengo a ver a Agustín por un asunto serio, no es lo que piensas.
Noa soltó una risa fría, con una mirada despectiva: -Si realmente tienes un asunto serio, ¿por qué no hiciste una cita antes? No me vengas con cuentos, sé que solo estás usando ese sobre para fingir que tienes un motivo legítimo para entrar. Esa táctica ya está pasada de moda y todo el mundo la usa.
Dafne entendió la situación.
Parece que muchas mujeres intentaban ver a Agustín bajo el pretexto de tener asuntos importantes.
Sin embargo, no se molestó. Más bien, encontró divertido que esta recepcionista se tomara su trabajo tan en serio y hablara de manera tan peculiar.
Con una sonrisa, Dafne decidió jugar un poco: -¿En serio mi táctica está pasada de moda?
La recepcionista frunció los labios: -Claro que sí. Antes me engañaron con ese truco y dejé entrar a alguien. Casi me despiden por eso. Afortunadamente, mi primo es el asistente personal del jefe y tiene peso aquí, si no, ya estaría sin trabajo. Aunque mantuve el empleo, me descontaron casi medio mes de salario, así que esta vez no te dejaré pasar bajo mi vigilancia.
-¡Jajaja! -Dafne no pudo contener la risa.
Miró a la chica, divertida, y le preguntó: -¿Dices que tu primo es el asistente del jefe?
-Así es.
Noa intentó disuadirla: -Sé que el jefe es muy guapo y atrae a muchas chicas. La verdad, tú también eres muy bonita, pero el jefe no está interesado en tu tipo. Hay miles de chicas que sueñan con él, pero ninguna de nosotras tiene oportunidad.
Dafne se rio.
Nunca pensó que alguien la tomaría por una de las “chicas soñadas” de Agustín.
-¿Estás diciendo que tú también eres una de las soñadas de Agustín? -preguntó Dafne riendo.
Noa, sin malas intenciones, respondió de inmediato.
-Sí, pero no soy tan tonta como para pensar que tengo oportunidad. Sé que no soy suficiente para el jefe -dijo, evaluando a Dafne de arriba a abajo-. Hermana, eres tan hermosa que puedes conseguir a cualquier hombre. Escucha mi consejo: no te obsesiones con un solo árbol. Nuestro jefe ya tiene a la Srta. Seballos.
La sonrisa de Dafne se desvaneció un poco: -¿Srta. Seballos?
La joven asintió: -Sí, es Luna, la heredera de la familia Seballos. A su corta edad ya es la
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Capítulo 419
directora de una empresa que cotiza en bolsa. Es hermosa y exitosa, una pareja perfecta para nuestro jefe.
-¿De verdad? -Dafne respondió con un tono frío.
Noa vio el cambio en su expresión y pensó que había logrado hacerle entrar en razón.
-Por eso, deberías olvidarte de él.
Justo en ese momento, el teléfono de Dafne vibró.
Sacó el teléfono y vio quién llamaba.
Era Gustavo, el asistente de Agustín, y también el primo de la recepcionista.
Dafne sonrió con picardía, mostrando la pantalla a la chica: -Es tu primo llamando, ¿quieres hablar con él?
Noa abrió los ojos, incrédula: -¿Conoces a mi primo?
Dafne respondió la llamada y le entregó el teléfono a Noa.
La chica tomó el teléfono, mirando a Dafne con desconfianza.
La voz de Gustavo sonó desde el otro lado: -Srta. Rosales, ¿me llamó por algo?
La muchacha, todavía confundida, no apartó la vista de Dafne: -Primo, soy yo.
-¿Noa? ¿Cómo es que estás tú? -Gustavo también se sorprendió.
En seguida, comprendió la situación: -¿La Srta. Rosales está en la recepción?
-Sí, entonces, ¿realmente conoce al jefe?
Gustavo se dio cuenta de que la situación era grave.
Esto no pinta nada bien.