Capítulo 43
Cuando Floriana llegó al hospital, apenas entró en el elevador, escuchó pasos detrás de ella.
A través del espejo en la pared del elevador, vio reflejado a Valentín.
Ella apretó los labios, eligiendo ignorarlo.
Valentín entró en el elevador, la miró de reojo y se paró detrás de ella.
Otras seis o siete personas entraron, y el elevador se llenó rápidamente.
Una señora frente a ella era un poco robusta, lo que obligó a Floriana a retroceder unos pasos.
Su espalda quedó casi pegada al pecho firme y amplio de Valentín.
Él era al menos una cabeza más alto que ella, y podía percibir vagamente el aroma familiar y suave de menta que emanaba de él.
La mente de Floriana comenzó a llenarse de recuerdos.
Recordó los últimos cinco años, cuando solía comportarse como cualquier esposa, ajustando la corbata de su esposo antes de irse a trabajar.
Y él, como cualquier esposo, la abrazaba por la cintura y le daba un beso suave antes de salir…
Ahora, al recordar esos momentos, le resultaba increíblemente irónico.
Floriana sacudió esas imágenes de su mente y se obligó a ignorar la presencia del hombre detrás de ella.
El elevador llegó al piso de hospitalización de Rosa, y las puertas se abrieron. Floriana salió rápidamente.
Valentín se quedó parado, observando su figura alejarse sin seguirla.
Ella no miró atrás, y su silueta se desvaneció cuando las puertas del elevador se cerraron.
Floriana le sugirió a Ángela que se fuera a descansar y regresara por la mañana.
Después de que Ángela se fue, no pasó mucho tiempo antes de que llegara Luna.
Se dirigieron a la pequeña cocina, cerraron la puerta y comenzaron a hablar en voz baja sobre lo que estaba ocurriendo en línea.
-Tatiana publicó un texto largo defendiéndote, pero no creo que lo haya escrito ella misma. Seguro contrató a alguien para que lo hiciera -comentó Luna.
Floriana abrió Twitter y encontró el escrito.
Lo leyó rápidamente.
Estaba bastante satisfecha.
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Capitulo 43
-Borró el post anterior donde te defendía, seguro porque se sintió culpable -Luna hizo una mueca-. Sus comentarios anteriores eran ambiguos, parecían apoyarte, pero en realidad incitaban a los fans a cuestionar tu integridad.
-Aunque, es raro que después de que Tatiana publicó su texto, toda la negatividad sobre ti y la señora Jaramillo desapareció. Los temas de tendencia también fueron eliminados, como si alguien estuviera controlando todo esto agregó Luna.
-Fue Valentín quien lo hizo -respondió Floriana.
Luna se sorprendió-. ¿Él te ayudó?
-Lo amenacé -dijo Floriana con calma.
Luna abrió los ojos de par en par, mirando a Floriana con admiración. ¡Amiga, cuéntame! ¿Cómo lo amenazaste?
-La opinión pública es un arma de doble filo. Valentín y yo aún no nos hemos divorciado oficialmente -Floriana miró a Luna-. ¿Qué crees que más temen?
Luna asintió con entendimiento, levantando el pulgar en señal de aprobación.
-Eres increíble, ahora que dejaste de lado las emociones, eres mi ídolo. Pero, hablando de Tatiana, está jugando con fuego. Valentín siempre la ha protegido, y ya tiene un hijo con él. Después de cinco años, finalmente está en camino de convertirse en la esposa oficial. ¿Por qué no puede simplemente disfrutar de su éxito como actriz y dejarte en paz? -se preguntó
Luna.
-Todos tienen sus propios intereses -respondió Floriana con indiferencia-. Yo no quiero competir con ella, pero eso no significa que ella no me vea como una amenaza.
-¡Tienes razón! -Luna asintió. Al fin y al cabo, tú sigues siendo la señora Ferrer legítima, y eso debe ponerla nerviosa.
Floriana guardó silencio, apretando los labios.
Si pudiera, preferiría nunca haber sido la señora Ferrer.
Luna notó su estado de ánimo y, sintiéndose impotente, no sabía qué decir para consolarla.
Sus ojos se desviaron hacia el abdomen de Floriana.
Soltó un largo suspiro.
Verdaderamente, nada parecía estar saliendo bien.
Tres días después, llegó el informe de Rosa.
Guillermo contactó directamente a Luna.
Al ver el informe, Luna de inmediato llamó a Floriana.
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