Capítulo 75
En la subasta.
La subastadora, vestida con un elegante vestido azul oscuro, irradiaba la sofisticación y encanto de una mujer educada.
Agustín y Bruno no mostraron interés en los primeros lotes.
Hasta que trajeron el collar de diamantes rosados.
La subastadora lo presentó de manera concisa y el precio de salida fue de cuatro millones.
Bruno levantó la paleta de inmediato.
Después de varias rondas de ofertas, el precio rápidamente alcanzó los seis millones, y los pujantes comenzaron a retirarse.
Bruno continuó pujando, subiendo a seis millones doscientos mil.
La subastadora hizo un gesto con la mano -Ahora estamos en seis millones doscientos mil, ¿alguien quiere llegar a seis millones quinientos mil?
Agustín levantó la paleta con calma.
La subastadora sonrió al mirarlo -Ahora estamos en seis millones quinientos mil, ¿hay alguna oferta más alta?
Bruno le lanzó una mirada fulminante a Agustín, levantó la paleta con el ceño fruncido.
La subastadora -Seis millones quinientos mil, el lote vuelve a las manos del pujante número 20, ¿hay alguna oferta más alta? ¿Alguien ofrece seis millones ochocientos mil?
Agustín continuó pujando.
La subastadora hizo un gesto hacia Agustín -Seis millones ochocientos mil, ¿hay alguna oferta más alta?
Bruno, decidido a ganar, apretó los dientes y levantó nuevamente la paleta, subiendo a siete millones.
Solo eran siete millones, podía permitírselo. Si la prima de Domingo quedaba satisfecha, el trato con el Grupo García podría multiplicar su inversión por diez.
Como dice el dicho, sin sacrificios no hay recompensas.
Tenía que llevarse ese collar hoy.
La subastadora continuó -Bien, siete millones, el lote vuelve a las manos del número 20, ¿hay alguna oferta más alta?
Agustin levantó la paleta.
La subastadora -Siete millones quinientos mil.
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Capítulo 75
Bruno subió la puja a ocho millones.
Agustín iba a continuar pujando, pero Dafne de repente le detuvo la mano -Déjalo, no vale la pena.
Un artículo que comenzó en cuatro millones, ya había duplicado su precio.
Dafne había observado que el valor real del collar no superaba los dos o tres millones, y no le gustaba tanto como para seguir pujando contra Bruno.
Si él lo quería tanto, que se lo quedara.
Recordaba que más tarde habría una subasta de un collar de diamantes azules que le interesaba más.
Agustín miró a Dafne, y obedientemente no volvió a pujar.
Finalmente, Bruno se ganó el collar de diamantes rosados por ocho millones.
Macarena, sentada a su lado, le dirigió a Dafne una sonrisa desdeñosa.
Parecía que
el nuevo acompañante de Dafne no era tan adinerado, ya que dejó de pujar al llegar
a ocho millones.
En el baño de damas.
Dafne se retocaba su maquillaje frente al espejo, cuando vio a Macarena acercándose a través del reflejo.
Macarena, con una expresión de triunfo, se acercó a ella mientras abría el grifo para lavarse las manos -Vaya, ¿así que ya tienes un nuevo acompañante?
Dafne, aplicándose lápiz labial, no le respondió.
Macarena se rio suavemente -Solo mencioné que ese collar era bonito, y Bruno gastó ocho millones en él para mí. Tu acompañante no da la talla, ni siquiera quiso gastar esa cantidad por ti.
-Claro, los que tienen dinero no son tontos, se aseguran de gastar su dinero en lo que vale la pena, y tú… Macarena miró a Dafne en el espejo, con una sonrisa sarcástica en sus labios. -no lo vales.
Dafne terminó de aplicar su lápiz labial, miró su reflejo, y le respondió con firmeza -¿Ah, sí? Pues, disfruta tu collar.
Con eso, se dio la vuelta y salió sin más.
Las palabras de Macarena no tenían ningún efecto sobre ella.
Porque su vida era muchísimo mejor de lo que Macarena imaginaba.
En ese momento, Macarena era como un perro triste, ladrando impotente.
19:46
No había necesidad de entrar en una disputa con Macarena, no tenía que rebajarse a su nivel.
El día del evento llegó rápidamente.
En la finca privada de la familia Salazar.
En la entrada, los coches de lujo desfilaban sin pausa, todos valorados en varios millones.
Los invitados, todos personas adineradas o influyentes, no solo incluían a personas como Bruno, que buscaban hacer conexiones, sino también a líderes de diversos sectores que Domingo había invitado personalmente, con la intención de presentarlos a Dafne.