Capítulo 361
Jaime había terminado de hablar y preguntó: “¿Te lo encontraste de nuevo esta mañana?”
Paulina respondió: “Sí.”
Estar en medio de un proceso de divorcio y seguir encontrándose con su exmarido era realmente molesto, sin embargo, en ese momento sus empresas habían establecido una colaboración, por lo que algunos encuentros ocasionales eran inevitables.
Después de regresar a la empresa y estar ocupada durante dos días, la mañana del miércoles, el Sr. Barrera los mencionó a ella y a Jaime en el grupo.
Jaime estaba en un vuelo hacia otra provincia, y después de escuchar al Sr. Barrera explicar el problema, Paulina recogió sus cosas y se llevó a los técnicos con ella rumbo a Red Nova.
Esa era la primera vez que Paulina iba a Red Nova desde que Armando le había regalado la empresa a Mercedez.
Al llegar a Red Nova, Paulina y varios técnicos de la empresa acababan de bajar del auto cuando vieron a Orlando Rocha bajando de otro vehículo. Él ya tenía una colaboración con aquella compañía y eso no cambiaría solo porque Armando le había dado la empresa a
Mercedez.
La diferencia era que después de que Armando le dio la empresa a Mercedez, Orlando tenía que tratar con ella en lugar de con Armando para asuntos de negocios.
Al verse, ambos apartaron la mirada de inmediato y al entrar al edificio de la empresa Red Nova, Paulina, Orlando y los demás vieron a Mercedez.
En ese momento, parecía estar siendo acosada por uno de sus fervientes admiradores, porque él sostenía en brazos un exagerado ramo de rosas rojas.
Mercedez estaba de frente a la puerta, y cuando Paulina y Orlando la vieron, ella también vio a
Paulina.
Aquella era la primera vez que Mercedez veía a Paulina desde que supo que a Castulo le gustaba esta, por lo que al verla, su mirada se enfrió inmediatamente.
Orlando notó que Mercedez parecía estar bastante molesta con ese pretendiente y se acercó rápidamente cuestionando: “¿Qué está pasando?”
A Paulina no le interesaba lo que pasaba entre ellos, así que apartó la mirada y, sin detenerse, se dirigió hacia el ascensor con los técnicos de la empresa.
Dos o tres minutos después, el ascensor aún no había llegado al piso de abajo, pero la voz de Mercedez llegó a sus oídos cuando dijo: “Gracias por ayudarme a salir de esta.”
“No es nada.” Respondió Orlando y preocupado, preguntó: “¿No hay seguridad en el edificio? ¿Por qué no vinieron a encargarse de esto?”
Mercedez habló con resignación: “Él sobornó a los guardias.”
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Orlando frunció el ceño y cuestionó: “Entonces, ¿ahora podrá hacer lo que quiera sin consecuencias?”
“No. Más tarde se lo diré a Armando y él lo resolverá.” Respondió Mercedez con tono tranquilo y al escuchar eso, Orlando bajó la mirada, y después de un momento, dijo: “Está bien.”
Al terminar de hablar, ya habían llegado hasta donde estaba Paulina, y justo en ese momento el ascensor llegó al primer piso, por tanto, todos entraron juntos.
Los empleados de La Conquista Comercial, que a menudo acompañaban a Paulina a Red Nova para tratar asuntos laborales, ya estaban al tanto del cambio de dueño y ya conocían a Mercedez, por lo que una vez dentro del ascensor, la saludaron: “Sra. Lobos.‘”
Mercedez asintió y dijo: “Les agradezco su esfuerzo con los asuntos de la empresa.”
Los técnicos de La Conquista Comercial respondieron apresuradamente: “Es nuestro deber.”
Mercedez siempre era educada y amable con todos, pero al mirar a Paulina…
Orlando vio que Paulina seguía mirando a Mercedez con mala cara, mientras apretaba suş delgados labios,
Aunque los técnicos de La Conquista Comercial habían trabajado varias veces con Paulina o Jaime en Red Nova, Paulina y Mercedez no se habían enfrentado antes directamente.
Hasta ese momento, al ver cómo Paulina ignoraba a Orlando y Mercedez como si fueran aire, y cómo Orlando y Mercedez tampoco se dirigían a Paulína, ellos se dieron cuenta de que la relación entre Paulina y Mercedez no era precisamente buena, y por un momento, nadie dijo
nada más.
