Capítulo 388
“No sé si ya estás al tanto de la ruptura entre La Conquista Comercial y Red Nova“, dijo Orlando, conteniendo su frustración. Y sobre tu alumno Jaime, que se ha vuelto cada vez más arrogante y cegado por sus deseos, ¿también estás informado?”
Orlando estaba a punto de decir estas palabras cuando, al ver de reojo a Armando, se detuvo. Todo esto en realidad era asunto de Mercedez. Con Mercedez y Armando presentes, no tenía el derecho de hablar. Si lo hacía frente a todos, sería como admitir sus sentimientos por Mercedez, lo cual podría incomodarla.
Al pensar en esto, Orlando notó al Sr. Romero. Sabía quién era él. Dado que Red Nova y La Conquista Comercial habían firmado su ruptura y ahora Mercedez y Armando estaban cenando con el Sr. Romero, Orlando entendió lo que significaba.
Alianza Comercial Estelar era la mejor opción para Red Nova después de La Conquista Comercial. Armando estaba claramente interesado en ayudar a Mercedez.
Dado que Mercedez ya tenía una nueva dirección y Jaime estaba perdiendo el control, era mejor que Mercedez se mantuviera alejada. No tenía caso hablar con Jorge al respecto.
Con esto en mente, Orlando le dijo a Jorge: “Nada, disculpa la molestia“.
Jaime, sabiendo exactamente lo que Orlando quería decir, sonrió con burla: “Pensé que el Sr. Rocha iba a quejarse con mi maestro“.
Para Orlando, la actitud de Jaime era la de alguien que no se arrepiente, alguien que está satisfecho con su comportamiento. Había sentido pena por Jaime, pero ahora veía que Jaime era peor de lo que pensaba.
Si Jaime insistía en seguir un mal camino junto a Paulina, Orlando no tenía por qué detenerlo. Sin más ganas de hablar, respondió de manera cortante: “El Sr. Burgos exagera“.
Jaime, igualmente desinteresado en continuar la conversación, dijo a Paulina y Jorge: “Maestro, vámonos“.
Paulina asintió y dijo: “Por aquí, maestro“.
Al oír a Paulina llamar “maestro” a Jorge, Orlando y Mercedez pensaron que ella simplemente estaba imitando a Jaime. Aun así, les molestó, sintiendo que esa palabra de Paulina ensuciaba el nombre de Jorge.
Jaime y Paulina tenían que regresar a la oficina. Después de que Jorge se fue en su auto, Jaime comentó: “Orlando es un idiota. Me arrepiento de haber aceptado colaborar con él por Antonio. Pensar en futuros trabajos con él me da dolor de cabeza“.
Paulina, masajeando su sien, sugirió: “¿Dejamos que el Sr. Rivas se encargue de él en el futuro?”
Jaime respondió: “¡Totalmente de acuerdo!”
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Paulina sonrió y juntos regresaron a la oficina. Al salir del ascensor y dirigirse a su lugar de trabajo, el teléfono de Paulina sonó. Era una llamada de Armando. No contestó.
Jaime, al notar el cambio de expresión en Paulina, adivinó quién estaba llamando. Después de que cesó la vibración, Paulina recibió un mensaje de Armando.
El mensaje decía: “Mañana tengo que viajar. Josie también quiere estar contigo. ¿Te encargas de Josie durante la vacación?”
Al enterarse del contenido, Jaime se burló: “Como en Año Nuevo, él se va de viaje con Mercedez y quiere que cuides a Josie para que pueda disfrutar de su tiempo a solas con ella“.
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Paulina también pensó lo mismo.
Respondió: “No tengo tiempo, y por favor, cumple tu promesa de vigilar que ella no se vaya a la casa de mi abuela.”
Un rato después, Armando le contestó: “Está bien.”
Después de eso, Armando no volvió a contactarla.
