Capítulo 741
La declaración de Rosana fue como una bomba que estalló en medio de todos, dejando una marca imborrable en sus corazones. El rostro de Leonor se volvió pálido como el papel, casi no tenía fuerzas para mantenerse en pie. Eso podía ser.
Si Rosana recordaba el accidente en ese momento y mencionaba que su padre no había muerto, o revelaba algo comprometedor sobre él, todo estaría perdido para ella. Si Rosana no había recordado nada durante todos esos años, ¿por qué lo hacía ahora?
Los tres hermanos Lines se quedaron impactados.
Julio fue el primero en hablar: “Rosana, ¿por qué no me dijiste algo tan importante?”
Rosana soltó una risa sarcástica: “¿Decírtelo a ti? ¿No ves lo que han hecho? Los cuerpos de nuestros padres aún no estaban fríos y adoptaron a la hija de su asesino. ¿No temen el castigo divino?”
“¡No es cierto!” Exclamó Leonor en su defensa. “Mi padre no los asesinó, creo en él y sé que no haría algo así.”
Aunque Benito encontraba extraña esa declaración, defendió a Leonor diciendo a Rosana: “No pienses que solo con unas palabras cualquiera te va a creer.”
Leonor sintió un alivio inmediato y continuó llorando en el hombro de Benito.
Rosana sonrió fríamente: “Parece que prefieres creer en una extraña antes que en mí.”
“Todos saben de tu enemistad con Leonor. ¿Y si estás mintiendo? Al fin y al cabo, los que estaban presentes murieron, ¿quién puede probar que dices la verdad?” En el fondo, Benito no podía aceptar que el padre de Leonor fuera esa clase de persona.
Alonso miró a Benito: “Lleva a Leonor a descansar.”
“¡Alonso!”
Alonso frunció el ceño: “¿Ya no me escuchas?”
Benito no se atrevió a replicar y se llevó a Leonor, que temblaba de pies a cabeza. Afortunadamente, Benito no creyó en Rosana y no había testigos del accidente, así que nadie le creería. Pero, ¿qué era lo que había recordado Rosana? Quería saber, sin embargo, temía escuchar la verdad. Leonor había preguntado sobre el accidente, pero su padre siempre evitó hablar del tema. Tenía que preguntarle cuánto antes, era hora de prepararse.
Cuando Leonor se fue, Alonso inquirió: “Rosana, ¿qué es lo que has recordado?”
Si realmente había recordado lo ocurrido en el accidente, las cosas serían más sencillas.
“¿Y tú qué has descubierto?” Replicó Rosana.
Alonso entrecerró los ojos: “Así que estabas mintiendo, no recuerdas nada en absoluto. Eres
una inútil. Papá y mamá te salvaron con tanto esfuerzo, pero tú eres demasiado cobarde como
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para recordar nada.”
Si Rosana pudiera recordar, podrían atrapar al culpable y si estaba relacionado con una familia poderosa, tendrían una ventaja.
“Puedes pensar que miento, pero te diré que recordé un fragmento. La persona que me salvó era joven, definitivamente no era el padre de Leonor.”
Esa declaración dejó a Alonso conmocionado, por lo que bajó la voz: “¿Pudiste ver cómo era ese joven?”
“¿Por qué debería decirtelo?” Rosana lo miró con desdén: “Si quien me salvó no fue el padre de Leonor, si el accidente tiene un trasfondo y está relacionado con su padre, ¿qué significan todas tus acciones desde ese momento?”
La insinuación de Rosana era evidente.
Alonso retrocedió, incrédulo: “¡Eso es imposible! Rosana, estás mintiendo.”
Si el accidente estaba relacionado con el padre de Leonor, entonces Leonor era la hija del
enemigo.
Alonso exclamó: “Eso es imposible, Rosana, estás tratando de sabotear la colaboración entre las empresas Lines y PZ, ¿verdad?”
Alonso no podía creer en las palabras de Rosana, especialmente en un momento tan crítico. Si ocurría algún error, entonces la colaboración entre el Grupo Lines y la empresa PZ podría tener problemas.
Ella dijo con una mirada fría: “¡Adivina!”
“Rosana, deja de decir tonterías aquí, no creas que no sé lo que tienes en mente. Voy a
investigar las pistas, ¡pero mira el desastre que hiciste hoy!”
