Capítulo 424
Teófilo cumplía con todos los requisitos: era inteligente, guapo y venía de una familia acomodada. Al escuchar esto, Alicia Saavedra casi saltó del carro, indignada.
-¡Ni pensarlo! ¿Y si al final el Sr. Cruz de verdad se encariña con Paulina, esa tipa? ¿Te imaginas? ¡Perderíamos a un amigo y ganaríamos una enemiga!
Rosalinda soltó una risa despreocupada.
Le dio un golpecito cariñoso en la cabeza a su hija y le dijo:
-Ay, mi niña, con tu hermana brillando como siempre, ¿de verdad crees que el Sr. Cruz podría fijarse en Paulina?
Durante años, Rosalinda había sido testigo del magnetismo de Mercedez con los hombres. Sabia perfectamente el alcance de su encanto.
Mercedez guardó silencio.
Más allá de si el plan de su abuela funcionaría o no, ella pensaba igual que Rosalinda: no creía que Teófilo pudiera caer en los juegos de Paulina.
Ella conocía bien el amor que Teófilo sentía por ella y tenía absoluta confianza en él.
Beatriz Saavedra también permanecía callada, pero coincidía: no creía que Teófilo pudiera interesarse por Paulina.
Una vez que quedó claro ese punto, Beatriz intervino:
-Por haber dejado pasar la oportunidad de entrar a La Conquista Comercial, Mercy ha perdido muchísimo tiempo y muchas oportunidades. Mientras tanto, Paulina se ha catapultado gracias a ese mismo momento. Ya casi parece que va a volar alto de aquí en adelante en la industria de la inteligencia artificial.
-Si dejamos que siga con Jaime, puede que de verdad logre algo grande en este mundo. Por eso, separar a Paulina y Jaime y recuperar para Mercy la oportunidad de acercarse a Jaime y Jorge es, bajo las circunstancias actuales, algo que urge.
-De lo contrario, lo que perderemos más adelante será todavía peor.
Eso sí que era cierto.
Alicia se acordó de cómo Paulina los había metido en un lío de trescientos millones en
compensación por incumplimiento de contrato, y de cómo últimamente Paulina estaba en boca de todos por sus logros con la tesis. Eso le daba coraje y la llenaba de envidia.
Al escuchar a Beatriz, ya no discutió más.
Ansiosa, preguntó:
-¿Y entonces qué hacemos? Si el Sr. Cruz quiere tanto a mi hermana, seguro no va a aceptar,
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Paulina, al recoger el celular de Armando habia alcanzado a ver parte de su conversación con Mercede
Tal como Jaime insinuaba, en efecto hablan quedado en irse puntos.
Teofilo se apresuro a alcanzar a Paulina Ella, pensando que queria decirle algo, le preguntó
Qué pasa?
Teofilo al notar que ella nunca habia entendido sus sentimientos, habia querido ir despacio y
acercarse poco a poco.
Pero ahora, viendo como estaban las cosas, supo que no podía seguir esperando.
Aun así, el momento no era el más adecuado para hablar.
-Nada, no te preocupes -respondió.
Armando, al ver a Teofilo acercarse a Paulina, solo echó un vistazo y enseguida volvió la mirada hacia Mercedez, que acababa de salir del otro privado.
Paulina y Jaime no querian cruzar miradas con la familia Lobos ni con los Saavedra, y tampoco les interesaba saber qué tan cercanos eran Armando y Mercedez, así que se adelantaron y salieron primero.
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Ya abajo, como Armando y Mercedez tenían algo de trabajo pendiente, platicaron un rato y luego se subieron al carro y se marcharon.
Al recordar que Paulina se había ido con Jaime y Teófilo, ya en el carro, la abuela Saavedra
comentó:
-La muchacha que iba con Jaime, además de él, no estaba también el heredero de los Cruz? Si entre ellos llegara a pasar algo, seguro afectaría la relación de Paulina con Jaime, ¿no creen? Los de la familia Lobos también sabían lo de Mercedez y Teófilo.
Pero apoyaban la decisión de Mercedez de elegir a Armando en vez de a Teófilo.
Después de todo, comparado con Teófilo, Armando tenía mucho más éxito en su carrera, y además, estaba dispuesto a hacer mucho más por Mercedez.
Capítulo 424
Teófilo cumplía con todos los requisitos: era inteligente, guapo y venía de una familia acomodada. Al escuchar esto, Alicia Saavedra casi saltó del carro, indignada.
-¡Ni pensarlo! ¿Y si al final el Sr. Cruz de verdad se encariña con Paulina, esa tipa? ¿Te imaginas? ¡Perderíamos a un amigo y ganaríamos una enemiga!
Rosalinda soltó una risa despreocupada.
