Capítulo 31
Floriana esbozó una sonrisa. -Bien, Rafael siempre es el más considerado.
Rafael sonrió satisfecho. -Mamá, eres la mejor mamá del mundo, ¡te quiero!
El corazón de Floriana se llenó de calidez mientras acariciaba la cabeza de Rafael.
Valentín, que estaba de pie a un lado, observaba en silencio la interacción entre madre e hijo, su expresión era siempre distante, y esos ojos oscuros no revelaban ninguna emoción.
…
Después de hacer que Rafael se durmiera, Floriana miró la hora. Eran las once y media. La oficina de registro civil ya había cerrado. Suspiró, mirando a Valentín, y dijo: -Me voy. Lleva el certificado de matrimonio y el acuerdo esta tarde. A las dos en punto en la oficina de registro civil.
Valentín la miró, su voz era calmada y profunda. -No será posible esta tarde.
Floriana ya no tenía paciencia, y su rostro se endureció. -¿Y ahora cuál es la razón?
-El acuerdo tiene algunas cláusulas que necesitan ser revisadas.
-¡Eso es imposible! -Floriana apretó los dientes-. Este acuerdo lo redactaste tú mismo, ¿cómo puede tener problemas?
-No lo redacté personalmente -respondió Valentín.
Floriana se detuvo. -¿No tú?
-Estaba ocupado en ese momento, se lo encargué a un nuevo abogado de la firma -explicó Valentín-. Además, tu estudio fue fundado después del matrimonio. Aunque lo iniciaste con un préstamo personal, sigue siendo un emprendimiento posterior al matrimonio, y esa parte del acuerdo necesita ser detallada para evitar problemas futuros.
¡Floriana había olvidado eso! En su prisa por finalizar el divorcio, no se había detenido a consultar un abogado sobre el acuerdo. El estudio era su logro personal, no podía permitirse ser descuidada.
Mirando a Valentín, preguntó: -¿Cuánto tiempo llevará modificar el acuerdo?
-Haré lo posible por modificarlo en estos dos días,
-Mañana tengo que viajar -le recordó con voz fría,
Al escuchar eso, Valentín sonrió ligeramente. -Lo tendré listo antes de que regreses.
Floriana:
“I
Está bien. Diez días, entonces. Justo después de su recuperación, podrían obtener el certificado de divorcio y cortar por completo.
02:41 T
Capítulo 31
Floriana reprimió sus emociones, tomó su bolso y, sin mirar de nuevo a Valentín, se fue.
Media hora después, llegó Tatiana.
Rafael se había despertado. Al principio, se sintió un poco triste por la partida de Floriana, pero cuando Tatiana llegó, se alegró de nuevo.
Valentín dejó a Rafael con Tatiana y se dirigió a la oficina.
La empleada doméstica lavó las frutas que Tatiana había traído y las colocó en la mesa.
Tatiana se sentó al borde de la cama y le pasó una uva verde a Rafael.
Rafael abrió la boca y la comió, diciendo mientras masticaba: -¡Qué dulce está! Mamá, eres la mejor. Floriana vino esta mañana y no me trajo ningún regalo, además, cuando le di pescado, ¡lo escupió!
Al oír eso, Tatiana se detuvo. —¿Lo escupió?
-¡Sí! -Rafael asintió-. Dijo que comió algo malo y que le dolía el estómago. Además, ise va de viaje por diez días! Mamá, creo que ya no me quiere como antes.
Tatiana acarició la cabeza de Rafael. -No importa cómo sean los demás, mamá siempre te
amará.
Rafael, contento, se lanzó a los brazos de Tatiana. -¡Lo sé! Papá siempre dice que la persona que más me ama en este mundo eres tú, mamá.
Tatiana sonrió, abrazando a Rafael. -Tu papá y yo somos iguales, siempre te amaremos.
Floriana salió del hospital y condujo hacia su casa.
En un semáforo en rojo, de repente fue chocada por detrás por un carro negro.
Por suerte, llevaba puesto el cinturón de seguridad y no le pasó nada grave. Al recuperarse del susto, se desabrochó el cinturón y salió del carro.
La parte trasera del BMW estaba completamente hundida, y el frente del carro que la chocó también había sufrido daños severos.
La puerta del conductor del carro se abrió y salió el propietario; era Isaac, a quien había visto el
día anterior.
-¡Vaya, si no es mi querida hermana, siempre tan despiadada! -Isaac se acercó con una mirada maliciosa-. Apenas compré este carro el mes pasado, hermana, jesto te va a costar!
Floriana lo miró con frialdad, sabiendo que el choque había sido intencional por parte de Isaac. Sin ganas de discutir con él, sacó su teléfono y llamó a la policía…
2/2