Capítulo 466
Dafne sentía una mirada fría y resentida desde el otro lado de la mesa.
Agustín, al notar que Luna lo observaba, dijo con un gesto indiferente:
-Dafi ama el pescado, pero a menudo se atraganta con las espinas, así que yo siempre se las quito.
Luna se quedó en silencio.
No, nadie te preguntó eso.
Yo tampoco pregunté nada esta vez.
Dafne sonrió incómodamente.
No era su intención presumir su relación frente a Luna.
Pero hasta un tonto podría ver que Agustín lo hacía adrede.
Luna fue quien invitó a esta comida, y Dafne se preguntaba si luego de esto Luna no estaría molesta con ella.
Dafne se sentía un poco culpable, lo que hizo que la comida le supiera a “como si estuviera sentada sobre alfileres“.
Después de la comida, Agustín llevó a Dafne de vuelta a la oficina, mientras Luna se fue por su
cuenta.
Al llegar abajo del edificio, Agustín le dio un beso suave en la frente a Dafne.
-Dafi, no subiré. Tengo cosas que atender en la compañía.
Dafne preguntó:
-¿Lo hiciste a propósito?
-¿Hacer qué?
-Presumir nuestra relación frente a Luna, quitando las espinas y todo eso.
Agustín respondió:
-No fue a propósito; incluso si ella no hubiera estado, igual lo habría hecho por ti.
Dafne recordó cómo durante su relación, cada vez que salían a comer y había camarones, Agustín siempre los pelaba para ella. Y quitar espinas de pescado tampoco era algo nuevo.
Quiso decir algo, pero Agustín de repente comentó:
-Sin embargo, sí quiero que ella se dé cuenta que en mi corazón y mente solo estás tú, y que debería dejar de tener esperanzas.
Dafne pensó en lo que Luna le había pedido esa mañana y preguntó:
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-¿Sabías que el próximo sábado es el cumpleaños de Luna?
Los ojos de Agustín se enfriaron.
-No, no lo sabía.
Aunque Luna solía invitarlo a sus cumpleaños cada año, él nunca había asistido ni recordado la fecha.
Su respuesta dejó a Dafne sin saber cómo continuar.
Agustín notó su incomodidad.
-¿Qué pasa? -preguntó.
Dafne miró sus pies.
-Ella me invitó a su fiesta de cumpleaños.
-¿Y quieres ir? -Agustín le preguntó con tono suave-. Si no quieres, no es necesario que vayas.
-No es que no quiera ir -dijo Dafne-. Solo que…
-¿Solo qué?
-Ella quiere que te lleve conmigo.
Agustín preguntó:
-¿Y tú qué opinas?
-Yo… -Dafne dudó un momento. Le dije que sí.
-Está bien, iré contigo.
Dafne levantó la vista hacia él.
-¿No te enoja?
-¿Por qué me habría de enojar? -respondió Agustín con ternura en sus ojos.
Dafne mordió sus labios, evitando su mirada.
-Sé que ella tiene sentimientos por ti, y aun así acepté llevarte a su fiesta de cumpleaños. ¿No piensas que no me importa lo nuestro?
-¿Te importo? -preguntó Agustín con una voz profunda.
-Por supuesto que me importas -respondió Dafne sin dudar.
-Entonces no hay problema -dijo Agustín con voz cálida—. Mientras me importes, eso es suficiente. Si quieres que vaya, iré; si no, no iré.
-Mejor vamos aceptó Dafne-. Ya le prometí que irías.
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Capitulo 466
-Bien dijo Agustín suavemente. Vamos, así todos verán lo mucho que nos amamos.
Dafne quedó sin palabras.
No es que quisiera presumir su amor.