Capítulo 309
En aquel momento Mercedez poseía acciones de Red Nova. Un momento antes, había estado en una reunión con Armando y los demás.
“Prima.” Dijo Alicia con una sonrisa mientras se acercaba, lanzándole una mirada a Paulina. Con un tono que solo ellas podían escuchar, se burló: “Alguien recibió flores y estaba muy orgullosa, pero al enterarse de que muchas personas te enviaron flores y que mi cuñado te dio ‘acciones, se quedó sin palabras.”
Mercedez lo escuchó y le lanzó una mirada indiferente a Paulina, sin decir nada.
Alicia continuó: “Prima, antes decías que Jaime era muy bueno con ella, pero hoy en San Valentín solo le dio un ramo de flores y nada más. Creo que eso muestra que él no es tan
bueno con ella.”
Mercedez levantó una ceja.
¿Jaime solo le dio a Paulina un ramo de flores en San Valentín? Eso sí que era bastante desconsiderado. Antes, siempre había pensado que Jaime trataba bien a Paulina. Después de todo, ella tenía mucho poder en La Conquista Comercial. Pero en aquel momento, con la comparación, se dio cuenta de que si Jaime realmente se preocupara por Paulina, ¿por qué solo le daba poder y no un puesto o acciones?
En ese momento, el Sr. Vargas se acercó y al ver a Mercedez, sonrió y dijo: “Ahora que tienes acciones, ¿planeas manejar Red Nova?”
Mercedez respondió: “No, lo profesional se le debe dejar a los profesionales. No me gusta acaparar el poder.”
Mientras hablaba, le lanzó una mirada a Paulina. En sus ojos esta última no tenía habilidades, pero para mostrar su influencia en La Conquista Comercial, intentaba involucrarse en todo. Sin embargo, no tenía ni un puesto ni acciones. Resultaba bastante ridículo si lo pensaba detenidamente.
Paulina estaba trabajando diligentemente, sin dejarse afectar por lo que había sucedido. En ese momento, su teléfono sonó. Miró y vio que era un mensaje de Jorge.
“Mañana por la noche ven a buscarme.”
La semana pasada, Jorge mencionó que alguien quería conocerla, así que el encuentro del día siguiente debía ser sobre eso.
Paulina pensó y respondió: “Está bien, profesor.”
Después de enviar el mensaje, guardó su teléfono y volvió a concentrarse en su trabajo.
Al día siguiente, Paulina y Jaime recogieron a Jorge para ir al restaurante reservado. Al llegar, justo al bajar del auto, Paulina vio a Antonio y a Alejandro.
Jorge había dicho que alguien quería conocerla, y ella pensó que serían extraños, pero no
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Capitulo 309
esperaba ver a Antonio y a Alejandro también.
Paulina y Jaime saludaron: “Sr. Antonio, Sr. Alejandro.”
Antonio y Alejandro sonrieron y asintieron.
Después de los saludos, estaban a punto de subir cuando alguien bajó de un auto y, sonriendo, dijo: “¿Se van sin esperarme?”
Paulina se volvió y al ver quién era, se sorprendió. Él… No era del Ministerio de Defensa…
Jorge, aún con su expresión impasible, lo presentó: “Joel.”
Joel suavizó un poco su imponente presencia habitual y sonrió amablemente, extendiendo la mano hacia ella, diciendo: “¿Pauli, verdad? He oído mucho sobre ti.”
“Sí.” Respondió Paulina y lo saludó: “Hola.”
“Todos están aquí.”
En ese momento, otra persona salió de un auto y se acercó. Era otro rostro conocido de las noticias.
Jorge saludó con frialdad: “Aarón.”
Paulina estrechó la mano de la persona y estaba a punto de hablar cuando otro sonido interrumpió: “¿Papá?”
Orlando bajó del auto y al ver, además de Antonio y Alejandro, a tantas figuras importantes, se sorprendió. Lo que lo sorprendió aún más fue ver a Paulina entre ellos.
