Capítulo 42
-Dafne, por fin llegaste -Jaime fue el primero en saludarla-, tres años sin vernos y te has vuelto mucho más guapa.
Iris puso los ojos en blanco-. Hermano, ¿puedes dejar de ser tan empalagoso?
Jaime hizo un chasquido con la lengua, fingiendo estar descontento -¿Acaso no sabes hablar? ¿Cómo puedes llamarlo empalagoso? Esto se llama tener habilidades para socializar.
-Eres un aburrido -Iris tomó a Dafne del brazo y se dirigió hacia adentro-. Dafi, vámonos, no
le hagas caso.
Penélope se acercó obedientemente y se sentó al lado de Eduardo-. Hermano.
-Mmm. -Eduardo asintió ligeramente.
Dafne se sentó junto a Agustín-. Agus, perdón por la espera.
La voz de Agustín era suave. No, nosotros también acabamos de llegar.
Mientras hablaba, dirigió su mirada hacia una chica-. ¿Por qué no saludas?
Su tono de voz llevaba un ligero reproche.
La chica señalada torció los labios, respondiéndole a regañadientes -Srta. Rosales, hola.
La mirada de Agustín se volvió fría al observarla, frunció el ceño.
-¿Quién es ella? -Dafne inclinó ligeramente la cabeza, sus ojos mostraban una pizca de duda. Con voz indiferente, Agustín le respondió -Es mi hermana, Fátima Uribe.
Ah, entonces ella era Fátima, la hija adoptiva de la familia Junco.
Dafne había oído hablar de ella, pero era la primera vez que la veía.
Fátima no había vivido en la mansión antes, hace unos años la habían enviado al extranjero a estudiar, y nadie sabía cuándo había regresado.
-Fátima, Dafne es mi futura esposa, tu cuñada. ¿Y así la saludas?
Los ojos de Agustín brillaron con frialdad, su voz sonaba baja y autoritaria-. ¿No tienes modales?
-Lo siento, hermano -Fátima se disculpó de inmediato.
-¿Con quién deberías disculparte? -Agustín entrecerró los ojos, y el ambiente se volvió más
tenso.
-Cuñada, lo siento -Fátima se giró hacia Dafne para disculparse, con una actitud
relativamente sincera.
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Capitulo 42
-No pasa nada, somos una familia, no hay necesidad de ser tan formal -Dafne agitó la mano, con una breve expresión de incomodidad.
¿Por qué la primera vez que se ven tenía que ser tan incómoda?
Después de todo, serían familia en el futuro.
Sus ojos suaves como el agua se dirigieron a Agustín-. Agus, no seas tan duro.
Casi al instante, la frialdad en los ojos de Agustín se desvaneció.
Le dedicó a Dafne una leve sonrisa-. Está bien.
Fátima observó todo esto.
Bajo la mesa, sus manos se cerraron en un puño.
-¿Por qué tienes tan mala cara? -Iris le comentó con preocupación. ¿Quieres que llame a alguien para llevarte al hospital?
Fátima recuperó la compostura y le respondió fríamente -No es necesario.
Iris puso los ojos en blanco y soltó un ligero resoplido, murmurando entre dientes -¿A quién quiere engañar?
Aunque no había tenido contacto previo con Fátima, su instinto le decía que Fátima no era fácil
de tratar.
La hostilidad de Fátima hacia Dafne era evidente.
Iris murmuró suavemente sobre Fátima, inaudible para los demás, pero Jaime, sentado justo a su lado, escuchó cada palabra.
Él le dio un suave tirón en el brazo a Iris bajo la mesa—. No seas así, al fin y al cabo, Fátima es la hermana de Agustín, hay que mostrarle un poco de respeto.
Iris, sintiendo el dolor, se giró bruscamente y fulminó a Jaime con la mirada, al mismo tiempo que le pellizcaba con fuerza el brazo, decidida a ajustar cuentas en ese momento.
-¿Quieres intentarlo otra vez? -Iris le dijo entre dientes, con una mirada feroz.
Jaime gimió de dolor -¡Lo siento, lo siento, suéltame, me duele!
Justo en ese momento, alguien abrió la puerta y entró-. Disculpen, había tráfico y llegué tarde.
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