Capítulo 511
El rostro de Francisco estaba cargado de nubarrones.
-Jaime, ven conmigo al estudio -dijo Francisco con una voz grave, sin mirar a Jaime, y se dirigió directamente hacia el estudio en el piso de arriba.
Jaime puso sus manos sobre los hombros de Iris. -Iris, espérame.
Brenda observaba fríamente desde un lado.
Antes de irse, Jaime dirigió una mirada severa y cortante a su madrastra Brenda. -Señora, esto es por mi culpa, no vuelva a meterse con Iris, yo me haré cargo de todo.
El rostro de Brenda se tornó de un color grisáceo, pero no dijo nada.
Jaime miró con dolor la cara de Iris. Está hinchada.
Los ojos de Iris estaban llenos de lágrimas, y cada una de ellas hacía que el corazón de Jaime
doliera más.
Llamó a un sirviente para que trajera una pomada para la inflamación y se la entregó a Iris. -Aplica un poco de esto.
Iris asintió.
Jaime, aún preocupado, llamó a Claudia, la sirvienta que lo había visto crecer y que le tenía mucho cariño, para que cuidara de Iris.
Decir que la cuidara era, en realidad, pedir que la vigilara para asegurarse de que Brenda no volviera a hacerle daño.
Después de dejar todo en orden, Jaime se dirigió al estudio.
Iris regresó a su habitación con la pomada, seguida por Brenda y la sirvienta Claudia.
Mientras Iris aplicaba el medicamento, Brenda no perdió la oportunidad de lanzar comentarios hirientes.
-Iris, ¿se acabaron los hombres en el mundo para que tengas que seducir a tu propio hermano? ¿Estás tan desesperada por un hombre? -el tono de Brenda era malicioso y sus palabras, crueles.
Iris lloraba, sintiéndose profundamente agraviada, pues había sido Jaime quien la había forzado a amar.
Brenda era su madre biológica, y sin siquiera saber la verdad, la acusaba de seducir a su hermano.
-¿Yo seduciendo a mi hermano? -Iris soltó una risa amarga-. ¿Es así como me ves?
Brenda sacó un montón de fotos de su bolso y las lanzó con fuerza sobre la mesa frente a Iris,
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Capítulo 511
-¡Mira bien qué es esto!
Iris bajó la mirada y al ver las fotos, su ceño se frunció.
Eran fotos de ella y Jaime en citas: en el cine, en el parque de diversiones, en un museo, en una galería de arte, en varios restaurantes…
Estaba claro que habían sido tomadas a escondidas.
Iris tomó las fotos y las examinó detenidamente.
Por las escenas en las fotos, las fechas eran de hace poco más de un mes.
En ese tiempo, Alejandra Zacarías se le había acercado y le había pedido ayuda para conquistar a Jaime.
Ella se había negado.
Iris arrugó la frente, y su primera sospecha recayó sobre Alejandra.
-¿Quién te dio las fotos? -preguntó Iris.
-¡No te importa quién me las dio! -respondió Brenda con dureza-. ¡Mira todas las cosas vergonzosas que hiciste! ¿Aún dices que no sedujiste a tu hermano? ¡Las pruebas están aquí!
En las fotos, se veía a Iris y Jaime abrazándose, tomados de la mano, incluso besándose.
Iris guardó las fotos, se limpió las lágrimas y miró a Brenda con frialdad.
-Si estar de acuerdo es seducir, entonces, mamá, ¿tú sedujiste primero al Sr. Rufino de ST? Yo al menos estoy soltera, ¿y tú? Eres una mujer casada.
Brenda se puso furiosa al oír eso, levantó la mano con intención de darle una bofetada a Iris, pero Claudia, la sirvienta, lo impidió.
Brenda, con la voz alzada, gritó: -¡lris, soy tu madre! ¿Cómo te atreves a hablarme así? ¿Acaso no me respetas como a una persona mayor?
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