Capítulo 81
Bruno fue expulsado por los guardias de seguridad.
Afuera, Gabriela y Macarena lo esperaban con ansiedad.
Gabriela estaba a punto de llorar de la preocupación -Hijo, ¿qué vamos a hacer ahora? ¿Acaso nos metimos con la familia Salazar? ¿Qué pasará con nuestra inversión?
Macarena estaba igual de aterrorizada -La familia Salazar tiene tanto poder, ¿crees que nos vayan a tomar represalias contra nosotros?
Bruno no estaba escuchando nada.
Caminaba como un muñeco de trapo, con el alma perdida, su rostro mostraba una expresión vacía, sin vida.
La fiesta había terminado, y Agustín llevó a Dafne de vuelta a su apartamento.
-Sobre lo que pasó hoy… -Dafne dudaba mientras hablaba, de pie frente al edificio. Agustín, frente a ella, le apartó suavemente un mechón de cabello detrás de la oreja, su voz era baja, llena de una tristeza evidente-. Hoy él dijo que si le hubieras contado sobre tu identidad antes, tal vez ya estarían casados y serían felices. Lo admito, en ese momento me asusté, si tú…
-Jamás volveré con él. -Dafne lo interrumpió, levantando la mirada para encontrarse con los profundos ojos de Agustín-. Agus, no te preocupes por cosas que no han sucedido.
-Además… -continuó con una seriedad poco común-, en realidad nunca pensé en casarme con Bruno.
Los ojos de Agustín se iluminaron-. ¿De verdad?
Dafne asintió con una sonrisa-. Sí.
El viento de la noche soplaba, haciendo que Dafne se estremeciera de frío, pero sus ojos brillaban con emoción-. Antes no pensaba en casarme con Bruno, pero ahora, estoy muy emocionada por poder casarme contigo.
Agustín se quitó la chaqueta y la colocó sobre Dafne, abrazándola-. Yo también estoy emocionado.
…
Bruno salió solo de la finca en su coche, sin dejar rastro.
Macarena llevó a Gabriela de regreso al hotel.
En el estacionamiento subterráneo.
1/3
Capitulo 81
Apenas habían salido del coche cuando alguien las golpeó por detrás, dejándolas inconscientes y tapándoles la cara con un saco.
Cuando recuperaron la consciencia, se encontraban en una habitación oscura y ruidosa.
Macarena y Gabriela fueron forzadas a agacharse sobre una mesa de vidrio.
Frente a ellas, en el sofá, estaba sentado un hombre con tatuajes por todo el cuerpo y con una actitud arrogante.
El hombre sonrió con malicia-. Hoy estoy de buen humor, ¿por qué no me acompañan a tomar
unas copas?
Gabriela, acostumbrada a ser una mujer de la alta sociedad, nunca había pasado por algo así, y comenzó a maldecir al hombre tatuado.
Él simplemente sonrió y señaló con la barbilla a un hombre vestido de negro a su lado.
El hombre vestido de negro se acercó y, de un tirón, levantó a Gabriela, dándole unas fuertes
bofetadas.
Gabriela se quedó aturdida, sus mejillas ardían de dolor.
Ella lo miró con furia-. ¿Quiénes son ustedes? ¿Por qué nos trajeron aquí?
El hombre tatuado les gritó-. ¡Cállate! ¿Por qué hablas tanto, vieja asquerosa? Si sigues así, te cortaré la lengua.
Diciendo esto, sacó una navaja suiza y comenzó a jugar con ella.
Gabriela, aterrorizada, se quedó en silencio, con sus piernas temblando.
Macarena aún estaba presionada contra la mesa.
El hombre tatuado levantó una copa de licor y la arrojó hacia Macarena-. Hoy, si se terminan todo el licor de la mesa, las dejaré ir.
Gabriela le gritó-. ¡No puedo beber tanto!
El hombre tatuado resopló y les ordenó a sus hombres que las forzaran a beber.
Gabriela y Macarena fueron inmovilizadas y obligadas a la fuerza a tomarse varias copas, sin importar cuánto forcejearan.
Al final, las obligaron a tomarse casi todo el licor de la mesa.
El hombre tatuado, sosteniendo la navaja suiza, deslizó la fría hoja por la cara de Macarena, entrecerrando los ojos-. La próxima vez, tengan más cuidado. No se metan con quien no
deben meterse.
Macarena temblaba, con sus labios temblorosos. Estaba demasiado asustada para moverse,
sin color en su rostro.
-¿Les quedó claro? -El hombre tatuado alzó la voz repentinamente, haciendo que Macarena y
19:47
Gabriela se estremecieran.
Con sus vidas en manos de ellos, Gabriela y Macarena solo podían asentir rápidamente-. Sí, nos quedó claro.
19:47