Rota Novela 265

Capítulo 265 Venganza en Sangre y Dolor
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Terminado
Mia sacó el cuchillo de un tirón con un movimiento rápido. La sangre salió a borbotones como una tubería reventada. Todo el cuerpo de la mujer se convulsionó; parecía que estaba a punto de desmayarse.
Sin dudarlo, Mia la agarró del pelo y la arrastró hacia un callejón cercano envuelto en sombras negras como la boca del lobo.
La mujer temblaba incontrolablemente. El terror en sus ojos era abrumador. La sonrisa arrogante que lucía minutos atrás había desaparecido sin dejar rastro.
Así que puede estar asustada.
No hace mucho, se jactaba de cómo había golpeado a Lauren a punto de matarla en prisión.
Ahora las tornas habían cambiado. Ahora ella era la presa. Y así, toda esa supuesta dureza desapareció.
Mia puso los ojos en blanco. Y yo que pensaba que se suponía que era dura. Otra cobarde que solo sabe intimidar a la gente que no puede defenderse.
La mujer sollozó: “¿Qué vas a hacerme?”
Mia ladeó la cabeza, con voz juguetona y mortal. “Oh, no mucho. Solo te voy a sacar los ojos, cortarte la lengua, reventar tus orejas y cortarte los tendones de las manos y los pies. Eso es todo. Jeje.”
Con cada palabra, la mujer negaba con más fuerza con la cabeza. “No… no… por favor. Ni siquiera te hice nada. ¿Por qué haces esto?”
Mia frunció el ceño levemente, su rostro lleno de inocencia. “¿Quién dijo que necesito tener una razón?”
“Por favor… te daré dinero… solo déjame ir…”
Mia rió como si acabara de escuchar un chiste. “¿Dinero? No quiero tu dinero. Solo quiero verte arruinada.”
La mujer cayó al suelo con fuerza, su cuerpo temblando incontrolablemente. Lágrimas y mocos corrieron por su rostro en un desastre de pánico y arrepentimiento. “Lo siento, lo juro, lo siento. Por favor, no hagas esto. Por favor, déjame ir.”
Mia hizo girar el cuchillo de mariposa entre sus dedos con facilidad practicada. Los clics metálicos resonaron como disparos en el tranquilo callejón.
Los ojos de la mujer se abrieron de par en par con terror mientras intentaba arrastrarse hacia atrás. Pero Mia se movió rápido y la agarró por el tobillo.
“¿Qué estás haciendo? ¡No, no lo hagas!” gritó, pateando y agitándose. Pero Mia era demasiado fuerte. No había forma de escapar de su agarre.
Su expresión era puro hielo.
“Querías sacarme los ojos, ¿recuerdas?” dijo Mia rotundamente. “Ahora puedes ver cómo es eso”.
Luego clavó la cuchilla en el ojo izquierdo de la mujer, sin vacilación, sin piedad.
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09:1 Sáb, 5 Abr
Capítulo 265 Venganza en sangre y dolor
corría por las mejillas de la mujer a raudales.
** Terminado
Rodó por el suelo, encogiéndose, agarrándose la cara en agonía, sus gritos rompiendo el silencio como una
sirena.
“Ahora es el turno de tu lengua”.
Mia le abrió la boca a la mujer, le metió el cuchillo y lo retorció con fuerza. La hoja le cortó la lengua como si nada.
La mujer dejó escapar un sollozo húmedo y confuso mientras la sangre brotaba de su boca, cayendo al suelo a chorros espesos y oscuros.
Mia no se inmutó. Agarró un trozo afilado de piedra que tenía cerca y se acercó al cuerpo tembloroso de la mujer.
“¿Todo lo que le hiciste a Lauren en prisión?”, dijo Mia con frialdad. “Vas a sentirlo todo”.
Levantó la piedra y la golpeó con fuerza en la oreja de la mujer. Una y otra vez. Y otra vez. La carne se desgarró. La sangre salpicó. Su oreja quedó reducida a un amasijo de sangre y silencio.
La mujer ya estaba inconsciente de dolor. Pero Mia no había terminado.
Se arrodilló, con la mirada vacía, y con un destello plateado, cortó los tendones de las manos y
los pies de la mujer.
El cuerpo se convulsionó violentamente. El dolor la despertó de golpe, apenas, y dejó escapar un gemido suave y entrecortado. Sonaba como un fantasma llorando su propia muerte.
Mia la miró con el pecho agitado. La mujer apenas respiraba, su cuerpo débil y flácido.
Pero la rabia de Mia seguía ardiendo.
Para asegurarse de que el daño no se pudiera reparar, cogió una piedra pesada y empezó a golpearla.
¡Pum! ¡Crack! ¡Pum!
Cada golpe aplastaba huesos y desgarraba carne. Sus extremidades se convirtieron en un desastre espantoso: carne destrozada mezclada con huesos astillados. La visión era espantosa, indescriptible.
Mia se puso de pie. Tenía las manos empapadas de sangre; gruesas gotas rojas resbalaban de sus dedos y salpicaban el pavimento.
«Esto es lo que te merecías», dijo con frialdad. «Y aun así, no es nada comparado con lo que pasó Laurie».
Se giró y salió del callejón.
Pero se detuvo en seco.
Había alguien de pie en la entrada del callejón.
El hombre estaba de espaldas a la luz. Su rostro estaba en sombras. No podía ver quién era.
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09:13 Sáb, 5 Abr
Capítulo 265 Venganza en Sangre y Dolor
. Lo vio todo.
Y si lo veía… no podía permitir que se fuera.
Sus instintos se activaron. Levantó el cuchillo sin dudarlo.
Entonces el hombre habló:
«Soy yo».
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Terminado