Capítulo 5
Él parecía que apenas se daba cuenta de que su novia todavía estaba allí. Como si despertara de un sueño profundo, retiró la mano que tenía alrededor de la cintura de Macarena y retrocedió unos pasos.
Los amigos de Bruno siguieron su mirada y también notaron que Dafne aún estaba presente, así que rápidamente intentaron aliviar la tensión.
-Vamos, sigamos jugando. Macarena, como tienes problemas estomacales, no bebas alcohol. Si pierdes, cambiamos a verdad o reto.
-Buena idea, vamos a jugar verdad o reto.
Después de calmarse, Bruno regresó al sofá.
Pensaba que Dafne se pondría celosa y haría un berrinche.
Sin embargo, Dafne no le dijo nada.
Esa actitud indiferente de Dafne hizo que Bruno sintiera una inquietante ansiedad.
Había algo distinto en Dafne que no podía descifrar.
El silencio se extendió entre ellos.
Bruno dudaba si debería darle una explicación, pero entonces escuchó otras voces de alboroto
de nuevo.
-Macarena, perdiste otra vez. ¿Verdad o reto?
La atención de Bruno volvió a centrarse en Macarena.
Sus ojos estaban pegados a Macarena.
-Elijo reto.
Macarena giró la cabeza y miró a Bruno, esbozando una sonrisa enigmática.
-Venga, los retos están aquí, elige uno. -alguien sacó un montón de papelitos.
Macarena sacó uno al azar y, al abrirlo, el chico que lo leía abrió los ojos como platos.
Sus miradas iban y venían entre Macarena, Bruno y Dafne.
Una chica curiosa se acercó a mirar -¿Qué dice el papel?
-¡Vaya! -La chica también se sorprendió al ver cuál era el castigo.
Todos estaban curiosos.
-¿Qué dice?
-¡Dinos qué dice!
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Capítulo 5
-Elige al azar a una persona aquí presente y bésala. -anunció el chico, lanzando una rápida mirada a Bruno.
Como era de esperar, en cuanto Bruno escuchó esto, su rostro se oscureció como una
tormenta.
La temperatura en el lugar bajó instantáneamente.
Macarena, sin embargo, parecía no notarlo. Se levantó sonriendo y se acercó a un hombre guapo que estaba cerca.
-Romeo, ¿te importa si te beso?
Romeo Lira le echó un vistazo a Bruno, cuyo rostro parecía listo para matar al que se atreviera a besarla, y contuvo el aliento.
Al ver que Romeo no le respondía, Macarena se le acercó y rodeó su cuello con la intención de
besarlo.
-¡Basta!
Bruno gritó furiosamente, incapaz de contenerse, y corrió hacia Macarena, tomándola de la mano y llevándola fuera de la habitación.
Los que quedaron se miraron entre sí, y finalmente todos dirigieron miradas de lástima hacia
Dafne.
Dafne agarró un vaso de jugo de la mesa y tomó un sorbo, sonriendo despreocupadamente -¿Por qué me miran así?
Las miradas se desviaron, y aquellos que bebían siguieron bebiendo, mientras los que charlaban continuaron como si nada hubiera pasado.
Dafne bebió su jugo mientras su corazón se enfriaba poco a poco.
Siempre había pensado que a Bruno nada le importaba realmente.
Era la primera vez que lo veía perder el control de esa manera.
Después de tomarse su jugo, Dafne fue al baño.
A través de la puerta, escuchó a varias chicas conversando junto al lavabo.
-Bruno se volvió loco, dejó a su novia aquí y se fue con Macarena.
-Sí, eso muestra que Macarena es quien realmente le importa.
-Exacto, ¿vieron cómo se puso Bruno cuando Macarena iba a besar a Romeo? Su cara se veía
aterradora.
-Sí, lo vimos. Pobrecita su novia, vio cómo su novio pierde la cabeza por otra mujer.
-Es una lástima, su novia era solo un reemplazo.
-Yo creo que Bruno y Dafne no tardarán en romper. Hasta un ciego puede ver que Bruno ama a
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Macarena.
-Sí, yo también… -la chica no terminó de hablar porque vio a Dafne salir del cubículo del baño a través del espejo y se calló de inmediato.
Las otras dos chicas también vieron a Dafne, y sin decir más, bajaron la cabeza y salieron apresuradamente.
Dafne se acercó tranquilamente al lavabo y comenzó a lavarse las manos.
Sí, ella y Bruno estaban realmente cerca de terminar.
Pero no fue él quien propuso la separación, ni fue él quien dejó de quererla.
Fue ella quien ya no lo amaba y quien decidió dejarlo.
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