Capítulo 437
Bruno frunció el ceño y dijo: -Dafne, tú sabes que la persona a la que amo eres tú,
Dafne sonrió con desdén. -En su momento, ¿no te gustaba mucho engañarme con Macarena? ¿No era tu madre quien adoraba a Macarena como su nuera ideal? ¿Cómo es que ahora que Macarena está esperando un hijo tuyo, no la quieres?
-¿Lo sabes todo? -Bruno tambaleó, con el nerviosismo reflejado en sus ojos-. Dafne, no te enojes, déjame explicarte. Esa noche estaba borracho, la confundí contigo y por eso…
-¡Cállate! -exclamó Dafne con repugnancia-. Bruno, te equivocas. Estoy mencionando esto solo para regodearme en tu desgracia. Antes me trataste tan mal, y ahora el karma ha hecho su trabajo. Estoy disfrutando esto.
-Bien, Bruno, sal de aquí. Tengo asuntos importantes que discutir con la Srta. Rosales -intervino Emanuel con voz firme.
-Papá…
-¡Fuera!
Después de hablar del caso con Emanuel, Dafne bajó las escaleras y vio que Bruno aún no se había ido.
-Dafne, tengo algo que decirte -Bruno se acercó con una expresión suplicante.
Dafne respondió fríamente: -No tengo nada que hablar contigo.
-Dafne, sé que ahora no tengo derecho a decir que te amo, pero tú…
-¡Quítate de mi camino! -gritó Dafne con furia-. Si sigues molestando, no me culpes por ser
rosera.
-Dafne, escúchame…
Dafne le lanzó una mirada a Eva.
iva no dudó en empujar a Bruno con tal fuerza que casi lo hizo caer.
Bruno intentó decir algo más, pero al ver la mirada asesina de Eva, se detuvo en seco.
Dafne subió al auto.
-Jefa, ¿a dónde vamos ahora? -preguntó Eva.
-Regresa al bufete.
-Muy bien.
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Pronto llegó el día del juicio por el caso de divorcio de Emanuel.
Durante el juicio, Dafne defendió con firmeza, hablando con tal elocuencia que dejó al abogado. del demandante sin palabras.
Al final, sin sorpresas, el juez dictaminó que no se concedía el divorcio.
Terminó el juicio.
En la entrada del juzgado, Emanuel sonreía ampliamente. De todos modos, gracias por todo.
Dafne sonrió también. -No hay de qué, Sr. García. Según la ley, después de que el tribunal rechaza el divorcio por primera vez, si las partes viven separadas durante un año y luego presentan de nuevo la demanda, se concede el divorcio. Así que le aconsejo que no se separe
de la Sra. García.
Emanuel asintió. -Me tomaré unos días para despejarme, y luego regresaré.
-Bien, solo asegúrese de no estar separados por un año.
-Lo tengo claro.
-¡Dafne, maldita seas! -Gabriela se acercó furiosa, su rostro retorcido por la ira-. ¡No te vas a
ir sin más!
Dafne frunció el ceño al verla venir.
Gabriela, llena de furia, levantó la mano para golpear a Dafne.
Dafne atrapó la muñeca de Gabriela con la mano izquierda, bloqueando el golpe, y con la
derecha le dio una bofetada en la cara.
-¡Paf!– sonó claramente.
El rostro de Gabriela se enrojeció al instante.
-¡Cómo te atreves a pegarme! -gritó Gabriela.
-¡Paf!– otra bofetada, esta vez con la mano izquierda, en la otra mejilla de Gabriela.
-Tú… -Gabriela no pudo terminar la frase cuando recibió dos bofetadas más, una tras otra.
Dafne, con ambas manos, golpeó a Gabriela en el rostro sin compasión.
Gabriela quedó atónita.
Por un momento, olvidó cómo reaccionar.
-Sra. García, le aconsejo que no sea tan imprudente -advirtió Dafne, su voz helada como el hielo.
El rostro de Gabriela estaba rojo e hinchado por ambos lados.
Emanuel estaba boquiabierto.
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Capitulo 437
Nunca había imaginado que Dafne pudiera ser tan audaz.
Pensó que solo era una chica frágil.
Cuando volvió en sí, Dafne ya se había marchado.
Gabriela, aún furiosa, intentó seguir a Dafne para enfrentarse a ella nuevamente, pero Emanuel
la detuvo. -¡Basta, déjalo ya, estamos en la puerta del juzgado!
Gabriela lloraba desconsolada. -¡Emanuel, maldito seas! ¡Tu esposa fue golpeada y te quedas ahí mirando? ¡Aléjate de mí! ¡No me toques!
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