Capítulo 69
Floriana frunció el ceño y colgó el teléfono de golpe. La indignación se reflejaba en su rostro, y
su mano temblaba ligeramente mientras agarraba el celular con fuerza.
-Señorita Sagel, ¿está usted bien? -preguntó Guillermo, notando su estado alterado.
Floriana negó con la cabeza. -Estoy bien.
-¿Era Isaac quien llamaba? -insistió Guillermo.
Floriana presionó sus labios y no respondió. Guillermo entendió al instante. Suspiró, recordando lo que había oído sobre la relación de Floriana con la familia Sagel. Para ellos, Rosa era la responsable de la muerte de Óscar, y Floriana, al defender siempre a Rosa, se había convertido en su enemiga.
Ahora
que el emparejamiento había sido exitoso, lo más probable era que la familia Sagel aprovechara la oportunidad para humillar a Floriana. Guillermo, reflexionando un momento, sugirió:
-En realidad, podrías intentar hablar con Valentín.
Floriana frunció el ceño. -No voy a buscarlo.
-¿No será que tienes un malentendido con él? -Guillermo inquirió, sintiendo que había algo inexplicable entre Floriana y Valentín, Conocía bien a Valentín y sabía que él y Tatiana ya tenían hijos. No parecía el tipo de persona que jugaría con otras mujeres, y Floriana no parecía alguien que metería en problemas a otras parejas. Sin embargo, Guillermo estaba seguro de que Valentín realmente quería ayudar a Floriana y su hija.
-De hecho, este emparejamiento fue posible gracias a que Valentín intervino personalmente para acelerar el proceso -agregó Guillermo.
Floriana guardó silencio, apretando los labios. ¿Qué significaba esto de parte de Valentín? ¿Era su manera de compensar los cinco años que ella había entregado?
-Sabes bien que rogarle a Isaac no va a servir de nada -continuó Guillermo, captando la mirada de Floriana.
-Conozco a Valentin desde hace años. Creo que puedes confiar en él.
¿Confiar? Durante los últimos cinco años, había confiado en Valentín sin reservas. ¿Y qué había ganado con eso? Floriana sintió que toda su frustración se acumulaba sin tener a quién
contarselo.
Finalmente, asintió levemente. -Gracias, Dr. Quijano. Lo consideraré.
Guillermo la consoló. -No te preocupes, todo va a mejorar…
Después de salir de la oficina de Guillermo, Floriana fue a ver a Rosa al hospital. Rosa estaba de buen ánimo ese día, y Luna también estaba presente.
Floriana, aún con su mente ocupada, pasó un rato con Rosa antes de excusarse con trabajo pendiente.
Luna la siguió afuera.
-Flori, si el emparejamiento fue exitoso, ¿por qué tienes esa cara de preocupación?
-Isaac me llamó -Floriana admitió.
Luna entendió de inmediato. -¿Qué piensas hacer ahora? -preguntó, indagando más. ¿Isaac te puso alguna condición?
-Quiere que vaya a la familia Sagel y le suplique.
-¡Qué descaro! -Luna apretó los dientes con rabia-. ¡Claramente quiere aprovechar para humillarte!
Floriana no dijo nada, pero Luna, percibiendo el peligro, la agarró de la mano. -No hagas ninguna locura, ¿no estarás pensando en hacerlo?
-Mi cabeza es un lío -Floriana se cubrió la cara con las manos, desesperada-. Lulu, ¿será que soy demasiado egoísta? En un momento como este, todavía dudo por mi maldita dignidad.
-¿Cómo puedes pensar así? -Luna se mostró contrariada-. ¿Sabes bien qué clase de gente es la familia Sagel? ¡Si vas, no te dejarán en paz! Pero si decides ir, iré contigo.
-Esto no es asunto tuyo, la familia Sagel es peligrosa y no quiero implicarte–respondió Floriana.
-No les tengo miedo! -respondió Luna con furia-. ¡Haré una transmisión en vivo y dejaré que todo el país vea la verdadera cara de la familia Sagel!
Era una idea, pero la familia Sagel era poderosa y, si descubrían la transmisión, la detendrían rápidamente. Así que no era viable.
-El Dr. Quijano mencionó que Valentin ayudó con el emparejamiento y me sugirió que le pidiera ayuda de nuevo.
-¿Valentin? -Luna se sorprendió-. ¿Qué pretende? ¿No es… como si tuviera dos caras? ¡No entiendo por qué hace una cosa y luego otra!
Floriana tampoco entendia qué pasaba por la mente de Valentín.