El tercer día del puente del Primero de Mayo, cuando Paulina y su familia estaban en una zona turística preparándose para hacer rafting, Gema Correa le envió una foto. La persona en la foto era Mercedez.
Gema estaba en Sierra Plata, ocupada con los preparativos del desfile de moda.
Al ver la foto, Paulina le respondió: “¿Está viendo tu desfile?”
Gema contestó: “¡Sí! ¡Qué mala suerte!”
Luego envió otro mensaje: “Está sola, no he visto a Armando.”
Paulina solo respondió con un “Mm” sin interés particular en el asunto y le preguntó: “¿Cuándo vuelves?”
Gema respondió: “No estoy segura todavía.”
Gema tenía cosas que hacer, así que después de intercambiar algunas palabras, se despidieron.
Diez minutos más tarde, Gema le envió un video.
Paulina se detuvo un momento, y al contestar, vio a Mercedez y Armando en la pantalla.
Gema soltó un resoplido y, bajando la voz, le dijo: “Acaban de llegar, el desfile ya terminó, él vino especialmente a recogerla.”
Mercedez claramente conocía a varias personas allí y estaba charlando animadamente
mientras Armando la esperaba pacientemente, observándola.
Jaime había dicho que llevaría a Mercedez en su viaje de trabajo, y parece que acertó.
Sin embargo…
Al ver que solo estaban ellos dos y no había señales de Josefina Frias, Paulina frunció el ceño.
Justo en ese momento, la cámara se movió abruptamente y Paulina pensó que algo le había pasado a Gema.
Mirando con atención, se dio cuenta de que Armando había mirado hacia la cámara.
Obviamente, había visto a Gema.
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Gema sintió un escalofrio al notar la mirada de Armando, pero antes de que pudiera reaccionar,
él desvió la vista como si nada.
Paulina y Gema eran amigas de años, muy cercanas.
Armando lo sabia.
Pero encontrarse en el extranjero y que Armando no tuviera intención de ir a saludar a Gema no era sorprendente.
Después de que Armando la viera, Gema no se atrevió a apuntar la cámara nuevamente hacía
él.
Paulina no estaba interesada en lo que Armando y Mercedez hacían; pensó en Josefina y le dijo a Gema: “Tengo que hacer una llamada, hablamos luego. Cuando vuelvas, te invito a
comer.”
Gema rápidamente respondió: “Está bien, entonces, hasta luego.”
Después de colgar el video, Paulina llamó a Josefina. Sin embargo, la llamada no conectó.
Paulina lo pensó un momento y decidió llamarla a través de WhatsApp.
Esta vez, la llamada sí se conectó.
Josefina, al ver la videollamada, se mostró muy contenta y contestó de inmediato: “¡Mamá!”
Paulina notó que estaba en un auto.
Le preguntó: “¿Dónde estás?”
“Estoy en el extranjero ahora,” dijo Josefina emocionada. “¡Acabo de ver la migración de ñus desde un helicóptero, miles de ellos moviéndose sin parar, fue increíble verlos de cerca desde el aire!”
Al escuchar esto, Paulina se detuvo un momento.
En mayo, la migración de ñus…
“¿Estás en Grumeti?”
“Sí, yo…”
Pero Armando y Mercedez estaban en Sierra Plata.
Aunque sabía que Armando había asignado guardaespaldas para que la acompañaran a donde quisiera ir cuando él no pudiera estar, ella aún era muy joven, y Armando y Mercedez en Sierra Plata mientras Josefina estaba tan lejos con un guardaespaldas…
Paulina apretó el teléfono con más fuerza, controlando sus emociones, y preguntó: “¿Fuiste con tu papá?”
“No, papá dijo que tenía trabajo y no podía acompañarme. Me dijo que buscara cosas que quisiera hacer, y como siempre quise ver la migración de animales que vi en televisión, se lo
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conté a papá. Él arregló que alguien me trajera hasta aquí.”
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