Capítulo 238
Eso no era una buena señal, así que ellos querían hablar con ella.
Pedro dijo: “Pauli…”
Antes de que Paulina pudiera decir algo, Jaime sonrió y dijo: “¿El Sr. Lobos ha venido para hablarnos sobre tu relación con Pauli?”
La sonrisa de Pedro se congeló por un momento, y luego forzó una sonrisa diciendo: “Sr. Jaime, tengo algo que quiero decirle a Pauli, por favor…”
No fue necesario que Paulina dijera nada, porque Jaime continuó: “Sr. Lobos, si quiere que todos conozcamos sobre tu relación con Pauli, entonces puedes decir lo que quieras.”
Pedro no quería ofender a Jaime y al escuchar eso, tuvo que dejarlo y marcharse con Consuelo. Sin embargo, antes de irse, le dijo a Paulina: “Te llamaré más tarde, recuérdalo.”
Paulina no dijo nada, ya que no quería molestarse en responder. En cuanto a la llamada, ni siquiera pensaba en contestarla.
Jaime estaba frustrado por dentro y le dijo: “Realmente quisiera romperlo todo.”
Paulina también lo deseaba. Sin embargo, respecto al asunto con Armando, nunca pudo encontrar pruebas para limpiar su nombre. Si realmente rompieran con la familia Lobos públicamente, Armando y Castulo, para proteger a Mercedez, probablemente usarían eso para atacarla. Además, había visto de lo que la familia Saavedra era capaz, no por nada su madre seguía en el sanatorio sin poder salir.
Paulina y Jaime charlaron un rato y, al girar la cabeza, se dieron cuenta de que Armando y los demás ya habían dejado de jugar al ajedrez. Ya era tarde, así que fueron a buscar a la abuela
Romo.
La abuela Romo y el abuelo Jacobo acababan de terminar de hablar sobre pinturas. El abuelo Jacobo tenía amigos que iban a visitarlo, así que se fue a atenderlos.
La abuela Romo no quería seguir molestando a Jacobo, así que al ver que Paulina la buscaba, pensó en marcharse. Al saber que se iban, el abuelo Jacobo hizo un esfuerzo especial para regalarle a Romo una de las pinturas de montañas que tanto le gustaba. Después de charlar un poco, Paulina y los demás se marcharon.
Antes de irse, vieron a Armando y a Mercedez, que estaban sentados en el kiosco tomándose un café y charlando. Ellos dos también los vieron.
Armando lanzó una mirada hacia donde estaba Paulina y luego volvió a concentrarse en su conversación con Castulo y Alfredo. Al ver eso, Mercedez sonrió con malicia y también apartó la vista. Castulo, por su parte, asintió con la cabeza hacia Paulina y Jaime.
Paulina y Jaime devolvieron el gesto con un breve asentimiento y se marcharon sin mirar atrás.
12-10
Capitulo 238
Al día siguiente.
Paulina y Jaime fueron a trabajar a La Conquista Comercial como de costumbre. El nuevo proyecto de la empresa comenzaba a tomar forma lentamente, y tenían mucho trabajo por delante, por lo que pronto se sumergieron completamente en sus tareas. En los días siguientes, estuvieron tan ocupados que apenas tenían tiempo para respirar.
Ese día, Paulina recibió varias linternas de calabaza de parte de sus colegas. Paulina sel sorprendió y preguntó: “¿Ya es Halloween? ¿Tan rápido?”
“Sí.” Respondió un colega estirándose y agregando: “El ambiente festivo afuera está bastante intenso. Planeo salir a caminar con algunos amigos después del trabajo para disfrutar del ambiente, ¿y tú? ¿Tienes planes?”
Al escuchar eso, Paulina sonrió y negó con la cabeza, dejando las linterna de calabaza a un lado para continuar con su trabajo. Al salir del trabajo, Paulina recordó que una de sus plantas estaba marchitándose y planeó comprar una nueva.
Al llegar al centro comercial, se dio cuenta de que tal como su colega había dicho, las calles estaban llena de decoraciones espeluznantes y linternas de calabaza, creando un ambiente festivo muy fuerte. Las calles estaban llenas de gente y todos acompañados. Paulina observaba las escenas animadas que se desarrollaban frente a ella y, de repente, se sintió incapaz de seguir caminando.
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