Capítulo 513
Al día siguiente, Luna Seballos invitó a Dafne a tomar un café en la tarde.
Se encontraron en un hotel de cinco estrellas.
Cuando Dafne llegó, Luna estaba conversando con Irene Salmón. Al verla, Luna se levantó sonriendo.
-Dafi, ¡qué bueno que llegaste!
Dafne asintió, echándole un vistazo a Irene, quien apretó los labios antes de levantarse para extenderle la mano a Dafne.
-Señorita Rosales, es un placer conocerla formalmente. Soy Irene, de Riolaso. Lo que pasó en el crucero fue mi error y quiero disculparme. Lo siento mucho.
La actitud de Irene era genuina.
¿Una persona de Riolaso con el apellido Salmón?
Dafne la miró de nuevo, sorprendida.
-¿Eres la señorita Salmón de Riolaso?
La familia Salmón de Riolaso es una de las más influyentes. Tienen un hijo y una hija; el mayor es el presidente del Grupo Salmón. Hace poco, Dafne lo había visto en una fiesta.
Siempre había oído hablar de la hija, pero como pasaba mucho tiempo en el extranjero, Dafne nunca la había conocido.
Irene asintió.
-Sí, soy yo. Fue mi error, me dejé llevar. Después de hablar con Luna, comprendí la gravedad de mi comportamiento. Señorita Rosales, ¿me podrías perdonar?
Irene la miraba con grandes ojos brillantes, llenos de expectativa.
Dafne le estrechó la mano, sonriendo.
-Encantada de conocerte, Señorita Salmón.
-¡Qué alivio, me has perdonado! -exclamó Irene con alegría-. Luna tenía razón, eres una persona comprensiva y fácil de llevar.
El Grupo Salmón es una de las empresas más importantes del mundo, y en la última fiesta, el hermano de Irene, Regino Salmón, había estado hablando de negocios con Baltasar, Considerando que probablemente colaborarían en el futuro, Dafne pensó que no tenía sentido enemistarse con la hija de la familia Salmón.
Además, Irene parecía sinceramente arrepentida, y Luna había mediado entre ellas. Dafne decidió darle una oportunidad.
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Dafne tomó asiento, y las tres comenzaron a disfrutar del café de la tarde mientras platicaban.
Irene comentó:
-Dafne, ¿sabes que Nicolás Tames tuvo un destino terrible? Me dijeron que, después de bajar del crucero, lo llevaron al hospital y aún no ha salido de ahí. Tengo una amiga que lo visitó, aunque más bien fue a curiosear. Me dijo que Nicolás tiene los tendones de las manos dañados, afectando sus nervios y huesos, así que no puede ni levantar los cubiertos. Necesita que lo alimenten.
Sorprendida, Dafne preguntó:
-¿En serio?
En realidad, no sabía qué había sido de Nicolás después de todo.
Aunque Luna le había mencionado que Agustín se encargó de que lo “trataran bien”, nunca le contó los detalles y Dafne no había preguntado.
-¡Sí! -asintió Irene-. Y eso no es todo. Según mi amiga del hospital, también sufrió en esa parte… -Irene señaló discretamente su entrepierna-. Básicamente, ya no podrá funcionar como antes, como si le hubieran hecho una castración química.
Dafne entendió al instante y rio, encontrando la situación curiosa. Era la primera vez que escuchaba sobre una castración química. ¿Cómo lo habrían logrado los hombres de Agustín?
Luna, con una expresión de asombro, comentó:
-Vaya, las tácticas de Agustín son implacables. Literalmente convirtió a Nicolás en un eunuco. Irene agregó:
-¡Se lo merece! No sabes cuántas chicas ha forzado y arruinado en Lunaria. Algunas incluso se deprimieron tanto que se quitaron la vida.
Luna asintió:
-He oído rumores, pero no sabía mucho. Solo que tenía una mala reputación.
-¿Reputación? -Irene soltó una risa sarcástica—. ¿Él una reputación? Si no fuera porque su familia tiene tanto poder, y su papá es uno de los líderes en Lunaria, ya estaría encerrado. Nicolás ha hecho mucho daño, y siempre sale impune gracias a la influencia de su padre.
Luna añadió:
-Recientemente escuché que el papá de Nicolás, Alfredo Tames, fue detenido por la comisión disciplinaria.
Dafne exclamó, sorprendida:
-¿Tan rápido?