Capítulo 65
Hace unos años, él había tenido una pelea y su familia lo castigó, aunque, por suerte, no sabían por qué había peleado aquella vez.
Esta vez, tampoco podía permitir que su familia supiera que había peleado con alguien por Dafne.
De lo contrario, el compromiso podría retrasarse o incluso cancelarse.
Gustavo se secó el sudor frío de la frente, sintiendo un escalofrío en la espalda, y le respondió repetidamente: -Entiendo, entiendo, entiendo.
-Ve a hacer los trámites -le ordenó Agustín con voz calmada.
-Sí, Sr. Junco.
La cama de Bruno no estaba lejos, y él escuchó toda la conversación claramente.
-Je -levantó una ceja y sonrió con burla-. Ya no eres un niño. y aun así temes que tu familia se entere de tus peleas, no puedes ser más ridículo
Agustín sonrió, lanzándole una mirada desafiante-. No es necesario que los demás en mi familia lo sepan, con que lo sepa mi prometida es suficiente.
Sus palabras eran tan afiladas como el cuchillo más afilado, penetrando directamente en el
corazón de Bruno.
Bruno pareció perder todas sus fuerzas en un instante, recostándose derrotado en la cama, mirando con ojos vacíos cómo el líquido del gotero goteaba poco a poco.
El dolor físico no era ni una décima parte del dolor en su corazón.
Todavía no podía creer que Dafne se comprometiera con otro hombre.
¿Era porque él había dicho antes que no podría casarse con ella, y por eso ella había encontrado a un hombre al azar para fastidiarlo?
Sí, definitivamente era eso.
Dafne lo amaba tanto, ella siempre ha estado a sus pies.
¿Cómo podría estar con otro hombre?
¿Cómo podría cambiarlo por otro hombre?
Comprendiendo esto, Bruno volvió a mirar a Agustín, con burla en sus ojos. ¿Eres un actor que ella contrató para fastidiarme? ¿No es popular en internet eso de alquilar novios? ¿Cuánto cobras por hora? Te pagaré diez veces más, aléjate de ella, ¡inmediatamente!
Agustín se rio con ironía, levantando una ceja-. Si engañarte a ti mismo te hace sentir mejor, no me importa que pienses así.
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Capitulo 65
Dafne puso una expresión de incredulidad, mirando a Bruno-. ¿Estás loco? ¿Crees que necesito encontrar a alguien para fingir ser mi prometido solo para darte celos?
Aparentemente atrapado en su propia ilusión, Bruno estaba convencido de que Agustín era un impostor contratado por Dafne.
Dafne resopló-. ¡lluso!
Gustavo pronto terminó los trámites para Agustín, quien se levantó de la cama para trasladarse a una habitación individual.
Dafne asumió el rol de cuidadora, sosteniendo cuidadosamente el soporte del suero de Agustín mientras caminaban juntos fuera de la habitación.
Bruno no podía soportar ver a Dafne siendo tan atenta con otro hombre.
Sin poder contenerse, extendió la mano para agarrar la muñeca de Dafne.
Un guardaespaldas, con reflejos rápidos, apartó la mano de Bruno-. Señor, por favor, compórtese.
La mirada de Agustín pasó por encima de Bruno-. Si te atreves a tocarla de nuevo, te cortaré la
mano.
Bruno, desafiante, le gritó-. ¡Ven, a ver de qué estás hecho!
Al ver que los dos estaban a punto de pelear de nuevo, Dafne intervino rápidamente-. Ya basta, tranquilos, estamos en un hospital.
Esta vez, Agustín fue obediente y no se enfrentó a Bruno, saliendo de la habitación detrás de su
asistente.
Macarena también había venido a Silvania con Bruno.
Esa noche, estaba en una reunión con algunas amigas de Silvania cuando escuchó que Bruno había sido golpeado y estaba en el hospital, apresurándose ansiosamente hacia allí.
-Bruno, ¿qué te sucedió? -le preguntó Macarena al ver la cara de Bruno hinchada como un cerdo, comenzando a llorar.
Bruno permaneció en silencio, mirando por la ventana, con una mirada de abatimiento en sus ojos.
Macarena lloriqueaba-. ¿Quién te golpeó? ¿Llamaste a la policía?
Bruno seguía sin hablar.
Macarena continuó llorando y hablando durante un buen rato.
Finalmente, Bruno, harto, no pudo evitar gritarle-. ¿Por qué no sales y me dejas en paz por un rato?
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Macarena, sollozando, le respondió-. Yo… yo me quedaré aquí para cuidarte.
Bruno estaba tan lastimado que realmente le dolía.
-No hace falta que me cuides, ya me estás aturdiendo le dijo Bruno, echándola del cuarto-. He llamado a una enfermera, así que vete.
En ese momento, no quería ver a Macarena.
Si no fuera por Macarena, él y Dafne no habrían llegado a este punto.
Después de que Dafne se fue, él pensaba en ella día y noche.
Qué irónico.
Fue solo después de que se fue, se dio cuenta de que la persona que realmente amaba era Dafne.
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