Capítulo 414
Capítulo 414
El señor Torres no tenía idea del pasado entre Paulina y Mercedez, así que siguió el hilo de lo que Dr. Héctor había dicho:
-Así es, estábamos platicando sobre algunas novedades en nuestro campo. La señorita Mercedez también estudió IA, y dicen que entre más cabezas, más ideas. Qué bueno que se sumó, señorita Mercedez.
Mercedez asintió con una sonrisa forzada.
-Ya veo…
Al decirlo, lanzó una mirada directa a Paulina.
Cuando terminaron de hablar de trabajo, Paulina ya tenía ganas de marcharse, pero no pudo rechazar la insistencia de Dr. Héctor y el señor Torres, que seguían haciéndole preguntas con mucho entusiasmo. Así que se quedó un rato más, compartiendo opiniones y debatiendo
ideas.
La llegada de Mercedez, sin embargo, le dio el pretexto perfecto para despedirse.
Se puso de pie, acomodó su bolso y dijo:
-Ya se me hizo tarde, tengo pendiente un asunto. Señor Armando, señor Torres, Dr. Héctor, ojalá podamos platicar otra vez pronto.
Más allá de la tesis de Paulina, en el área de IA varias empresas habían tenido avances técnicos impresionantes. Durante la charla, Paulina supo identificar de inmediato el punto clave de cada avance, lo que hizo que la conversación fluyera y todos se sintieran animados. Tanto el señor Torres como Dr. Héctor deseaban seguir platicando con ella.
Por eso, cuando vieron que Paulina se despedía, se notó que les costaba dejarla ir.
El señor Torres intervino con cierta prisa:
-¿Tan rápido te vas? Justo quería consultarte sobre unos detalles del motor interno…
Aunque todos colaboraban con el Grupo Frias, los asuntos de trabajo ya los habían discutido casi por completo. Reuniones como esa, en las que podían sentarse a intercambiar ideas tan de fondo, no se daban todos los días.
Dr. Héctor se sumó enseguida:
-Sí, ¿por qué no te quedas un rato más? Nos gustaría seguir platicando.
Paulina sonrió con amabilidad.
-De verdad tengo que irme, será para la próxima.
Al ver que ella insistía, tanto Dr. Héctor como el señor Torres, aunque les pesó, no pudieron seguir presionando.
17.08
Capitulo 414
Paulina entonces se volvió hacia Armando, le ofreció la mano y dijo:
-Hasta la próxima, señor Armando.
No solo Dr. Héctor y el señor Torres la habían pasado bien con Paulina. Reinaldo y Francisco también notaron que Armando se había mostrado muy animado durante la charla con ella.
Al ver que Paulina se despedía, pensaron que Armando trataría de convencerla de quedarse un rato más. Sin embargo, él solo le estrechó la mano y respondió, muy correcto:
-Nos vemos la próxima vez.
Luego le indicó a Francisco:
-Acompaña a la señorita Paulina, por favor.
Francisco, al ver a Mercedez de pie cerca, entendió de golpe por qué Armando no había intentado detener a Paulina. Si Mercedez no estuviera presente, pensó Francisco, probablemente Armando sí habría mostrado más interés en que Paulina se quedara, por la admiración profesional que le tenía. Pero con Mercedez en la sala, era evidente que Armando tenía más presente cómo se sentiría ella.
Después de todo, si llegaba a insistir, con la relación previa que había entre él y Paulina, era seguro que Mercedez le daría vueltas al asunto en la cabeza.
Con eso en mente, Francisco salió de su ensimismamiento y le dijo a Paulina, con cortesía:
-Por aquí, señorita Paulina.
Paulina asintió, evitó mirar de nuevo a Armando y Mercedez, y salió junto a Francisco y Ana de
la oficina.
Mercedez no perdió de vista a Paulina hasta que desapareció por el pasillo. Recordó el entusiasmo con el que tanto Dr. Héctor como el señor Torres habían anhelado conversar más con Paulina y esbozó una sonrisa, preguntando:
-¿Y eso… qué pasó?
Dr. Héctor fue el primero en contestar, con un suspiro:
-La verdad, la señorita Paulina tiene un dominio impresionante del tema, su visión es súper original. Es de esas pocas personas que combinan creatividad y conocimiento en IA, de verdad nos sorprendió. Platicar con ella fue como abrir una ventana, por eso el señor Torres y yo queríamos seguir conversando, pero pues…
Mientras más hablaba, más lamentaba que Paulina se hubiera marchado y no pudo evitar soltar otro suspiro pesado.
Mercedez no se esperaba semejante respuesta. La sonrisa en su cara se desdibujó un poco, aunque intentó no mostrarlo demasiado.
17.03
-Vaya, así que era eso…
En cuanto terminó, el señor Torres soltó una carcajada y comentó:
-Pauli es una genio en IA, y además está guapísima. La neta, Jaime sí que se sacó la lotería con ella.
¿Genio en IA? ¿Paulina? ¿Y encima dice que Jaime se sacó la lotería?
Básicamente, el señor Torres había puesto a Paulina en un pedestal frente a todos.
Aunque Mercedez no tenía idea de cómo Paulina había logrado mantener su fachada profesional ante Dr. Héctor y el señor Torres, ver lo bien que la recibían le recordó a Aarón y Antonio, quienes también sentían gran admiración por ella.
Bastó una sola tesis para que Paulina se ganara la simpatía de tantos pesos pesados.
No podía negar que Paulina era sumamente hábil.
Pero, en el fondo, Mercedez pensó: si no tienes el talento real, tarde o temprano te
desenmascaran. Todo lo que Paulina ha conseguido por ahora no es más que humo; nada de eso es estable.
Con ese pensamiento, Mercedez se limitó a bajar la cabeza y esbozar una sonrisa, sin decir
más.