Capítulo 44
Hoy es el día en que Lisandro llega a Arbolada.
La quemadura en la mano de Floriana casi ha sanado por completo, así que ya puede manejar el carro por sí misma.
En este momento, Floriana está conduciendo el carro de Luna hacia el aeropuerto para recoger
a Lisandro.
A mitad del camino, recibió una llamada de Luna.
Luna no dio muchos detalles, solo le pidió que se apresurara al hospital.
Floriana sintió un nudo en el estómago y sus párpados no dejaban de temblar.
Le envió un mensaje a Lisandro y dio la vuelta, dirigiéndose al hospital.
Al llegar, Floriana se dirigió directamente a la oficina de Guillermo.
Guillermo le entregó un informe, y Floriana lo tomó en sus manos.
Leucemia aguda, en fase avanzada.
La noticia cayó como un balde de agua fría; Floriana no podía creerlo.
Pero el informe estaba ahí, en sus manos.
Con mucho esfuerzo, recuperó su voz y miró a Guillermo: -¿Se puede tratar?
-Se puede tratar, pero el estado de salud general de tu madre es débil. Tanto la radioterapia como la quimioterapia serían un gran desafío para ella. La mejor opción sería un trasplante de médula ósea.
-¿Trasplante de médula…? -Floriana pestañeó-. ¿Podría usar mi médula?
-El parentesco aumenta la probabilidad de compatibilidad, pero no es absoluto -respondió Guillermo-. Puedes hacerte la prueba de compatibilidad.
-De acuerdo, lo haré…
-¿Estás loca? -Luna la interrumpió-. ¿Olvidas en qué estado estás ahora?
Floriana, por supuesto, no lo había olvidado. -No lo olvido, pero debo salvar a mi mamá.
Luna frunció el ceño. -Pero tú…
-Lulu, no me intentes convencer. -Floriana se mantuvo firme-. No hay nada más importante que salvar a mi mamá.
Guillermo observaba a ambas, sintiendo que había algo más que no comprendía
completamente entre ellas.
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Consultorio de Luna.
-Estás embarazada y no puedes donar -dijo Luna mientras cerraba la puerta con llave y hacía que Floriana se sentara-. La médula de una embarazada es inestable. Incluso si resultas compatible, no podrás donar.
Floriana bajó la mirada. -Entonces haré la prueba después de la operación.
-Eso tampoco es inmediato -suspiró Luna-. Después de una interrupción del embarazo, tu salud se verá afectada y necesitarás tiempo para recuperarte antes de poder donar.
Ante estas palabras, Floriana frunció el ceño.
-Flori, sé que estás angustiada, pero ahora que esto ha pasado, debes mantener la calma.
Luna le apretó la mano para tranquilizarla: -Estoy contigo. Ya he reservado la prueba de compatibilidad, y el Dr. Quijano ha informado al banco de médula.
Floriana levantó la mirada hacia Luna. -Lulu, gracias.
-Tranquila -sonrió Luna-. Luchar contra el cáncer es una batalla larga, pero nosotras estaremos con la señora Jaramillo para vencerlo.
Floriana apretó los labios y asintió.
Por la noche, en el club privado más exclusivo de Arbolada, el Oasis de Noche.
Floriana había averiguado que Isaac estaría allí esta noche.
La probabilidad de que un familiar directo sea compatible es alta, y aunque sabía que Isaac probablemente no aceptaría, Floriana tenía que intentarlo.
Al salir del elevador, se dirigió al salón donde estaba Isaac.
En una esquina del pasillo, se encontró con varias personas.
Valentín iba acompañado de Tatiana, junto con Guillermo y Hilario Guzmán, el famoso mujeriego de Arbolada, conocido por cambiar de novia como quien cambia de ropa.
Hilario solía salir con jóvenes estrellas del entretenimiento y algunas influyentes de redes sociales. En resumen, era conocido por hacerse famoso a través de sus escandalosas relaciones.
Sin embargo, Floriana no tenía tiempo para prestarle atención.
No detuvo su paso, ignorándolos mientras seguía adelante.
Tatiana notó que Floriana se acercaba y frunció ligeramente el ceño, aferrándose al brazo de Valentín.