Capítulo 481
Un día antes del cumpleaños de Luna, Dafne acababa de terminar su almuerzo cuando recibió
una llamada de Luna.
-Hola, Dafi, asegúrate de venir temprano mañana por la tarde.
-¿No es la fiesta de cumpleaños en la noche? -preguntó Dafne, un poco confundida.
-La fiesta sí es en la noche, pero nuestro crucero zarpa por la tarde. Vamos a disfrutar dos
días en el mar.
-Está bien, ¿a qué hora salimos?
-Partiremos cuando lleguen todos los invitados, pero yo quiero verte antes, así que trata de venir lo más temprano que puedas -respondió Luna con entusiasmo.
-De acuerdo.
Al día siguiente, el clima estaba espléndido. Dafne se puso un vestido largo azul con cuello halter que había comprado en el centro comercial. Se maquilló ligeramente y recogió su cabello con un broche de manera informal. No quería robar el protagonismo en el cumpleaños
de Luna.
Agustín la esperaba pacientemente a un lado. Dafne preparó una pequeña maleta con ropa y artículos de aseo para el viaje. Una vez lista, Agustín la tomó del brazo y se dirigieron juntos
hacia la salida de la villa.
En la entrada los esperaba un elegante auto negro. Gustavo, el asistente de Agustín, los llevó al puerto. El cielo azul era tan puro que elevaba el ánimo de cualquiera. La brisa marina soplaba suavemente, trayendo consigo un aroma fresco y húmedo.
En el puerto, una serie de yates blancos estaban alineados, pero entre todos ellos destacaba un enorme crucero blanco. Con líneas elegantes y un tamaño imponente, el crucero parecía un palacio flotante en el mar. Era el lugar donde Luna celebraría su fiesta de cumpleaños.
Una alfombra roja se extendía desde el muelle hasta la entrada del crucero. A los lados, anfitrionas con uniformes impecables y sonrisas amables daban la bienvenida a los invitados. Los marineros con guantes blancos ayudaban con el equipaje.
Dafne subió por la escalinata del barco y poco después se encontró con Luna, quien lucía deslumbrante, Vestía un elegante vestido azul violeta que brillaba con cada movimiento, como un lago resplandeciente al amanecer, combinando suavidad y nobleza.
-Dafi, por fin llegaste. Te estaba esperando -dijo Luna con una sonrisa radiante al acercarse.
Cuando sus ojos se posaron en Agustín, quien acompañaba a Dafne, Luna sonrió aún más. Era la primera vez que él asistía a su fiesta de cumpleaños.
Dafne notó el pequeño cambio en la expresión de Luna y bromeó:
-¿Me esperabas a mí o a él?
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-¿No puedo esperar a los dos? -respondió Luna, fingiendo un gesto de desaprobación.
-Feliz cumpleaños, Luna. Aquí tienes un regalo de mi parte dijo Dafne, entregando el presente.
Luna lo aceptó con alegría. -¡Gracias, eres un amor!
–
Dafne vio de reojo una mesa grande llena de cajas y bolsas de regalos. Un hombre y una mujer registraban los nombres de los invitados y los tipos de regalos que traían. Pero fue el regalo de Dafne el único que Luna recibió personalmente.
-Hoy invité a mucha gente. Algunos son amigos, otros son amigos de amigos. ¿No te importa que haya tanta gente, verdad? -preguntó Luna mientras guiaba a Dafne dentro del barco.
-No me importa, mientras más, mejor. Los cumpleaños deben ser animados -respondió Dafne con sinceridad.
Dafne y Luna caminaban juntas al frente, mientras Agustín las seguía de cerca.
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