Capítulo 91
-Ese coche…
Claro que recordaba ese coche.
En aquel entonces, en Aguamar, ella ya lo había conducido.
Macarena se burlaba de ella, llamándola vanidosa por gastar tanto dinero alquilando un coche solo para hacerse fotos.
Él estaba completamente de acuerdo.
Ahora, al mirar atrás, se daba cuenta de lo ridículo que había sido.
De repente, algo pasó por su mente y su rostro palideció.
-¿El anillo que tenías en la mano hace un momento es aquel que probaste en Chaumet París? -dijo Bruno con labios temblorosos. En ese momento… Dafne, en ese momento aún no habíamos terminado y tú ya estabas ansiosa por probar anillos, ¿verdad?
-¡Traicionaste nuestra relación! -los ojos de Bruno se llenaron de ira-. ¿Cómo pudiste
hacerme eso?
Dafne no podía soportar más esas acusaciones infundadas.
De repente, sonrió- ¿Relación? Jajaja, ¿no eras tú el que decía que siempre buscabas en mí la
sombra de Macarena?
Bruno se quedó completamente rígido, su cara se volvió pálida-. ¿Tú… tú ya lo sabías?
Dafne lo miró fríamente-. No solo sabía eso, también sé que aquella noche que dijiste que había un asunto urgente en la oficina, me mentiste y fuiste al aeropuerto a recoger a Macarena. También sé que el día del cumpleaños de Yasmin Sagel, cuando te llevaste a Macarena, se fueron a un hotel. Antes de que termináramos, ya estabas podrido por dentro, Bruno. ¿Con qué cara vienes a hablarme de amor?
El dolor inundó los ojos de Bruno mientras negaba con la cabeza-. No es así, Dafne, déjame explicarte, las cosas no son como tú piensas…
Dafne no quería escuchar sus excusas, abrió la puerta del coche y se sentó al volante.
Encendió el motor.
Bruno se plantó frente al coche, golpeando el capó y moviendo los labios, aún diciendo algo.
Dafne, al ver que no se apartaba, pisó el acelerador con impaciencia.
-¡Bang!–
Bruno no pudo esquivar y fue lanzado al aire, cayendo en un arbusto al costado.
Dafne, con una mirada fría, no le dio ni una sola mirada a Bruno, sin importarle si estaba herido
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Capitulo 91
o no. Giró el coche con decisión y se fue.
Bruno se levantó con los dientes apretados, con la pierna herida, cojeando al caminar.
Al ver el Bentley azul desaparecer de su vista, el corazón de Bruno se hundió, sintiéndose cada vez más dolorido.
Unos transeuntes que habían presenciado a Bruno siendo atropellado le preguntaron preocupados. ¿Estás bien? ¿El culpable se fue así sin más y no vas a llamar a la policía?
Bruno sacudió la cabeza-. No pasa nada, solo tuve una pelea con mi esposa.
El transeunte mostró una expresión comprensiva-. Ah, una disputa matrimonial, amigo, tul esposa es un poco violenta, ¿vas al juzgado para divorciarte?
Bruno esbozó una sonrisa-. ¿Cómo crees? Estamos muy bien, solo está enfadada conmigo, con un poco de cariño se le pasará.
El transeunte mostró una expresión de asombro, su rostro decía “respeto y bendiciones“.
En el Bufete Justicia.
La sala de descanso estaba animada hoy.
Un grupo de personas se reunía a charlar sobre chismes.
-¿Sabían que Helena del departamento de litigios ha renunciado?
-¿En serio? ¡Qué sorpresivo! ¿Por qué renunció de repente?
-No tengo ni idea, parece que fue una decisión voluntaria.
Dafne no estaba interesada en los chismes, pasó de largo con el rostro inexpresivo y regresó a
su oficina.
Apenas se había sentado cuando alguien pateó la puerta violentamente.
-Dafne, ¿qué significa esto? ¿Te atreves a demandarme? -gritó Guillermo enfurecido mientras se acercaba.
Dafne ni siquiera le miró directamente, solo fijó su atención en la pantalla de la computadora mientras trabajaba-. Sí, me difamaste, demandarte no es nada extraño, ¿por qué te sorprende?
Los ojos de Guillermo se llenaron de malicia-. ¿Difamar? ¿Qué he inventado? Difamar es inventar hechos y difundirlos. Yo solo dije la verdad, ¿eso también es difamación?
-Díselo al juez -Dafne habló con indiferencia.
-¡Retira la demanda ahora mismo! ¡O te arrepentirás! -Guillermo la amenazó con dureza.
La difamación es un delito privado que requiere que la víctima presente una demanda directamente en el tribunal.
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Pero el acusado ha infringido el código penal, y si se le declara culpable, enfrentará sanciones penales.
Guillermo era abogado, si recibía una sanción penal le revocarían su licencia de abogado y ya no podría volver a presentarse al examen de derecho ni ejercer ninguna profesión relacionada con el ámbito legal, su carrera profesional llegaría a su fin.
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