Capítulo 62
Dafne se detuvo en seco.
Se giró hacia donde escuchó la voz, y vio a Bruno de pie bajo un árbol, mirándola fijamente.
Su mirada era oscura y amenazante.
-Necesito hacer algo ahora, tengo que colgar -dijo Dafne mientras colgaba el teléfono y se acercaba a Bruno.
Dafne se detuvo a un metro de Bruno, su ceño fruncido reflejaba desagrado. ¿Cómo me encontraste aquí?
-Ja -Bruno entrecerró los ojos un poco, emanando una sensación de peligro-. ¿Me estás evitando?
Dafne frunció el ceño-. ¿Por qué te evitaría? Ya te dije que iba a volver a mi ciudad natal.
Bruno dio unos pasos hacia adelante, obligándola a retroceder instintivamente.
Ese gesto aumentó la insatisfacción en los ojos de Bruno.
-Dijiste que ibas a tu ciudad, pero no me dijiste que no planeabas volver a Aguamar -Bruno avanzó más, su mirada estaba llena de emociones fluctuantes-. ¿Hasta cuándo vas a seguir con esto?
Dafne suspiró con impaciencia, levantando la mirada para encontrarse con los ojos llenos de ira de Bruno-. No estoy haciendo nada que deba incomodarte. Bruno, ya te dije que terminamos. Por favor, no me molestes más.
-¿Terminar? -Bruno soltó una risa sarcástica-. No pienses que esto ha terminado, Esta relación solo termina cuando yo lo diga.
-Bruno, ¿estás loco? ¿A ti no te gusta Macarena? Ve a buscarla a ella, ¿por qué me estás molestando ahora?
Bruno arqueó una ceja, con su expresión suavizándose un poco-. ¿Estás celosa?
Dafne rodó los ojos mentalmente, ¿acaso no puede dejar de ser tan egocéntrico?
Bruno le dijo. Macarena y yo solo somos amigos, no hagas un escándalo sin razón.
Dafne se rio fríamente.
-¿Amigos con derecho?
La expresión de Bruno mostró una grieta, sus ojos revelaron un atisbo de culpabilidad-. ¿De qué estás hablando?
-Después de que Macarena regresó al país, ¿no estuviste con ella más de una vez? -Dafne se
burló- ¿Crees que no lo sé? Pero ya no me importa.
10-12
Al escucharla decir eso, Bruno sintió como si algo lo hubiera picado en el corazón.
Se quedó sin aire, luciendo herido-. ¿No te importa?
-Pero a mí sí me importa le dijo Bruno con tristeza, en voz baja-. En estos días me lo paso en ti. Te extraño, volvamos, Dafne.
Dafne lo miró con desdén.
¿Bruno está loco?
Hace un momento la estaba interrogando con furia y ahora pone cara de cachorro perdido.
Dafne lo miró fríamente-. Imposible.
-¡¿Por qué no?! -Bruno le gritó de repente, perdiendo el control.
Algunos peatones los miraron con curiosidad.
Dafne se sintió avergonzada.
-¿Puedes dejar de gritar en la entrada mi casa? Si a ti no te da vergüenza, pues a mí sí.
Bruno agarró la muñeca de Dafne con fuerza, visiblemente alterado-. ¡Dafne, vuelve conmigo!
-¡Suéltame! -Dafne trató de zafarse.
Pero Bruno era demasiado fuerte, así que no podía liberarse.
Dafne entrecerró los ojos, hablándole con frialdad-. Si no me sueltas a las buenas, me soltaré
a las malas.
Estaba lista para mostrarle a Bruno de lo que era capaz.
-¡No te soltaré!
Bruno sujeto firmemente a Dafne con una mano, mientras que con la otra intentaba besarla.
-Dafne, te extraño tanto le dijo Bruno mientras sus labios se acercaban.
Dafne estaba a punto de defenderse.
-¡Suéltala! -una voz llena de furia interrumpió.
Bruno se dio la vuelta y observó a un hombre frente a él, cuya presencia era imponente-. ¿Y tú quién eres?
19:43