Le dio un golpecito cariñoso en la cabeza a su hija y le dijo:
-Ay, mi niña, con tu hermana brillando como siempre, ¿de verdad crees que el Sr. Cruz podría fijarse en Paulina?
Durante años, Rosalinda había sido testigo del magnetismo de Mercedez con los hombres. Sabía perfectamente el alcance de su encanto.
Mercedez guardó silencio.
Más allá de si el plan de su abuela funcionaría o no, ella pensaba igual que Rosalinda: no creía que Teófilo pudiera caer en los juegos de Paulina.
Ella conocía bien el amor que Teófilo sentía por ella y tenía absoluta confianza en él.
Beatriz Saavedra también permanecía callada, pero coincidía: no creía que Teófilo pudiera interesarse por Paulina.
Una vez que quedó claro ese punto, Beatriz intervino:
-Por haber dejado pasar la oportunidad de entrar a La Conquista Comercial, Mercy ha perdido muchísimo tiempo y muchas oportunidades. Mientras tanto, Paulina se ha catapultado gracias a ese mismo momento. Ya casi parece que va a volar alto de aquí en adelante en la industrial de la inteligencia artificial.
-Si dejamos que siga con Jaime, puede que de verdad logre algo grande en este mundo. Por eso, separar a Paulina y Jaime y recuperar para Mercy la oportunidad de acercarse a Jaime y Jorge es, bajo las circunstancias actuales, algo que urge.
-De lo contrario, lo que perderemos más adelante será todavía peor.
Eso sí que era cierto.
Alicia se acordó de cómo Paulina los había metido en un lío de trescientos millones en compensación por incumplimiento de contrato, y de cómo últimamente Paulina estaba en boca de todos por sus logros con la tesis. Eso le daba coraje y la llenaba de envidia.
Al escuchar a Beatriz, ya no discutió más.
Ansiosa, preguntó:
-¿Y entonces qué hacemos? Si el Sr. Cruz quiere tanto a mi hermana, seguro no va a aceptar,
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Capitulo 42
¿o sí?
Hacer que Mercedez quedara protegida y, al mismo tiempo, lograr que Teófilo cooperara, no
sería sencillo.
Aunque, pensándolo bien, tampoco era imposible.
Por otro lado.
Paulina, Jaime y Teófilo salieron del restaurante y regresaron al edificio de La Conquista Comercial. Cuando el elevador llegó al piso de la empresa y las puertas se abrieron, apenas dieron unos pasos hacia la entrada, Paulina y Jaime vieron a un tipo alto y bien plantado parado frente a la recepción.
Tal vez por el eco de los pasos, ese hombre volteó hacia ellos.
En cuanto lo vio, Paulina se detuvo en seco.
Un rato antes, en el carro, le había contado a Jaime todo lo de Tito.
Jaime, que era fanático de los chismes, se había divertido de lo lindo.
Ahora, de regreso en la empresa, encontrarse de repente con Tito, quien la había seguido hasta ahí, lo hizo soltar un -¡Guau!–, alzando las cejas con asombro.
Teófilo no conocía a Tito, pero en cuanto lo vio, adivinó de inmediato quién era.
Había que admitirlo: Tito tenía una presencia impresionante, su atractivo estaba a la altura de su fama.
El semblante de Teófilo se endureció al instante.
Tito volteó y, al ver a Paulina y Jaime, saludó:
-¿Ya regresaron?
Paulina en verdad no esperaba que Tito se presentara en la empresa.
Mordió ligeramente sus labios.
-Tú…
-Imaginé que podrías estar aquí, así que me vine directo -dijo, mirándola fijamente. Luego, con cortesía, saludó a Jaime-: Sr. Burgos, cuánto tiempo sin vernos.
Jaime respondió con una gran sonrisa y le estrechó la mano.
-Igual, Sr. Tito. Creo que es la primera vez que viene a La Conquista Comercial, ¿no? Si ya está aquí, ¿qué le parece si le damos un recorrido?
-Gracias, acepto la invitación -Tito sonrió, lanzándole una mirada significativa a Paulina, pero al mismo tiempo notó la expresión cortante de Teófilo.
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Capitulo 424
Aunque Tito no conocía a Teófilo, percibió de inmediato que aquel tipo lo miraba con una mezcla de desconfianza y advertencia.
Al notar que Tito se acercaba un poco a Paulina, y viendo la postura de Teófilo, que parecía dejar claro que no toleraría que la acosaran, Tito entendió la situación en un segundo.
Hizo una pausa y se volvió hacia Teófilo.
-¿Y este señor es…?
Jaime esperaba que Paulina contestara.
Como ella no dijo nada, Jaime se adelantó:
-Él es Teófilo, nuestro ingeniero en La Conquista Comercial. Sr. Cruz.
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