Capítulo 328
Paulina no estaba clara de lo que habían hablado Armando y Orlando..
Después de almorzar con Jaime, ella simplemente regresó a la oficina para seguir trabajando.
El miércoles, recibió una llamada del Sr. Sánchez, quien le pidió que fuera a su casa a cenar el fin de semana y dijo: “También vendrá Josie“,
Paulina, al escuchar eso, se detuvo un momento y respondió: “Está bien“.
El viernes por la tarde, mientras Paulina estaba en una reunión, cuando su teléfono sonó de repente. Estaba a punto de contestar pero la llamada se cortó. Como seguía en la reunión y era un número desconocido, decidió ignorarla.
La persona al otro lado de la línea era Lidia. Desde el miércoles, había comenzado oficialmente a trabajar en el Grupo Haro. Quería llamar a Paulina para contarle que había empezado a trabajar en el Grupo Haro y que se establecería en Fuente de la Felicidad, pero inmediatamente recordó lo que Alicia había dicho sobre los amigos de Armando, como Castulo, que no le agradaban a Paulina, sin importar cuánto tratara de ganárselos. Sin embargo, habían aceptado fácilmente a Mercedez. Si le decía a Paulina que había entrado a trabajar en el Grupo Haro, ella seguramente sospecharía que Mercedez tenía algo que ver con eso. Pensando en que Paulina podría sentirse mal al saberlo, Lidia rápidamente colgó.
Al salir del trabajo, y ante la insistencia de Consuelo, regresó a la casa de la familia Lobos. Aún no había llegado a la puerta cuando vio varios autos de lujo estacionados. Antes de llegar a Fuente de la Felicidad, ya había escuchado de boca de Consuelo y los demás que en Fuente de la Felicidad, muchos de los poderosos y ricos conocían la relación entre Mercedez y Armando. Lo bien que Armando trataba a Mercedez era un secreto a voces en el círculo social.
Al principio, Lidia no tenía una idea clara de eso hasta que llegó a Fuente de la Felicidad y vio cómo muchas personas influyentes iban diariamente a la casa de los Lobos para establecer contactos y pedir favores. Entonces entendió lo influyente que era la familia Lobos en aquel lugar.
Al conocer la procedencia de esos poderosos, y ver que con su estatus e influencia, aún se acercaban a Mercedez para buscar su amistad, Lidia se quedó sorprendida. Solo entonces se dio cuenta de que la ayuda de Armando a la familia Lobos y a la familia Saavedra era mucho mayor de lo que había imaginado. Sin embargo, Lidia vio que su madre Consuelo, era cautelosa al hablar con esos poderosos, mientras que Mercedez parecía despreocupada o incluso los evitaba. A pesar de ello, aquellos no se molestaban y seguían tratando de agradarle.
Al ver los autos de lujo en el patio, Lidia supo que la familia Lobos tenía visitas, así que entró por la puerta lateral, subió las escaleras sin llamar la atención.
Mercedez estaba en el segundo piso, buscando tranquilidad, y al ver a Lidia, la miró preguntándole: “¿Ya saliste del trabajo?”
14:05
Lidia se detuvo y le dijo: “Sí“.
Ya que había saludado a Castulo, Mercedez sabía que la incorporación de Lidia al Grupo Haro no sería un problema. Por eso, no prestó demasiada atención al hecho de que Lidia ya había ingresado al Grupo Haro.
Mercedez pasó una página del libro, pero como si recordara algo, levantó la cabeza y dijo: “Cuando Castulo te vio, ¿te dijo algo?”
Lidia, viendo que Mercedez volvía a empezar a leer, no pudo evitar admirar su dedicación. Además, había oído que en esos últimos días había participado en alguna actividad de intercambio tecnológico, ganándose el favor de varias personalidades importantes…
Pensando en esto, al escuchar a Mercedez hablarle, se quedó un poco desconcertada antes de responder: “No he visto al Sr. Castulo“.
Mercedez se detuvo y le preguntó: “¿Castulo no te ha contactado?”
“No, no lo ha hecho.”
Mercedez pensó que, al saber de la relación de Lidia con ella, Castulo se reuniría con Lidia para pedirle a alguien que la ayudara un poco. Sin embargo… Si realmente lo hubiera hecho, no sería beneficioso para la imagen de Lidia. Pensando en eso, dijo: “Está bien, no importa.”
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Lidia asintió y regresó a su habitación sin decir nada más.
Mercedez dejó el libro y llamó a Castulo. Este vio su llamada y tardó un momento antes de
Y contestar: “Hola.”
Mercedez sonrió y dijo: “Ya me enteré de que mi prima se unió al Grupo Haro, Castulo, gracias. ¿Tienes tiempo estos días? Me gustaría invitarte a comer.”
Castulo respondió con un tono de rechazo: “Tu prima entró a la empresa por su propio mérito, no tienes que agradecerme.”
Si no le hubiera prestado atención a Lidia, ¿cómo habría sabido que había ingresado por sus propios méritos?
Mercedez sonrió, pero no mencionó eso. Estaba a punto de hablar cuando Castulo se adelantó y dijo: “Tengo cosas que hacer, ¿hablamos luego?”
Mercedez sabía que Castulo había estado ocupado últimamente, así que respondió: “De
acuerdo.”
Después de decir eso, colgó el teléfono sin más demora.
En realidad, Castulo no tenía nada que hacer, pero él quería llamar a Paulina y después de que
Mercedez colgó le marcó.
