Capítulo 58
-Rafael, hay algo que mamá necesita decirte claramente.
Rafael se detuvo, aunque era solo un niño, un inexplicable sentimiento de inquietud comenzó a invadirlo.
Al otro lado de la mesa, Valentín también sintió la tensión en el aire. Dejó sus cubiertos y miró a Floriana con una expresión seria.
-Mamá, ¿qué quieres decir? -preguntó Rafael, parpadeando con inocencia.
-Rafael, tu papá y yo ya nos hemos divorciado.
Floriana miró a Rafael con seriedad en su voz: -Tu papá y yo ya no somos una familia. Este lugar tampoco es mi hogar, así que no volveré aquí.
-Floriana–intervino Valentín, con una mezcla de enojo en su mirada-. No olvides lo que prometiste.
-He cambiado de opinión -respondió Floriana, mirándolo-. No te preocupes, te devolveré el millón.
Valentín se quedó atónito, frunciendo el ceño como si las palabras de Floriana fueran incomprensibles. Su expresión se volvió oscura.
-¿Crees que me importa ese millón? -preguntó Valentín con tono cortante.
-No me interesa lo que pienses.
Floriana volvió a mirar a Rafael. -Rafael, escúchame bien. Tu papá y yo ya no estamos juntos. Si alguna vez me extrañas, puedes llamarme. Y si mi trabajo lo permite, puedes venir a verme. Pero este lugar, en realidad, ya no es mi hogar.
Rafael estaba completamente confundido. Podía sentir que tanto su papá como su mamá estaban muy molestos.
-¿Mamá, hice algo mal? -preguntó Rafael con cautela.
Floriana acarició su cabeza. -No es tu culpa, Rafael. Esta es una decisión de adultos.
Los ojos de Rafael se llenaron de lágrimas. -¿Por qué te separas de papá? ¿Acaso es por ese nuevo novio tuyo?
Floriana frunció el ceño. No sabía quién le había dicho eso a Rafael.
Miró al niño al que había cuidado con dedicación durante cinco años, sintiendo una mezcla de emociones. En el fondo, también le dolía dejar a Rafael, sabiendo que sus palabras lo harían sufrir.
Sin embargo, si no lo aclaraba hoy, Valentín continuaría usando a Rafael para manipularla. No podía seguir adivinando las razones ocultas de Valentín; lo más importante para ella era
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Capitulo 58
liberarse de un matrimonio lleno de mentiras y manipulaciones.
Después de pensarlo, Floriana le dijo suavemente a Rafael: -Rafael, no importa si tengo un nuevo novio o no, tu papá y yo no podemos seguir juntos…
-¡Mentira! -gritó Rafael de repente-. ¡Es porque tienes un nuevo novio que te vas! ¡No quieres a esta familia! ¡Ya no me quieres! ¡Porque tendrás un nuevo hijo con él y me olvidarás!
Floriana se quedó sin palabras, completamente sorprendida de escuchar esas palabras de Rafael.
-Rafael, ¿quién te dijo eso?
-¡Nadie me lo dijo! —Rafael bajó de la silla, furioso, y empezó a arrojar sus juguetes al suelo. ¡Te vi entrar a un hotel con ese tipo! ¡Me dijiste que estabas de viaje solo para estar con él!
Floriana lo siguió. Al ver los juguetes destrozados en el suelo, apenas podía creerlo. ¿Era este el mismo Rafael que antes era tan obediente y comprensivo?
-¿Sabes lo que estás diciendo, Rafael? -dijo Floriana con el ceño fruncido, en un tono severo-. Dime, ¿quién te enseñó a decir esas cosas? ¿Qué significa eso de que tengo un nuevo hijo y te olvido? ¿Quién te metió esas ideas?
-¡¿Por qué eres tan dura?! ¡Tú no eres mi verdadera mamá! ¡No tienes derecho a gritarme!
Rafael gritó descontrolado, agarrando un modelo con fuerza y lanzándolo hacia Floriana.
Floriana reaccionó rápidamente, protegiendo instintivamente su vientre.
-¡Cuidado! -gritó Valentín mientras se abalanzaba para proteger a Floriana.
El modelo golpeó la espalda de Valentín, cayendo al suelo hecho pedazos.
Floriana, aún en shock, empujó a Valentín para apartarse de él, retrocediendo unos pasos para mantener distancia.
Los ojos de Valentín se posaron en la mano de Floriana, que aún protegía su vientre, luego en su rostro aún asustado. El tipo tenía una expresión fría, sus ojos afilados se entrecerraron…
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