Rota Novela 252

Capítulo 252 Si es bueno con Lauric…
Mia se congeló. Su cuchara flotó en el aire.
¿Trabaja para el Sr. Brooker? Entonces, ¿qué hace andando con alguien como Jeffrey?
El recuerdo de los 140.000 dólares que le estafó la golpeó fuerte.
80%
Terminado
Nunca se había sentido mal por aceptar dinero de idiotas ricos y engreídos; personas como Jeffrey y Elliot se lo merecían.
¿Pero alguien decente? ¿Alguien vinculado a Lauric, que solo había cuidado de ella?
Ahora simplemente se sentía mal.
Su estómago se revolvió. Esos 140.000 dólares bien podrían haber estado en llamas. Quería devolvérselo, inmediatamente.
Si Laurie alguna vez descubría de dónde venía ese dinero… estaría destrozada. Nunca volvería a mirarme de la misma manera.
Mia miró fijamente su tazón, sus emociones parpadeando en sus ojos. Siguió comiendo, mecánicamente, pero cada bocado era insípido.
Después de la cena, Mia ayudó a Lauren con los platos.
Estaba absorta en sus pensamientos y apenas decía una palabra.
Lauren tampoco hablaba mucho, sobre todo porque no oía.
Así que la cocina permanecía en silencio, llena solo del suave sonido del agua y el ocasional tintineo de los utensilios.
Una vez que terminaron, Lauren condujo a Mia a su cuarto de bordado.
Últimamente, cuando no comía ni dormía, Lauren casi siempre estaba allí, trabajando en su bordado.
Mia miró a su alrededor, a la explosión de vibrantes colores de hilo, y luego a Lauren, cabizbaja, totalmente absorta en su oficio. Sintió una opresión en el pecho.
Laurie es de esas personas que sobresale en todo lo que toca.
Aprendió este intrincado bordado —un arte reconocido oficialmente como patrimonio— mientras estaba en prisión. Y, de alguna manera, en tan solo cinco años, se había vuelto tan buena que podía pasar por una maestra.
Si no la hubieran encarcelado injustamente… si se hubiera graduado de Northcrest como se suponía que debía… su vida habría sido completamente distinta.
Mia se sentó en silencio cerca, sin decir palabra, con la mirada fija en Lauren mientras bordaba.
Lauren estaba junto a la ventana, trabajando en su puesto de bordado. La luz del sol de la mañana entraba a raudales, envolviéndola en una suave neblina dorada.
Se veía tan tranquila, tan elegante mientras cosía.
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Capítulo 252 Si es bueno con Laurie…
Luego se recostó de nuevo, observando a Lauren en silencio mientras sus pensamientos divagaban
¿Cómo se supone que voy a devolverle esos 140.000 dólares a Josh sin hacer las cosas raras?
Terminado
Y luego otro pensamiento se superpuso: Laurie dijo que quiere terminar toda esta pieza de bordado en un año. Mientras tanto. Tengo que averiguar cómo ahorrar lo suficiente para salir del país en la misma cantidad de tiempo.
Su mente era un caos de planes y preocupaciones, mientras Lauren seguía bordando bajo una luz dorada.
El día pasó volando, y en poco tiempo llegó la hora de almorzar.
Mia comió rápido en Brooker Villa, se despidió de Lauren y regresó a la escuela.
Esa tarde, Lauren volvió a su rutina de bordado, y Mia fue a clase como siempre.
Para cuando el sol empezó a ocultarse en el cielo, tiñendo todo de un intenso resplandor naranja, Mia estaba terminando su última clase.
Al salir, sonó su teléfono.
La voz al otro lado era suave y familiar.
“Mia, ¿me extrañaste?”.
Todavía nerviosa por el encuentro con Josh esa mañana, Mia no lo toleraba. Espetó sin dudarlo:
“Déjate de tonterías”.
A Kenny lo pilló desprevenido su tono.
Tenía el teléfono en altavoz.
En cuanto la voz de Mia llegó, alta y clara, desató una ronda de risas de su padre, James, y su hermano, Jeffrey, ambos sentados cerca con el resto de la familia Gordon.
Entonces, ¿por qué el teléfono de Kenny estaba en altavoz?
Sencillo: había una reunión familiar.
¿El tema? James había convocado a todos por una sola razón: quería que uno de sus hijos finalmente se uniera a la empresa y comenzara a prepararse para tomar el control.
Jeffrey ni siquiera intentó disimular. “Soy médico. No me interesa el negocio”.
Kenny, igual de relajado, añadió: “Todavía soy joven. Quiero disfrutar de la vida un poco más. Papá, ni siquiera estás cerca de jubilarte. Aún lo tienes bajo control. ¿Qué prisa tienes?”.
James parecía a punto de estallar. “Uno está ocupado jugando al médico, el otro está por ahí jugando con sus amigos. Cuando yo deje el cargo, ¿quién dirigirá esta empresa? ¿Crees que las habilidades de liderazgo caen del cielo? ¡Necesito tiempo para capacitarte!”.
Kennu sonrió con suficiencia. “Vamos, Ieffrey, deja de ser médico. Es agotador. Podrías ser el director financiero, relajarte
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80% Negocio
cerrado
. Deberías irte. Una vez que conviertas la empresa en un imperio, simplemente constrúyeme un par de hospitales”,
“No, gracias. Mi juventud es demasiado valiosa para desperdiciarla detrás de un escritorio.
“Genial. Yo también me voy”.
Ninguno de los dos quería tener nada que ver con el negocio familiar.
James estaba furioso. Había construido todo un imperio y ninguno de sus hijos quería hacerse cargo.
James dijo: “De acuerdo. ¿No dirigirás la empresa? Entonces cásate. Ten hijos. Si no puedo contar con ustedes dos, empezaré a entrenar a los nietos”.