Capítulo 508
En pleno verano, las flores de todos los colores competían por ser las más hermosas, y las mariposas danzaban alrededor de ellas, creando una imagen digna de un cuadro.
Después de secarse el cabello, Agustín acompañó a Dafne a bajar las escaleras para almorzar.
En el comedor de abajo, ya estaba lista la comida, con los platos aún humeantes, recién preparados, y todos eran los favoritos de Dafne.
Después de comer…
Agustín finalmente preguntó:
-Dafi, ¿qué pasó ayer? ¿Por qué fuiste al bar y tomaste tanto?
Dafne bajó la mirada, sus pestañas temblaban suavemente.
Después de un momento de silencio, suspiró y dijo:
-Mi papá se enteró de que nos reconciliamos. Ayer, cuando regresé a casa, me pidió que terminara contigo.
La mirada de Agustín se endureció, sus ojos brillaron con determinación.
-Dafi, ¿qué piensas tú? -preguntó, con un tono que denotaba una leve inquietud y
nerviosismo.
-Yo le dije que no voy a terminar -respondió Dafne con firmeza.
Levantó la mirada hacia Agustín, y sus ojos reflejaban la misma determinación-. Agustín, no quiero terminar, en mi corazón solo estás tú. No quiero a nadie más.
La tensión y el nerviosismo que había sentido se desvanecieron con sus palabras.
La mirada de Agustín se suavizó. Extendió la mano y tomó la de Dafne.
-Dafi, no te preocupes, no vamos a terminar.
El calor y la firmeza de la mano de Agustín le transmitieron una inexplicable tranquilidad a Dafne.
Dafne asintió suavemente.
——
-Déjame encargarme de esto. No te preocupes, hablaré con tu papá le dijo Agustín.
-Me preocupa que… mi papá tiene una opinión muy fuerte sobre tu familia -dijo Dafne con un atisbo de preocupación en sus ojos.
-Lo sé–respondió Agustín con voz calmada-. No te preocupes, lo manejaré bien. Confía en
mí.
-Está bien.
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Capitulo 508
En ese momento, el teléfono de Dafne sonó.
Miró la pantalla y vio que era una llamada de Inés.
-Hola, ¿qué pasa, Inés?
-Dafne, ¿dónde estás? ¿Ya regresaste a casa? -preguntó Inés con preocupación.
-Sí, ya estoy en casa. ¿Y tú y Olivia? -preguntó Dafne, recordando de repente que Inés y Olivia la habían acompañado anoche. No sabía cómo habían regresado ni si estaban bien.
Dos chicas, completamente fuera de sí por el alcohol, y ya era muy tarde.
-Olivia y yo despertamos en un hotel, con la ropa intacta. Preguntamos al servicio de habitaciones y nos dijeron que este hotel pertenece al Grupo Junco. ¡Wow, Dafne, nunca había estado en un hotel tan lujoso! Es un hotel cinco estrellas, una suite ejecutiva, con vista al río.
-Cuando despertamos, nos quedamos boquiabiertas. ¡Era una cama tan grande, tan cómoda y suave! Nunca había dormido en una cama tan lujosa en mi vida. Definitivamente, estamos disfrutando gracias a ti. Deben haber sido las personas de Sr. Junco quienes nos trajeron aquí. Dafne se sintió aliviada. No había pasado nada malo.
Inés seguía hablando emocionada de lo maravillosa que era la suite ejecutiva de cinco
estrellas.
Dafne sonrió.
-Entonces, disfruta de tu estancia.
-¡Voy a darme un baño de burbujas en esa bañera gigante, con pétalos de rosa! -exclamó Inés, completamente emocionada.
De repente, su voz bajó.
-¿Crees que eso tenga un costo extra?
Dafne rio.
-No te preocupes, disfruta como quieras. ¿Ya comieron? Si no, pidan servicio a la habitación y disfruten de una comida gourmet en el hotel. Yo me encargo de todos los gastos de hoy, como agradecimiento por haberme acompañado anoche a platicar y tomar.
Inés estaba extasiada.
-¡Dafne, eres la mejor! ¡Te adoro! ¡Muamuamua!
Dafne se rio.
-Está bien, está bien, no seas tan melosa. Ve a disfrutar de tu baño de burbujas y de la comida gourmet.
-¡Claro! ¡Adiós, Dafne, te quiero mucho!
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Capitulo 509
Dafne colgó el teléfono, y Agustín dijo: